VALÈNCIA. En apenas unos días, la Conselleria de Hacienda se enfrentará a la fase definitiva de la elaboración de los Presupuestos de la Generalitat de 2018, los terceros del Govern del Botànic. Como suele ocurrir cada ejercicio, satisfacer por completo las expectativas de las conselleries controladas por los dos socios del Consell, PSPV y Compromís, será imposible. A ello se suma, además, el interés de la nueva dirección de Podemos en que su influencia se visualice con claridad en la elaboración de las cuentas.
Todo ello se complica aún más por la incertidumbre sobre el nuevo modelo de financiación autonómica y la necesidad de ajustarse a un límite de déficit con el que el Consell no está de acuerdo. Así las cosas, el pulso para repartirse los pocos recursos disponibles se presume intenso, sobre todo teniendo en cuenta el clima de tensas relaciones con el que los consellers se fueron de vacaciones.
Los distintos departamentos del Consell hicieron llegar sus propuestas al conseller Vicent Soler antes de las vacaciones. Entre ellas, una de las que plantea un incremento relevante de recursos es la de la Conselleria de Economía Sostenible que dirige el conseller Rafael Climent (Bloc-Compromís).
En concreto, Economía ha pedido 42 millones de euros más que en el presupuesto en vigor para contar en total con 380 millones de euros. En términos relativos, el aumento propuesto sobre los 338 millones con los que cuenta en 2017 supera el 12%. En estas cifras no se tiene en cuenta la cantidad prevista en el capítulo 1, el de gastos de personal, que en el caso de Economía son 28,4 millones de euros.
El departamento que dirige Rafael Climent ya fue uno de los mejor tratados en el reparto del recursos para las cuentas en vigor, ya que su presupuesto aprobado para 2017 supuso un incremento del 9% sobre el del ejercicio precedente.
El aumento propuesto por Economía equivale a un aumento del 12%, tres puntos más de lo que creció el año pasado
Para justificar el nuevo aumento propuesto, la Conselleria de Economía destaca la apuesta que pretende realizar por la política industrial, objetivo "prioritario" junto a la generación de empleo. No obstante, matizan que la propuesta aún ha de superar el filtro de Hacienda y pasar por Les Corts. Además de estas dos áreas, la Conselleria de Economía también tiene las competencias en áreas como Comercio, Energía e Internacionalización.
Entre las principales partidas, Economía pretende triplicar la transferencia anual que realiza a los institutos tecnológicos de la Comunitat, tal y como avanzó el propio Climent en respuesta a lo que reclamaron recientemente los responsables de Redit, la red en la que se integran estos centros. Con ello se pretende reducir su dependencia de los fondos europeos vinculados a proyectos y reconocer su importancia como elemento de apoyo a las pymes en labores de innovación, explican desde Economía. La propuesta es triplicar de 5 a 15 millones la transferencia que la Generalitat realiza anualmente a los institutos tecnológicos.
La propuesta que se ha hecho llegar a la Conselleria de Hacienda también contempla aumentos en el servicio valenciano de empleo (Servef) y el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), cuyo presupuesto se nutre en un porcentaje importante de las transferencias que realiza la Conselleria de Economía.
Para el Ivace, la entidad que dirige Júlia Company a través de la que la se canalizan las subvenciones para industria o emprendedores, entre otras, la propuesta es poder contar con 126,4 millones de euros, uno más que este año. En el caso del Servef, al frente del cual está el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, la previsión es incrementar un 10% los recursos hasta 352,2 millones de euros.
El próximo ejercicio es clave para la Conselleria de Economía. Tras dos años en los que su gestión se ha visto cuestionada desde determinadas instancias por sus escasos avances, el conseller Climent considera que en los próximos meses se percibirán los resultados de sus políticas, tal y como destacaba en una entrevista con este periódico.
Tampoco hay que perder de vista que 2018 es el ejercicio en el que la recién constituida Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) pretende funcionar ya a pleno rendimiento. La puesta de este departamento, una apuesta personal del presidente Ximo Puig –la AVI depende directamente de Presidencia– ha generado suspicacias en Economía, ya que algunas de sus competencias se solapan con las del Ivace.
Para lo que resta de año, la AVI contará con 28 millones de presupuesto, la mayoría de los cuales destinará a subvenciones y ayudas. La previsión es que su presupuesto se incremente a un ritmo del 30% anual hasta llegar a 150 millones en 2020, de ahí que Economía, y en particular el Ivace, no quieran quedar relegados.
En esa línea, para 2018 se ha previsto aumentar el dinero de las ayudas a los diferentes sectores industriales como mueble, juguete, textil, metalmecánico, calzado, marmol o azulejo, que pasarán de 1,4 millones en 2017a 2 millones para cada uno de ellos el próximo ejercicio.
Otros departamentos a los que se destinará el aumento de fondos que pretende conseguir Economía son la Dirección General de Energía, que pasaría de 2,5 a 3 millones; la Economia Social y Cooperativismo, con 400.000 euros para el plan bienal de cooperativismo –uno de los objetivos del pasado Seminari de Govern en Sagunto–; o las políticas para trabajadores autónomos, cuya dotación aumentaría de 1,7 millones en 2017 a 2,2 millones en 2018.