VALÈNCIA. PP y Ciudadanos están protagonizando una ofensiva contra el supuesto "adoctrinamiento" en las aulas valencianas derivado de la ebullición del desafío catalán. Sin embargo, con la política valenciana en pleno período preelectoral -la dureza de Podemos hacía el Consell apunta en este sentido-, este miércoles ambos partidos se enzarzaron en Les Corts para ver quién había ido más lejos en la causa contra la presunta "ideologización de la enseñanza valenciana a favor del ideario catalanista".
La pelea entre el partido que lidera Isabel Bonig y el grupo de Mari Carmen Sánchez se produjo a tenor de una Proposición de No de Ley que presentaban los populares para que la "alta inspección educativa garantizara la neutralidad ideológica y política de los centros docentes, en los términos del artículo 18 de la ley orgánica 8/1985, del derecho a la educación, para garantizar los principios y normas constitucionales". Una iniciativa, sin embargo, que se ha encontrado con la oposición de las fuerzas del Botànic y con el respaldo de los diputados no adscritos ex de Ciudadanos, la formación naranja y el PP. Eso sí, con los dos últimos en plena lucha preelectoral.
A diferencia de cómo se aliaron, por ejemplo, en el pleno extraordinario sobre la validación del decreto de plurilingüismo anterior al Debate de Política General, PP y Ciudadanos han sacado a relucir sus rencillas sobre la cuestión del "adoctrinamiento" en los colegios de la Comunitat Valenciana. "Me alegra que sea el PP el que presente esta PNL. En menos de un mes se han dado cuenta que existe adoctrinamiento cuando no votaron a favor de nuestra propuesta en el Congreso", recriminó la diputada de la formación naranja, Mercedes Ventura.
Unas palabras que recordaban la abstención de los populares a una moción presentada en la Cámara Baja por parte del diputado valenciano de Ciudadanos, Toni Cantó. Dicho texto denunciaba el "adoctrinamiento" nacionalista en las escuelas valencianas. Y buscaba desarrollar el marco normativo para que la Alta Inspección Educativa realizase requerimientos e inspecciones en centros educativos de oficio, así como que ésta elaborase informes al respecto; que ese marco normativo garantizara la neutralidad ideológica y política en el ámbito educativo con arreglo a la Ley Orgánica 8/1985 del Derecho a la Educación, y que se dotara de medios para que la Fiscalía pudiera perseguir estas situaciones, entre otras cuestiones.
Sin embargo, la parlamentaria popular, Beatriz Gascó, respondió al envite de Ciudadanos. Y más cuando los populares anunciaron que a través de la diputada nacional, Elena Bastidas, presentarían en el Congreso una PNL más ambiciosa que la del partido de Albert Rivera y que se ha transformado en la iniciativa presentada este miércoles en el hemiciclo valenciano. "Ciudadanos se dedica a exigir desde la tribuna. No hace falta ir a Madrid a denunciar estos casos. Me sorprende que nos den lecciones", replicó, con clara alusión a la abstención de los naranjas a la propuesta de resolución que presentó el partido de Bonig durante el Debate de Política General. El texto instaba, principalmente, al Consell a crear un grupo específico de inspectores que velaran por que en "los libros de texto y el resto de materiales didácticos" no se vulnerase ningún artículo de la Constitución Española ni del Estatuto de Autonomía valenciano.
Ciudadanos, no obstante, se abstuvo. Un posicionamiento que no respondía a un desacuerdo con la filosofía de la propuesta de resolución. Al contrario, la compartían plenamente. Pero aplicaron el castigo de la abstención como medida de represalia a las 1.007 iniciativas registradas por el PPCV al entender que con ello buscaban "boicotear" el Debate de Política General.
Gascó no se quedó ahí. Recordó al grupo liderado por Sánchez que no "todo es Cataluña" y que no "estaría de más que pisaran la Comunidad Valenciana para darse cuenta de ello". Ahora bien, el azote del conseller de Educación, Vicent Marzà, no solo atacó a su aliado ideológico. También repasó todos los supuestos casos de "adoctrinamiento en las aulas": mapas para colorear los Països Catalans, libros de lengua catalana, boletos de Navidad de Escola Valenciana en horario lectivo o textos didácticos elaborados presuntamente por "una mujer que ha sido condenada por participar en un atentado frustrado de Terra Lliue. No queremos que los niños se conviertan en la infantería de Compromís", remató.
Ventura, en su competición particular con Gascó, no quería bajar el nivel. Y por eso afirmó que no se trataba de "fiscalizar" la tarea que desempeñan los docentes en los colegios, sino de evitar "incorrecciones geográficas o históricas" respecto a figuras como la del rey Jaume I. Un duelo por liderar la ofensiva contra el "adoctrinamiento" educativo del cual ironizó el portavoz adjunto de Podemos, César Jiménez. "No sé quién es más desadoctrinador de los dos", expresó con tono burlesco. El diputado de Compromís, Josep Nadal, fue más duro: "Son los Torquemada del siglo XXI. Lo que es adoctrinamiento es que los profesores recen todos los días", en referencia a la enseñanza de religión.
Pese a que los populares aceptaron las enmiendas de Ciudadanos que pedían que los denunciantes de "adoctrinamiento" cuenten con protección y que se cree una Agencia Independiente que asuma las tareas de la alta inspección, los dos partidos han mostrado su enfrentamiento por abanderar la ofensiva. Una competición que, con las elecciones autonómicas del 2019 cada vez más cerca, tiene visos de incrementarse.