VALÈNCIA. OHL fue, sin duda, el gran protagonista del último lunes de noviembre en el parqué español tras dispararse un 19,70% -su mayor avance desde el 24 de octubre de 2017- y cerrar en los 0,83 euros, es decir, en máximos del día cuando hace unas pocas sesiones estaba en mínimos históricos. Todo ello después de intercambiar de manos 8,68 millones de acciones frente a una media diaria de menos de 2,6 millones, según los datos de Infobolsa, lo que da una idea de la presión compradora que hubo.
Sin noticia que justificara dicho 'subidón', ni hecho relevante alguno, los sufridos accionistas del grupo fundado por los Villar-Mir apenas tuvieron tiempo de celebrar durante unos minutos la explosiva subida. Y es que como cada último viernes de mes, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) actualizó las posiciones cortas del centenar de valores que nutren el Mercado Continuo y en el caso de OHL arrojaron un incremento del 13,58% hasta el 9,20% desde el 8,10% de hace dos semanas. El gozo en un pozo.
Los 'cortos' volvían a superar el umbral del 9% un mes después donde cuatro bajistas se dejaban ver con nombre y apellidos: el sempiterno Marshall Wace con el 2,80%, Melqart Asset Management (1,93%), GSA Capital Partners (0,55%) y Maverick Capital (0,50%)."Los bajistas saben que tienen un caldo de cultivo ideal en OHL por los problemas que atraviesa, estar en 'bono basura' y la falta de soluciones", advertían desde una mesa de contratación consultada por este diario.
Todo ello apenas dos semanas después de anunciar que en los nueve primeros meses del año había perdido 1.335 millones de euros tras reconocer nuevos proyectos de construcción con problemas, que le supusieron un impacto de 286 millones de euros en las cuentas del grupo presidido por Juan Villar-Mir de Fuentes.
Los resultados de la compañía fueron consecuencia también de la revisión que el nuevo equipo directivo, liderado por el consejero delegado José Antonio Fernández Gallar, ha realizado en la compañía, principalmente en la cartera de proyectos de construcción. Así, las pérdidas computadas por los nuevos proyectos fallidos detectados se suman al impacto de 550 millones de euros derivado de la venta de la división de concesiones ya reconocido en los resultados semestrales.
Pese al espectacular rebote bursátil de ayer lunes, OHL presenta unas pérdidas anuales en bolsa del 81,34% solo superadas por Nyesa (-89,12%), lo que ha reducido su capitalización bursátil hasta los 238 millones de euros. O lo que es lo mismo por debajo de Quabit Inmobiliaria (254 millones). "¡Quién lo iba a decir hace tan solo unas semanas!", advertían desde la misma mesa consultada por Valencia Plaza, mientras recordaban que OHL se disparó el pasado 24 de octubre lo mismo que ayer... y entonces cotizaba a 1,18 euros.
