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entrevista al expresidente de la generalitat

Camps: "Estoy convencido de que Mazón no tiene el impulso de nadie actual o pasado ni Anaya el mío"

El expresidente de la Generalitat revela las conversaciones con Trillo antes de dimitir: "Me propuso que pagara la multa y me sometiera a una moción de confianza en Les Corts, pero decidí ir a juicio"

17/05/2021 - 

VALÈNCIA. El retorno de Francisco Camps (València, 1962) comenzó el pasado enero, cuando sorprendía al mundo de Twitter aterrizando en la red social para reivindicar su gestión de grandes eventos y la figura de Rita Barberá. Con la mayoría de las causas judiciales que le afectan archivadas –o casi– y a la espera del juicio de una pieza del caso Gürtel, asegura que se ve con fuerza para luchar por la Alcaldía de València cuando se cumplen diez años de su dimisión como presidente de la Generalitat.  

–Empiezo a preguntarle por lo más reciente. ¿Ha seguido las investigaciones del caso Azud

–Yo obviamente no conozco el asunto por dentro. Lo único que tengo que decir es que defiendo la presunción de inocencia y recordar que el señor Rafael Rubio la tiró por la borda respecto de muchos compañeros míos del Partido Popular. Por lo tanto, voy a hacer con él lo que él nunca hizo con nadie del PP, que es admitir que la presunción de inocencia le cubre hasta que la justicia dictamine exactamente su nivel de responsabilidad y el del resto de las personas en esta cuestión. Respecto de lo que he leído del PAI del Grao, hoy ese asunto lo puede solucionar el señor Ribó cobrándole a los promotores y a los propietarios de ese suelo el canon que corresponde, tal y como está convenido entre el Ayuntamiento y la Generalitat. Es decir, todo esto que está diciendo del PAI del Grao y el coste para los valencianos no sólo se aminoraría, sino que quedaría absolutamente resarcido si cumpliese con su primera obligación, que es cobrar a los propietarios y a los promotores el canon que está convenido para pagar la totalidad de las obras de las dos avenidas que constituyeron el circuito de Fórmula 1.

–Sabe que aparte de gente del PSPV también se encuentra Alfonso Grau. ¿Cree que este tipo de operaciones policiales complica la reivindicación que se hace de la etapa de Rita Barberá? 

–En absoluto. Rita Barberá y la corrupción son como el agua y el aceite.

–Dice usted que está en primarias a la americana para ser candidato a la alcaldía de València. ¿Por qué ahora?

–Alguien me lo preguntó con la última de las absoluciones que he tenido por parte de la justicia de la de las imputaciones que he ido recibiendo durante estos años. Era la séptima de las nueve imputaciones, me quedan dos, y me preguntaron si me gustaría ser candidato a la alcaldía. La verdad es que en el momento de la contestación noté que personalmente me encontraba muy fuerte y muy comprometido con mi ciudad para poder hacer bien las cosas que creo que necesita. Yo cuando dejé la presidencia de la Generalitat, ahora va a hacer exactamente diez años después de ganar por tercera vez las elecciones autonómicas con el mejor resultado de la historia de la autonomía valenciana, dije que nunca más volvería a ser candidato a la presidencia de la Generalitat ni presidente del partido. Eso lo he cumplido y lo voy a cumplir. 

La alcaldía de Valencia es una expectativa muy bonita. Yo fui concejal de Tráfico en los años en los que se planificó toda la ciudad, que en estos momentos se sigue desarrollando. Conozco la ciudad de norte a sur y de este a oeste como creo que ningún otro valenciano la conoce. Fui primer teniente de alcalde. Conozco el funcionamiento, por lo tanto, del Ayuntamiento, porque fui el primero de los concejales del Gobierno detrás de Rita Barberá. Y fui concejal de Hacienda, lo que me permite también saber cuál es el funcionamiento de las cuentas públicas del Ayuntamiento. He sido conseller de Cultura y Educación, he hecho colegios, museos, equipamientos culturales en la ciudad de Valencia. 

"Con 58 años, con plenas facultades físicas y de ilusión, tener la opción de poder ser alcalde de Valencia me hace estar fuerte y con ganas de seguir reivindicando esa opción que estoy convencido que le daría al Partido Popular la mayoría absoluta"

He sido presidente de la Generalitat y he tenido la enorme fortuna de poder hacer cosas muy importantes en Valencia: el metro, el tranvía, el hospital de La Fe, acabar la Ciudad de las Artes y las Ciencias, traer la America's Cup y la Fórmula 1, mejorar los barrios. El barrio de Ruzafa, por ejemplo, forma parte de un proyecto que yo impulsé hace ya 12 años que se llamaba Plan Confianza, del que han vivido los gobiernos de Fabra y de Puig, por cierto, y que reordenó y reurbanizó en su totalidad el barrio de Ruzafa, como otros. Es decir, me conozco la ciudad, quiero esta ciudad, soy de aquí, nací en La Cigüeña, pegado al cauce del río Turia. He estudiado en Valencia, he estudiado la carrera en la Universidad de Valencia, trabajé en la fábrica de mis padres, que estaba en la ciudad de Valencia. En fin, soy de aquí, de esta ciudad. 

Con 58 años, con plenas facultades físicas y de ilusión, tener la opción de poder ser alcalde de Valencia me hace estar fuerte y con ganas de seguir reivindicando esa opción que estoy convencido que le daría al Partido Popular la mayoría absoluta del Gobierno municipal. Es más, si yo creyese que mi partido pudiese sufrir algún menoscabo, yo no me presentaría, como hice ya en el año 2011. Yo le dije a Mariano Rajoy: me voy a presentar a la presidencia de la Generalitat porque estoy convencido de que vamos a ganar por mayoría absoluta. Como así fue. Y me retiré de presidente de la Generalitat en el momento en el que supe que el PSOE iba a utilizar para la campaña de las generales del año 2011 mi procesamiento por el tema de los trajes, sabiendo que yo era inocente y que iba a ganar ese juicio. Pero me retiré para no hacer daño. 

Yo me propuse cuando creí que era un beneficio para el Partido Popular. Me aparté cuando pensé que podía ser algún tipo de problema para el Partido Popular. Y si vuelvo a decir que me gustaría presentarme es porque, sinceramente, pienso que soy un revulsivo político para que el Partido Popular gane las elecciones municipales. Habida cuenta de que La Moncloa pasa por la plaza del Ayuntamiento de València y por la Puerta del Sol de Madrid. Hemos ganado la Puerta del Sol de Madrid y ahora quiero ganar la plaza del Ayuntamiento de Valencia.

   

–Sabe que el candidato lo elige Génova. ¿Ha hablado con Pablo Casado? ¿Le ha transmitido su intención? 

–Bueno, todavía no. No es el momento. La dirección nacional lo sabe perfectamente. Lo sabe la dirección nacional, lo saben todos los compañeros de partido a nivel nacional. Muchos me envían mensajes de apoyo y de cariño. Lo sabe la dirección regional del partido, la actual y la que viene. Muchas personas me envían mensajes de cariño y de apoyo. Mucha gente me dice que adelante. Ahora mismo esperando esta entrevista ha pasado un grupo de personas y me han estado diciendo: "Queremos que seas nuestro alcalde". Yo no haría esto si no supiese que cuento con el cariño de mucha gente. Cuando venga el momento, haré la propuesta a la dirección nacional del partido y, como siempre, respetaré la decisión.

–Dice que respetara la decisión. ¿Si el PP no lo quiere qué hará? 

–Bueno, yo voy a intentar que me quiera. Por eso he dicho que estoy en primarias americanas. Yo soy doctor en Derecho con una tesis doctoral en la que propongo una reforma del sistema electoral. Ésta supone trasladar el sistema electoral inglés o americano al español. Es decir, que cada persona que se presenta tenga que ser votada de forma directa. Bueno, pues voy a poner en práctica esa tesis doctoral y me gustaría que marcase un antes y un después en el funcionamiento de la vida política interna de los partidos y posteriormente de la apuesta de los ciudadanos a la hora de elegir a sus representantes públicos.

–¿Cuenta con un plan B?¿Se presentaría de independiente a través de una plataforma o algo similar? 

–Yo estoy en el plan A y es el que le he contado. 

Descarto absolutamente presentarme como independiente

–¿Descarta presentarse como independiente?

–Descarto absolutamente presentarme como independiente. Otra cosa es que hubiese una coalición, como en algunos otros lugares se está proponiendo, si se cree conveniente y mi partido lo acepta. Pero vamos, mi propuesta es, obviamente, la de ser candidato por el PP. Aparte, es una apuesta a largo plazo, porque un año y medio en la vida política lo es. Recordaba el otro día a preguntas de una compañera suya que en el año 91 había dos candidatos oficiales, uno de la regional y uno de la nacional, para la alcaldía de Valencia. Y al final fue Rita Barberá la candidata porque alguien en la dirección nacional se dio cuenta de que ella tenía un apoyo popular que superaba el de los otros dos candidatos. 

Estoy seguro de que si el partido ve que hay más apoyo sociológico, demoscópico de mi persona por encima de cualquier otro candidato, lo seré. Cómo entendería también que si sociológicamente hay otro candidato que tiene más apoyo que yo lo sea él. Mi partido es un partido de gobierno. La disciplina pasa por entender que puede que haya personas que sociológicamente tengan más apoyo. Y como lo que importa es la ciudad, los ciudadanos, lo que piensen ellos, estoy convencido que al final esa será la decisión que se adopte.

Yo lo que puedo decir es que de Vox tengo el mejor de los respetos

–Dado que una coalición todavía no existe, ¿se presentaría con Vox?

–Yo lo que puedo decir es que de Vox tengo el mejor de los respetos. Permite que gobernemos en Madrid, en la ciudad y en la comunidad autónoma, en Castilla y León y en Andalucía. Por lo tanto, es un fiel y leal colaborador del Partido Popular durante estos años. No puedo más que decir que le tengo todo el agradecimiento por haber apostado por los candidatos del PP, en ayuntamientos y comunidades autónomas. En Murcia también se han comportado lealmente y manteniendo el mandato de sus votantes después de la moción de censura que hubo y de que Ciudadanos desapareciera.

–Más allá de que destaque esa lealtad, ¿ir en sus listas es algo que contempla? 

–De momento ya le digo que lo importante es lo que le he comentado. Lo digo porque ese es el frontispicio de esta opción, que es que estoy proponiendo una larga campaña personal con los tiempos que corresponda, porque me gustaría liderar el partido y ser alcalde de la ciudad con el PP.

–¿Conoce a Santiago Abascal? ¿Ha hablado con él alguna vez?

–No, no lo conozco personalmente, no he hablado con él, pero tengo muy buenas referencias de él.

–De quien usted es muy amigo es de Ignacio Gil Lázaro. 

–Sí. Es un muy buen amigo. Creo que fue mi primer presidente provincial de partido a finales de los 80. 

–¿Le tira los tejos? En lo que a política se refiere...

–No, es una relación de amistad íntima. Nos tenemos un cariño especial. Ignacio creo que es uno de los grandes políticos que ha dado la ciudad de Valencia. Ha representado los intereses del centro derecha español de una manera extraordinaria y los de Valencia. Y además, yo quiero reivindicar la figura de Ignacio en estos momentos, porque en los años más duros de las negociaciones de Zapatero con ETA, él fue la voz que estuvo denunciando constantemente lo que estaba ocurriendo con el PSOE y con Herri Batasuna. Ha hecho un papel muy importante en la lucha contra el terrorismo y contra el entorno de ETA en el País Vasco.

   

–Tiene ya una lista pensada para el Ayuntamiento?

–Sí.

–¿Y me puede decir algún integrante?

–No. Pero gente extraordinaria. 

–¿Se trata de personas que ocuparon concejalías con Rita Barberá?

–Sí. Y actuales. 

–¿Concejales de ahora? 

–Sí.

–¿Contaría con Mayrén Beneyto?

–No le puedo decir ningún nombre. Pero es gente que estuvo y gente nueva. 

–¿Y es algo que usted tiene en la cabeza o que les ha trasladado formalmente?

–Que tengo en la cabeza. Pero todos mis compañeros de partido, todos, todos, solo pueden decir seguro de mí que cuando los veo hablamos con cariño, con respeto y con una mutua admiración. Y eso es muy bonito. Y hablo también de todos los concejales, por ejemplo actuales, de los que tengo el mejor de los conceptos porque están haciendo un trabajo extraordinario. Muchos de ellos, estoy convencido, podrían formar parte de la candidatura que yo liderase. 

–Hay gente, incluso dentro de su propio partido, que piensa que su tiempo ya ha pasado. ¿Qué les diría? 

–Bueno, que todas las opiniones son libres. Agradezco mucho que haya gente que opine una cosa y haya gente que me diga que no, que es justo lo contrario, que todavía tengo que darle mucho al partido y a la sociedad. Como todo en esta vida, hay momentos y circunstancias que hacen que uno se sienta muy joven con muchos años o muy mayor con muy pocos años. Y yo le puedo asegurar que me siento más joven que nunca, incluso que cuando tenía menos años. Yo, de hecho, no reivindico mi pasado para proyectar mi propio futuro. Yo reivindico el pasado del patrimonio del PP para demostrar que cuando gobierna el PP hay empleo, prosperidad, bienestar, igualdad de oportunidades y más libertad. Todo eso quiero proyectarlo hacia el futuro porque yo estoy viendo la ciudad del futuro, no del pasado.

A Carlos Mazón lo conozco de toda la vida. Es un político del PP, de los de, digamos, toda la vida 

–¿Qué opina de Carlos Mazón como nuevo líder del PPCV?

–Bueno, en estos momentos se han presentado Carlos Mazón y José Vicente Anaya. Al que conozco más es a Carlos Mazón porque él fue mi director general de Comercio entre 2003 y 2007. Yo lo hice miembro del Comité Ejecutivo Nacional en el Congreso del 2008. Fue luego vicepresidente de la Diputación de Alicante con Joaquín Ripoll. Y anteriormente como director general de la Juventud con Eduardo Zaplana también tuvimos algún tipo de trato porque yo había estado en las Nuevas Generaciones. O sea, que es una persona que conozco de toda la vida, es un político del PP, digamos, de los de toda la vida. José Vicente Anaya es una persona a la que he conocido hace unos pocos meses porque él fue alcalde de Ayora justo cuando yo dejaba de ser presidente de la Generalitat. Me ha parecido una persona extraordinaria, muy del PP, muy aglutinador de voluntades y de esfuerzos, que además viene del interior de la provincia de Valencia y eso también aporta a la realidad sociológica de la Comunidad. Y creo que estamos ante dos candidatos extraordinarios. No sé quién ganará el congreso. Lo que sí le digo es que quien lo gane será el futuro presidente de la Generalitat Valenciana.

–¿Teme una vuelta del ‘zaplanismo’ con Mazón?

–No. No lo creo.

–¿Ha impulsado usted la candidatura de Anaya?

Estoy convencido de que el señor Mazón no tiene el impulso de nadie actual o pasado

–No. Tanto el señor Anaya como el señor Mazón se han autoimpulsado sus propias campañas. Estoy convencido de que ni el señor Mazón tiene el impulso de nadie actual o pasado, por ejemplo de Zaplana, ni tampoco el señor Anaya tiene el impulso de Camps, que es lo que algunos intentan hacer ver. Para ser candidato a la presidencia regional del partido hay una primera voluntad que es la propia, y sin esa voluntad propia es imposible ponerse en marcha. Y luego, pues cada uno de ellos ha estado haciendo la campaña conforme ha creído más conveniente y más oportuna. 

–Aunque siempre exista una voluntad propia, puede haber otro impulso. 

–Yo le puedo asegurar que los dos candidatos han tenido a bien hablar conmigo.

–¿Antes de presentarse? 

–Sí, antes de presentarse. 

–¿Y qué le comentaron?

–Bueno, son conversaciones privadas. Pero para mí es una enorme satisfacción, y se lo agradecí a ambos, que viniesen, cada uno por su lado, a contarme que tenían la ilusión de presentarse a presidente regional del partido.

–¿Entonces tampoco gente del Foro 2020 al que usted pertenece ha impulsado a Anaya? 

–Bueno, gente del Foro 2020 yo sé que han avalado a uno y han avalado al otro, y a lo mejor hay gente que no ha avalado a nadie, no lo sé. Porque el Foro 2020, por ejemplo, tiene una parte muy importante de compañeros nuestros en Castellón, que también están haciendo su tarea política interna del partido allí. 

–Me refería más bien a Valencia.

–Bueno, el Foro es muy grande. También hay gente de Alicante y gente que es independiente. La inmensa mayoría somos militantes del PP, pero lo que queremos es hacer ideas, hacer propuestas, hacer discurso de centroderecha. Desde que comenzó hace ya dos años, todo nuestro objetivo ha sido reunir al centro derecha conscientes de que unido bajo unas mismas siglas gana las elecciones a la izquierda.

   
–¿Qué le parece que Mazón se abra a hacer un acto de reivindicación para usted?

–Bueno, se lo agradezco. Estoy muy contento. Lo que sí que creo es que lo que se dice es una reivindicación, no a mi persona, sino a lo que todos los del PP de aquella época pudimos hacer por la Comunidad Valenciana. Tanto militantes como cargos públicos, tanto de la administración autonómica como de las locales, tanto presidentes y consellers como alcaldes. Porque el PP de los años 90 y la primera década del siglo XXI ha sido un Partido Popular que ha dado mucho de trabajo, de empleo, de prosperidad, de bienestar, de futuro y de proyección de la Comunidad Valenciana. Entonces me encantaría que ese acto se produjese, pero como recuerdo de lo que ha sido el gran momento del PP, que coincidió con el gran momento de la Comunidad Valenciana.

–¿Qué le parece que María José Catalá propusiera nombrar a Rita Barberá alcaldesa honoraria?

–Muy bien, perfecto. Sí, la verdad es que últimamente ha habido una serie de reivindicaciones hacia Rita Barberá...

–¿Le parecen casualidad, ahora que está usted por aquí?

–Nunca es tarde si la dicha es buena. 

–La despedida de Isabel Bonig también tuvo de protagonista a Barberá porque afirmó que se arrepentía de haber firmado la reprobación. ¿Comprendió lo que se hizo en ese momento?

–No. Y aparte lo hice saber en Madrid y en Valencia. 

–¿Qué dijo?

–Les trasladé que no tenía ningún sentido que una persona que ha sido capital indiscutible del Partido Popular en discurso y en realizaciones se le tratase de esa manera. Sobre todo porque, en primer lugar, estábamos hablando de una presunción de inocencia que estaba desbaratándose en su totalidad; y, en segundo lugar, porque tenemos que agradecer a todas las personas que han construido el partido y han hecho mucho por la ciudad, por la Comunidad y por España toda labor que han realizado.

–¿Se ha sentido traicionado por su partido en algún momento?

–Nunca. 

–¿Cómo actuó Rajoy con usted?

–Bueno, dejé de ser presidente de la Generalitat y presidente del partido y a partir de entonces mi relación con él pasó a ser la de un militante de base.

–Sin embargo, el pareció desligarse de su figura. 

–No, él estaba en sus tareas y ya tenía bastante lío con sus tareas de presidente del partido.

–¿Cómo recuerda el día en el que se apartó de la presidencia de la Generalitat, ahora que puede hacer balance de una década?

–Durísimo e injusto. Pero entendí que yo como presidente de la Generalitat no podía llevar al presidente al banquillo. Fíjese que la condena, de haberla habido, era una multa. No era ni apartarme del cargo. No había inhabilitación para cargo público. Por lo tanto, viví una injusticia, como tantas personas viven injusticias en sus vidas, la verdad. Pero me dio también mucha fuerza. Cuando uno renuncia a algo tan grande, se siente muy fuerte para afrontar cosas en el futuro. Renuncié a algo tan grande, que me había costado tanto conseguir, como era ser reelegido por segunda vez. Porque con esa reelección los ciudadanos están ratificando que creen en ti. Pues imagínese lo que es un mes después de ser reelegido y ganar por tercera vez las elecciones autonómicas, tener que renunciar por una cosa que no tenía ningún sentido. Pero hay veces que tienes que asumir esa responsabilidad. Y dentro del dolor te hace mucho más fuerte. 

Trillo me dijo: Mira, hay una opción. Reconoce el regalo de los trajes, paga la multa, te vas a la Junta Directiva Regional del partido, pides su apoyo y luego te vas al Parlamento valenciano y haces una moción de confianza

–¿Qué le comunicó Trillo en esas horas?

–Que el partido estaba conmigo. Realmente esto no lo he contado nunca. Me dijo: "Mira, hay una opción. Reconoce el regalo de los trajes, paga la multa, te vas a la Junta Directiva Regional del partido, pides su apoyo y luego te vas al Parlamento valenciano y haces una moción de confianza". Bueno, eso políticamente tenía un sentido. Eso es lo que me propuso Federico Trillo. Lo digo porque mucha gente me ha dicho o ha dicho por ahí que lo que me dijo es que me fuese.

–Y usted decidió marcharse. 

–No. Yo decidí ir al juicio, que es lo importante en esta historia. La gente dice: "Es que usted decide marcharse". No, yo podría haber pagado la multa y no haber tenido juicio, incluso irme, pagar la multa y no tener el juicio. 

–Pero decidió apartarse para ir al juicio. 

–Fíjese. Es que nadie me había preguntado por esta ecuación y es muy interesante. Yo estaba procesado, iba a ir al banquillo. Opción A: pago la multa y continúo de presidente con todo este proceso que Federico Trillo me propuso, que es un proceso político. Moción de confianza, imaginemos que el Parlamento me dice que sí pese a que he reconocido un delito, he pagado la multa y continúo. Opción B: no pago la multa, continúo como presidente y soy juzgado siendo presidente de la Generalitat. Opción C: dimito, pago la multa y ya no soy juzgado. No tengo que pasar por el calvario del juicio. Pero yo opté por la opción D: dimito y además me voy al juicio. O sea, lo más duro porque claro, era demostrarle al mundo entero que a mí jamás nadie me había regalado nada y menos unos trajes. Y que me iba y pese a ello acababa en el banquillo.

–¿Y cómo llegó a esa opción D? 

–Ese día hablé con mucha gente: compañeros, amigos, mensajes, familia, mi mujer, mis hijos, mis padres, mis hermanas... en fin, hablé con mi abogado, fundamentalmente, con Javier Boix, al que estoy muy agradecido. Hablé con muchísima gente y al final decidí que lo mejor era demostrar que Francisco Camps era una persona honorable para ocupar el cargo de presidente de la Generalitat. Y la mejor manera de hacerlo era ir al banquillo y demostrar mi inocencia.

   

–¿Tiene relación con Zaplana? ¿Se reunieron en Navidad? 

–La última vez que lo vi, y fue una conversación muy agradable, fue en Navidad, sí. 

–¿Y qué tal? 

–Bien. Estuvimos hablando de nuestras circunstancias personales. Yo a Eduardo Zaplana, como siempre he dicho, le guardo un gratísimo recuerdo y mucho cariño, porque él fue el que impulsó mi candidatura a la presidencia del la Generalitat en 2003. Por lo tanto, siempre le estaré agradecido por haber apostado por mí. Podría haberlo hecho por cualquier otro porque él era presidente del partido, presidente de la Generalitat y una persona súper querida por José María Aznar, por Javier Arenas y por el aparato del partido en Madrid.

–Ahora está inmerso en una investigación judicial. 

–Yo lo único que espero que salga todo bien. Espero que demuestre como demuestro yo también en mis causas que no tenemos nada que esconder. Y sólo decir que el Eduardo Zaplana que yo he conocido es el absolutamente volcado con el futuro de la Comunidad Valenciana como presidente, luego un ministro de Trabajo extraordinario y luego además, un portavoz del PP en la oposición que supo mantener con fuerza el discurso del partido. Yo conozco al Eduardo político y me parece absolutamente extraordinario.

–El problema es que, aparte del tema político, en esta causa se investigan actuaciones que son presuntamente ilegales. Usted cuando lee las informaciones...

–No las leo. No leo ninguna información que tenga que ver con causas judiciales desde que empezó lo mío. 

–Usted ha llegado a denunciar un “complot de jueces socialistas y fiscales con amigos en la extrema izquierda” contra usted porque le persiguen. ¿Son los mismos jueces y fiscales que están pidiendo y dictando los sobreseimientos para usted?

–No. Eso que está dicho por mí y está bien traído aquí, está fuera de contexto. Voy a contextualizarlo porque a lo mejor se entendió mal. El juicio que me queda en Madrid, en la Audiencia Nacional, es un juicio que inicia un juez llamado Garzón, que ha sido diputado nacional y secretario de Estado con Felipe González. O sea, socialista. Esta investigación se hace pública cuando este juez se va de cacería con la que hoy es fiscal general del Estado, Dolores Delgado, y que ha sido ministra de Justicia de Pedro Sánchez. Por lo tanto, socialista. En esa misma cacería está el que fue ministro de Justicia, el señor Bermejo, también socialista. O sea, que tenemos ya en el origen de Gürtel a todo un entramado socialista en el impulso de la investigación. 

Años después llega a la Audiencia Nacional de nuevo por unas declaraciones que hace un colaborador mío absolutamente falsas, como se ha demostrado en el juicio del circuito, que nadie ha querido reparar en ello. Ricardo Costa pacta con la Fiscalía Anticorrupción contar cosas tanto en el juicio suyo de Madrid como en el juicio del circuito de la Fórmula 1 en Valencia. Ese juicio me ha absuelto y, por lo tanto, su declaración ha quedado en entredicho en su totalidad por los jueces que han absuelto el circuito. Él dijo que en la Fórmula 1 había habido, entre algunos constructores y algún compañero nuestro del partido, una relación espuria, cosa que la justicia aquí ha zanjado. 

Esta declaración la recoge un fiscal llamado Stampa, que ha salido en la prensa por tener relaciones íntimas con una abogada de Podemos y por conversaciones de whatsapp en las que le contaba cosas que tenían que ver con Podemos. Esto está publicado, no lo cuento yo. O sea, que tenemos a un fiscal anticorrupción que tiene relación con la extrema izquierda porque tiene relación con una abogada de Podemos. Pero los whatsapp no son de amor, le cuenta cosas de Podemos y le alerta de cosas de Podemos. 

¿Y quién hace esta instrucción sumaria, absolutamente fuera de orden, porque nunca jamás se tenía que haber realizado? Un señor que se llama José de la Mata y que fue director general de Justicia con Zapatero, justo cuando comenzó la investigación y la instrucción de Gürtel. Socialista, que además ahora está premiado por el gobierno socialista y está en La Haya. ¿Quien actúa de acusación popular? El Partido Socialista, con Ximo Puig a la cabeza. ¿Quién ejerce la actuación desde la Administración? La Abogacía de la Generalitat, que depende de Ximo Puig. 

Bien, si usted coge este relato y lo pone encima de la mesa y lo explica en la dictadura más oscura que usted pueda imaginarse, el dictador no da crédito. Ni en las dictaduras de Maduro ni en las de Castro ocurre que un político del PP tenga en todo el proceso a socialistas de carné y a socialistas de cargos públicos. Son todos compañeros. 

Este es el contexto en el que me muevo. Y es más, la directora general procesada en esta causa, que es la que ligan con mi decisión como testigo ante el juez, dijo que jamás había recibido ningún tipo de indicación del presidente de la Generalitat. Yo nunca fui imputado en Valencia. De hecho, la Fiscalía pidió mi imputación y no fui imputado, y ella ha vuelto a repetir que jamás recibió ningún tipo de instrucción del señor Camps. No entiendo qué hago en esta causa. 

    

–Ha habido mucha gente opinando de usted a lo largo de estos años en los medios.  

–10 años. En medios locales, nacionales, internacionales y planetarios. He llegado a salir en la CNN.

–Una de las cosas que se han dicho de usted cuando sale a hablar de sus causas judiciales, y es duro, es que vive en una realidad paralela. ¿Qué tiene que decir? 

–Que he demostrado que no. Cada absolución me ha dado la razón, por lo tanto no vivo en una realidad paralela. Esa ha sido mi convicción, que no viví una realidad paralela. 

–¿Reivindicar "su" València cree que le saldrá bien?

–Absolutamente, porque yo reivindico la València de la proyección, pero también la de los barrios. La de la modernidad, pero también la que defiende las tradiciones. La del desarrollo urbano que queda por hacer, pero también la que tuve la suerte de poder realizar con aceras que no había, alumbrado que no había, arbolado que no había. Yo reivindico la València de la intercomunicación modal (el puerto, el aeropuerto, el AVE, las redes ferroviarias), pero también la de las calles, las plazas, la peatonalización, los carriles bici... O sea, yo reivindico todas las 'Valencias' porque creo que soy el único que puede hacerlo. La que combina tradición con futuro, la que combina desarrollo con comodidad para los ciudadanos. No creo que nadie en estos momentos tenga un discurso como yo para reivindicar esa València.

–¿Tampoco María José Catalá?

–Bueno, seguramente sí, pero yo hablo de mí.

–Habiendo varios consellers de su Gobierno condenados como Rafael Blasco, la cúpula del partido condenada y una decena de empresarios que reconocen financiación ilegal a cambio de contratos del Consell que usted presidía, ¿entiende que pueda haber dudas sobre su gestión?

–Mi partido nunca ha sido condenado por financiación ilegal. David Serra y Cristina Ibañez siguen reivindicando que nada de aquello ocurrió y, además, Rambla, el único conseller en aquel juicio, fue absuelto. Nunca nadie ha podido demostrar conexión entre adjudicación alguna y financiación del partido, porque jamás la hubo.

Yo defiendo mi gestión y no entiendo por qué hay dudas sobre ella

–¿No entiende que pueda haber dudas sobre su gestión?

–Yo defiendo mi gestión y no entiendo por qué hay dudas sobre ella. No debe haberlas. Yo puedo contestar a cada elemento, circunstancia, apunte, coyuntura y cruce que tenga que ver con mi gestión. A cada cosa que yo decidí, a cada cosa que yo puse en marcha, puedo contestar. Por ejemplo, deuda: yo dejé la Comunidad Valenciana con 22.000 millones de euros de deuda. Hoy tenemos 50.000 millones. Déficit: los presupuestos que yo aprobaba tenían cero déficit presupuestario. En estos momentos hemos alcanzado la suma ya de 10.000 millones de euros de déficit presupuestario desde que gobierna Puig. Empleo: yo llegué a 2.300.000 puestos de trabajo. Hoy hay cerca de 500.000 desempleados en la Comunidad Valenciana. PIB: la Comunidad Valenciana creció por encima de la media europea durante los años en los que yo fui presidente de la Generalitat. Posición en España: la Comunidad Valenciana llegó a ser 11,5% del PIB nacional. Hoy estamos por debajo del 10. Exportaciones, inversiones extranjeras: durante mi época fue cuando más inversiones extranjeras hubo en la Comunidad Valenciana en toda la historia, hoy las inversiones son 0. Eficiencia en el gasto: todos los planes de austeridad, de recorte de gasto público y de reducción de la administración se pusieron en mi época cuando comenzó la crisis económica.

Yo llegué a tener 10 consellers, hoy Ximo Puig no sabe ni los que tiene. Puig tiene entre altos cargos y asesores el doble exacto de personas que yo tenía en mi último Gobierno. Justo el doble. Y además, planes de reordenación de la administración: los edificios de las consellerias los puse en marcha, que son los cuatro que están en el centro administrativo 9 d'Octubre. Eso lo hice para rebajar los alquileres e incluso enajenar edificios que no tuviesen ningún tipo de función administrativa, más allá de los que son históricos y no se pueden enajenar, obviamente. 

Yo me rebajé el sueldo y el de toda administración el 15%. Puig no ha hecho otra cosa que subírselo, él y los suyos. Yo reduje el número de fundaciones, de instituciones, del sector público. Todo eso lo puse en marcha yo, pero nadie quiso reconocerlo porque estaba inmerso en los líos judiciales y a nadie le apeteció defender mi persona. Por eso estoy dispuesto a defender todo lo que yo hice desde el primer día hasta el último. Y ahora estoy reivindicando que Ribó cobre el dinero del circuito porque, como dije, era coste cero y es coste cero. No sólo he sido absuelto, sino que además hay un convenio que dice claramente lo que tiene que hacer Joan Ribó.

    

–¿Es Milagrosa Martínez la cabeza de turco de su Gobierno? ¿Ha hablado con ella desde que ingresó en prisión? 

–Sigo creyendo en la absoluta honorabilidad de Milagrosa, extraordinaria alcaldesa, consellera y presidenta de las Cortes. Es injusto que su retrato fuera apartado de la galería del Parlamento valenciano. Respecto a su pregunta debería hacérsela a las fiscalas que la acusaron. Y sé de ella a través de algunas personas cercanas.

–Cómo se enfrenta al juicio de la pieza de Gürtel que le queda?

–Me enfrento como siempre me he enfrentado a todas las causas. Con la absoluta garantía de que estoy diciendo la verdad y que no hay ni un solo dato que diga lo contrario a lo que estoy diciendo y he venido defendiendo.

–¿Hasta cuándo tiene su mandato en el Consell Jurídic Consultiu? 

–Hasta 2026. 

–¿Qué le parecen los intentos de la izquierda de limitarlo?

–Pues todo está dicho. La izquierda ha tenido en mí siempre un oscuro objeto del deseo.

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