VALÈNCIA. El impuesto a las bebidas azucaradas que pretendía Compromís no verá la luz en esta legislatura. La iniciativa, que no contaba con el consenso necesario para salir adelante –Ciudadanos no era partidario de generar impuestos y, por tanto, la rechazaba– y era vista por los socialistas con recelo debido a las reticencias que generaba entre los empresarios, ha vuelto a ser modificada por la coalición valencianista. Una modificación que, según la diputada Isaura Navarro, impulsora de la propuesta, se hace con el fin de moldearla para tratar de generar el máximo consenso posible antes de que llegue a votarse en la comisión correspondiente.
Los cambios sufridos por la Proposición No de Ley, no obstante, no son baladí. La PNL reúne una gran cantidad de acciones previas a la entrada en vigor de este impuesto -en caso de aprobarse- que lo mandarían ya a la siguiente legislatura. Tanto es así, que el nuevo texto divide la iniciativa en dos fases. Una primera en la que se pide la elaboración de un Plan Integral de Lucha Contra la Obesidad Infantil para favorecer los buenos usos alimentarios, y la segunda –una vez finalizada la primera-, que se realice un estudio sobre la necesidad de que entre en vigor este impuesto, así como que se hagan los cambios legislativos pertinentes sobre publicidad alimentaria destinada al público infantil.
Esto es, cambios profundos a abordar ya a partir de 2019. De hecho, desde el grupo parlamentario aseguran que la intención principal no es que se apruebe el impuesto ya, sino que se dé luz verde al nuevo texto (en el que ahora mismo la coalición está trabajando) para que posteriormente se vaya desarrollando su contenido poco a poco.
La suma de acciones que se deben llevar a cabo en la primera fase es larga. Compromís quiere que el Plan contra la Obesidad Infantil estudie, entre otras cuestiones, las causas de las enfermedades derivadas de la mala alimentación, las medidas preventivas que se pueden adoptar, cómo promocionar hábitos saludables, e identificar a los colectivos más vulnerables para conocer sus necesidades de manera que las medidas a ejecutar sean efectivas.
Paralelamente, entienden que se debería impulsar campañas para fomentar el deporte igualitario e inclusivo, así como facilitar el acceso a actividades lúdico-deportivas a las que no todos los menores tienen acceso, ya que las horas extraescolares en la mayoría de centros son de pago.
El Plan, sin embargo, sería transversal porque trataría de concienciar a diversos agentes que, de manera directa o indirecta, inciden en los hábitos alimentarios de los niños. Por ello, también valoran proponer que los medios de comunicación incluyan espacios educativos sobre alimentación sana. Además, pretenden también facilitar el acceso a productos saludables –mediante línea de ayudas a los productores u otras medidas–, y mejorar la alimentación en los comedores escolares promoviendo el consumo de fruta y mayor capacidad de decisión de los padres en la contratación de servicio de comedor.
Tras toda esta cantidad de acciones, llegaría la segunda fase. En la que todavía debería realizarse un estudio sobre la necesidad y oportunidad de que el impuesto a las bebidas azucaradas que no tengan aportación alimentaria entre en vigor. ¿La finalidad? Reducir el consumo de este tipo de líquidos.
Pero no sólo eso, en esta segunda etapa también quieren que se realicen los cambios legislativos necesarios para contar con una ley sobre publicidad de alimentación destinada al público infantil que garantizase el control sobre los contenidos.
Algunos aspectos que la coalición quiere que se mantenga en esta nueva propuesta del texto anterior, es la aplicación del IVA superreducido del 4% al pescado y que en el etiquetado sea sencillo para el consumidor distinguir los productos que son saludables de los que no lo son. Por ejemplo, utilizando el color verde en las bebidas sanas, rojo para las menos saludables y el amarillo para las intermedias.
En las propuestas que haría el Consell al Gobierno central se encontraría, además, iniciar los trabajos para que se regule la publicidad de los alimentos con el fin de implementar hábitos saludables entre los consumidores.
Así, teniendo en cuenta la reciente creación a nivel estatal del Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil -impulsado por Sánchez- y que uno de los principales problemas de los menores en España es la obesidad según el estudio Aladdín, Compromís espera que sus propuestas sean escuchadas, tengan un reflejo a nivel nacional y se impulsen medidas eficaces que hagan frente a esta problemática.
Con los datos objetivos que arroje el estudio previsto en la segunda fase, y esta posición favorable de Sánchez a combatir este problema entre los menores, los valencianistas esperan una mayor disposición de los socialistas para validar la PNL.