el congreso socialista no tendrá aspirantes alternativos al president

Candidato único Puig: paz momentánea en el PSPV tras 17 años de enfrentamientos

2/09/2021 - 

VALÈNCIA. Julio de 2004. El entonces secretario general del PSPV-PSOE, Ignasi Pla, lograba atravesar el décimo congreso del partido sin candidato alternativo. Un escenario desconocido desde que Joan Lerma renovara su mandato una década antes. No obstante, el líder de los socialistas valencianos planteaba una Ejecutiva de renovación y con pocas concesiones a otras sensibilidades internas. Prueba de ello es que sólo logró un 62% de apoyo a su lista: eran los años más duros del PSPV en la oposición.

Apenas tres años después, en 2007, el mismo Pla dimitía de su cargo tras unas informaciones relativas a una reforma de su casa que nunca llegaron a trascender judicialmente. "He sufrido una campaña de acoso y derribo por parte de un destacado grupo mediático por razones que se me escapan", afirmó, en alusión a la Cadena Ser.

Una caída precipitada del líder que, mayoritariamente, se atribuyó a fuego amigo dentro del partido y concluyó en una gestora encabezada por el expresidente de la Generalitat Joan Lerma. Un periodo breve de transición que terminó en el congreso de 2008 en el que se impuso el entonces alcalde de Alaquàs, Jorge Alarte, quien ganó por 20 votos a la candidatura, precisamente, de Ximo Puig, quien contó con la incorporación de última hora de Francesc Romeu y los suyos.

Cuatro años después, las tornas cambiaron. Un Alarte desgastado por su infructuoso -en las urnas- dispendio contra los casos de corrupción del Consell del PP veía cómo su gestión no salía adelante en el cónclave celebrado en Alicante. Puig, con nuevos aliados como Leire Pajín, asaltaba esta vez el puesto de mando con una victoria clara (61% a 34%) que le ponía en el camino para destronar a una formación de la gaviota que empezaba a acusar el agotamiento y los excesos de casi 20 años al frente de todas las instituciones relevantes en la Comunitat Valenciana. Una premonición que tomó forma en 2015: pese a que los socialistas no lograron un gran resultado (23 escaños), su alianza del Botànic con Compromís y Podemos permitía a Puig recuperar el Palau de la Generalitat para el PSPV.

Mercedes Caballero, secretaria provincial de Valencia y afín a Ábalos. Foto: PSPV Valencia

Este regreso al poder no significó la paz en las filas socialistas. La abrupta caída de Pedro Sánchez en 2016 abocó al partido a una guerra global en la que los afines a Puig se alinearon con la andaluza Susana Díaz y los cercanos al luego ministro José Luis Ábalos -además de otras muchas facciones- con el madrileño ajusticiado internamente. La victoria de Sánchez animó a este sector a poner en duda el liderazgo orgánico de Puig y proponer un candidato alternativo en la figura del alcalde de Burjassot, Rafa García, lo que condujo a otro enfrentamiento en el PSPV. En esta ocasión, el ya presidente de la Generalitat se impuso por un 57% a 42% que zanjó el debate, si bien las consecuencias se hicieron ver especialmente en el cónclave provincial consiguiente, donde el 'ximismo' admitió que Mercedes Caballero, próxima a Ábalos, se hiciera con el poder en Valencia.

No obstante, la situación actual es radicalmente distinta. La caída del exministro -cesado por Sánchez en julio- sumió en una situación de desconcierto al 'abalismo', lo que ha diluido sus deseos de batalla y ha facilitado el consenso deseado por el entorno del 'ximismo'.

Así, 17 años después del plácido congreso de Pla, Puig pudo este miércoles celebrar con tranquilidad que no deberá someterse a una campaña agrupación por agrupación para convencer a la militancia de que el actual presidente de la Generalitat sigue siendo la mejor opción para los socialistas valencianos. La negociación, tal y como ha informado Valencia Plaza estos días, iba dirigida a concesiones para los opositores internos en la delegación de representantes para el congreso federal.

Puig, haciendo entrega este miércoles de su precandidatura. Foto: PSPV

De esta manera, salvo sorpresa, Caballero encabezará la lista por Valencia -está por ver con qué porcentaje de afines-, dado que Puig recibió ayer mismo en su visita a Madrid luz verde de Ferraz a esta concesión acordada entre las distintas familias políticas para que no hubiera batalla interna.

Por otro lado, distintas fuentes socialistas apuntan a que será la consellera de Sanidad, Ana Barceló, la que comande la delegación por Alicante. El movimiento del opositor en la provincia, el exalcalde de Elche Alejandro Soler, no ha tenido finalmente el apoyo de la importante agrupación de Elda liderada por su alcalde, Rubén Alfaro, por lo que todo apunta a que habrá una negociación de integración en las próximas horas. En Castellón, encabezará el propio Ximo Puig.

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