VALÈNCIA. La conciencia sostenible se encuentra en pleno auge y, con ello, cada vez son más las iniciativas empresariales que abordan esta cuestión a fin de actuar de manera responsable y promover con sus productos o servicios un equilibrio entre la sociedad, el desarrollo y el medio ambiente. Una conciencia que, inclusive, ha llegado hasta el ámbito de la moda con el objetivo de promover un consumo de ropa más ético. Es por esta razón, que los jóvenes Ángela Gómez y Alfonso Saura decidieron crear en mayo de 2020 la marca valenciana de moda Clotsy Brand, una marca en la que todas las prendas a la venta se encuentran confeccionadas con algodón y poliéster reciclados con la finalidad de "hacer moda accesible para todo el mundo y ayudar a la gente a consumir de forma más consciente", tal y como explica la CEO de la startup a Valencia Plaza.
La idea de la marca le surgió a Gómez, ya que siempre había sido su sueño el poder crear una marca de moda. Tras esto, le comentó el concepto a Saura, quien impulsó a intentar el proyecto al gustarle el tema del emprendimiento. Así pues, ambos graduados en Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación por la Universitat Politècnica de València (UPV) comenzaron en noviembre de 2019 a informarse al respecto para crear una línea de ropa sostenible "acorde a sus valores y filosofía de vida".
De esta manera, en febrero de 2020 empezaron a formarse y a tomar cursos para luego en mayo lanzar una campaña de crowdfunding en la que consiguieron recaudar en un mes 12.000 euros. Tres meses después, en agosto, abrieron la tienda online tras terminar la producción de las prendas y en octubre lanzaron la primera colección otoño-invierno con materiales reciclados. A día de hoy, se encuentran en la aceleradora e incubadora de empresas Lanzadera, a la cual entraron en enero de este año.
Así pues, la marca cuenta actualmente en su catálogo con sudaderas, camisetas, mascarillas reutilizables y bolsas de lavado. Por lo que respecta a las prendas, estas se encuentran realizadas con algodón y poliéster reciclados, mientras que las mascarillas están confeccionadas con lycra también reciclada y las bolsas con poliamida. Asimismo, toda la ropa es unisex, una idea que van a mantener con el tiempo al ver que los patrones "le sientan bien a todo el mundo y que no hace falta que las prendas tengan un género definido".
En cuanto al proceso de producción de la ropa desde cero, la CEO de Clotsy Brand explica que el hilo reciclado se realiza en Valladolid mediante la recogida de plásticos. De esta forma, una vez comprado el hilo, este se teje en Portugal cumpliendo con el certificado Global Recycled Standard y, posteriormente, se envía al taller de la marca en Murcia, donde cuentan además con una diseñadora de moda. Dentro de este, se realizan las pruebas de patronaje y luego comienza la confección de la prenda en cuestión.
En el caso de que se realicen impresiones en el artículo, estas se llevan a cabo a través de cintas a base de agua para no tener plásticos. Finalizada la prenda de ropa, esta se envía al almacén de Valencia y el packaging se hace también con materiales reciclados y reciclables. De hecho, las etiquetas son plantables y, por ende, llevan semillas de, por ejemplo, tomate o albahaca "para ayudar a dar una segunda vida a todo".
Tanto es así, que la marca también incluye dentro de su catálogo cazadoras vintage customizadas. Cazadoras a las que se les da una segunda vida dando la opción al cliente de customizarla con un mensaje de los tres disponibles -como "More planet less plastic"- y el color que decidan entre el blanco o el negro.
No obstante, Gómez comenta que de cara a este año desean introducir más variedad de colores con la ayuda de Lanzadera -cuentan hasta ahora con tejido blanco y dos colores-, al mismo tiempo que buscan ampliar el catálogo de la marca con nuevos artículos de vestir como, por ejemplo, polos o calcetines.
Del mismo modo, este 2021 van a lanzar una nueva camiseta diseñada junto a Sara Pinto, fundadora de Brutal Blog, un proyecto para la divulgación, investigación y conservación de la biodiversidad. Esta colaboración presenta el objetivo de "dar visibilidad al problema que existe con los plásticos y donar parte del dinero recaudado con la venta a su proyecto en el que van a estudiar próximamente el impacto de los plásticos en nuestras vidas".
Otro de los objetivos a cumplir es expandir a mitad de año la marca a países como Italia o Alemania. Sin embargo, los envíos ya se realizan a destinos europeos si se solicita y, en el caso de Valencia, se le da la opción al cliente de ir a recoger el pedido directamente a Lanzadera si así lo desea e indica.
Por lo que respecta al coste de las prendas, la joven empresaria expone que el precio oscila entre los 35 y los 60 euros. "Nos hemos acostumbrado a precios que realmente no son reales y la moda sostenible cuesta. A nuestros suscriptores les enseñamos el desglose de precios de una sudadera y lo que cuesta hacer una moda ética", destaca Gómez.
Así pues, explica que hasta el momento han crecido como marca cada vez más y que los clientes les comentan que comienzan a dejar de consumir en las empresas de ropa rápida al comprar ropa sostenible. Por este motivo, expresa que "la gente está cambiando, puesto que quiere conocer y ver que hay detrás de sus prendas, de modo que cuando lo conocen están dispuestos a pagar el precio de una producción sostenible y local".
Por otro lado, la CEO subraya que cada cierto tiempo colaboran con diferentes asociaciones como Bioagradables o Save the Reef al donar un porcentaje de los beneficios y participar junto a ellos en la limpieza de playas.
Con todo, Ángela Gómez destaca que buscan conseguir ser un referente como marca y ayudar a la gente a consumir de una manera más ética. "Las personas podrían intentar ver la moda sostenible con otros ojos y darle una oportunidad, ya que aporta mucho valor. El hecho de saber que estás comprando algo local creo que origina una compra muy diferente, además de que a veces es mejor comprar menos que comprar peor", concluye la empresaria.