ilustres veraneantes

Carlos Mazón y sus profundas raíces en la Playa de San Juan

Carlos Mazón fue el director general más joven de la Generalitat cuando ocupó la responsabilidad de dirigir el IVAJ. Luego volvió a su querida tierra alicantina y trabajó en la Cámara de Comercio durante una década. Ahora como presidente de la Diputación de Alicante y nuevo líder del PPCV, está liderando una nueva etapa en la derecha valenciana. 

25/07/2021 - 

ALICANTE. ¿Cómo recuerdas los veranos de niño?

En el complejo Vistahermosa de Alicante, eran los veranos ideales para cualquier niño: fiestas, piscina, torneo de tenis y futbol, jugando a las cartas y disfrutando de días eternos y veranos largos. Los recuerdo como algo maravilloso, somos unos privilegiados de disfrutar de una tierra como la Comunitat Valenciana.

¿Podemos decir que Alicante es una ciudad perfecta para el verano?

 En parte sí porque tienes la playa de San Juan, la playa del Postiguet, la maravillosa isla de Tabarca. Yo estaba en la urbanización donde hacíamos de todo, hasta me presentaba al festival de la canción, donde cantaba con mi hermana, de ahí se inició mi vocación musical, estudié piano y solfeo y monté grupos de música, el más destacado fue Marengo, llegamos a mandar maquetas para Eurovisión y fuimos preseleccionados.

En la adolescencia, ¿seguiste veraneando en el mismo lugar?

Sí, aunque empezamos a viajar mucho con mis padres, recuerdo especialmente viajes al interior de Aragón y los Pirineos, realizábamos rutas del románico visitando pueblos e iglesias de gran belleza porque mis padres eran muy aficionados al arte y les gustaba que toda la familia viajáramos juntos.

Me has comentado algo de una peregrinación, cuéntame. 

Así es, durante muchos años iba a Lourdes en verano con la hospitalidad porque mi padre era el médico de la Delegación de Alicante de la Hospitalidad de Lourdes. Recuerdo cómo íbamos en tren, el viaje duraba un día. La experiencia era muy impactante, las personas que llevábamos nos demostraban una fe espectacular, y recuerdo con mucha emoción la procesión de las antorchas. 

Otro clásico de los veranos de adolescente son los viajes para estudiar inglés, ¿hiciste alguno?

A partir de los 15 años me fui varios veranos a estudiar inglés a Brighton y también a Wisconsin en Estados Unidos, ahí podemos decir que me hice mayor, de hecho, ahí fumé por primera vez, pero ya no soy fumador. Como puedes imaginar además de las clases lo más divertido era salir por las noches sin tener a tus padres en casa esperándote.

Estudias en la Universidad de Alicante, ¿cómo recuerdas esos años?

Estudié Derecho en la UA y esa etapa fue muy de la playa de San Juan y ahí es donde comencé a formar grupos de música. Sabía tocar el piano, pero como es un instrumento de difícil movilidad, aprendí a tocar la guitarra. Fueron años muy divertidos, recuerdo las fiestas de la espuma en Va Bene. El verano empezaba con las Hogueras, y ahí es donde la fiesta pasaba de Alicante capital a la playa de San Juan, que era justo donde yo estaba.

Tu carrera política comienza muy joven, ¿cómo fueron esos veranos?

Efectivamente, en la legislatura del 99 fui el director más joven de toda la Generalitat, como director general del IVAJ en el gobierno de Eduardo Zaplana. Pues en esa etapa ya tenía novia, que es mi actual mujer, viajábamos por la costa almeriense (Roquetas, Aguadulce) también a las Islas Baleares. Y además lo combinaba con viajes con amigos, normalmente a países del norte de Europa como Suecia, Noruega, Holanda, Alemania y ahí descubrí una ciudad que me enamoró, Estocolmo.

 Tras tu matrimonio, ¿cómo son los veranos?

“NO SOY NI DE CAMPO NI DE CIUDAD, SOY DE PLAYA”

Desde que me casé comencé a veranear en las Baleares, especialmente Mallorca y de manera muy destacada Menorca, siempre en hoteles donde íbamos toda la familia. En mis viajes siempre hay una máxima: llevarme zapatillas de correr y alquilar un coche para recorrer la isla. Algún año variamos y nos fuimos a Sicilia, una isla que me fascinó y donde además de su rica historia y patrimonio, Siracusa, Tahormina, etc. descubrí la pizza de patatas fritas, que estaba muy buena, aunque parezca increíble y también la pizza de erizo en Palermo.

Trabajas durante una década en la Comercio de Alicante, ¿notaste contraste en tus vacaciones?

Un poco sí, pero siempre me ha gustado veranear cerca de mi ciudad, porque creo que no conocemos suficiente nuestro entorno y la Comunidad Valenciana es un lugar apasionante, por ejemplo, siempre nos vamos unos días a Benidorm, hay muchos Benidorm, a mi me gusta más la playa de poniente que la de levante. Son dos contrastes totales. En cambio, en invierno siempre vamos al interior.

¿Cómo son esos veranos con tu familia?

Los hijos marcan mucho y de manera positiva, hacemos deporte, cuidamos la alimentación y dedicamos mucho tiempo a leer. Bueno, realmente alterno parques de atracciones con la lectura, mis deberes de los libros que quiero leerme durante el año, los dejo siempre para verano. 

¿Cómo se presenta este verano tras la pandemia?

Unos días en Benidorm seguro, y estoy valorando entre Mallorca y Menorca, la zona de la Alcudia es un lugar con mucho encanto, tranquilidad, buena gastronomía, la mejor caldereta del mundo. Además, en esa zona hay un rincón donde he tenido algunos de mis mejores momentos como lector, ahí descubrí al gran Stefan Zweig, con Novela de ajedrez y Viaje al pasado.

¿Cómo es tu rutina un día de verano? 

Cuando estoy unos días en las Baleares, me levanto y me voy a correr por la isla, me pierdo, no tengo un rumbo fijo. Cuando vuelvo desayuno fruta y cereales, a partir de ahí con la familia vamos a visitar algún pueblo, o a la playa o a un parque, lo que ellos decidan. Tras la comida tarde de lectura intensa y por la noche solemos cenar por ahí toda la familia.

Olores, sabores, colores de verano

Parece una tontería, pero al ser de playa mi recuerdo de que ha llegado el verano es cuando la playa de San Juan huele a crema Nivea. En cuanto a sabores, el arroz a banda, pero sin alioli, disfrutando de su sabor y sin duda el sabor que más me gusta del verano es el del limón granizado. El color sin duda el azul claro de nuestro mar, nuestro cielo, el que está en mi retina desde pequeño cuando pienso en la playa de San Juan.

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