VALÈNCIA. El 2020 ha sido el año del terremoto cultural. Cancelaciones, suspensiones y cierres han dibujado una triste fotografía fruto de una crisis sanitaria que todavía tiene muchas preguntas por responder. Pero la actualidad cultural de esta primera mitad del año también pasa por un cambio de caras que dibuja un nuevo escenario y que también marcará los próximos meses, en los que se tendrá que determinar, por ejemplo, quién es el nuevo director del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) o coordinador artístico del Teatre el Musical (TEM), ambos con procesos de selección en curso. Aunque no son los únicos cambios de cara previstos. Algunos ya han sido anunciados, como en el Museu de Belles Arts de València, y otros espacios dibujan procesos que se eternizan desde hace meses, como el el caso de la coordinación del Escalante o la dirección musical del Palau de Les Arts.
El nuevo nombre que entra en el tablero es el de la actual directora de Bombas Gens, Nuria Enguita, que se perfila como favorita desde hace semanas para ocupar la plaza que en septiembre deja vacante José Miguel G. Cortés, con quien, curiosamente, compartió una charla con motivo del Día de los Museos que llevó a Enguita al museo que, previsiblemente, dirigirá. Un museo que, por cierto, no le es extraño, pues entre 1991 y 1998 fue conservadora del mismo. Si bien desde la Conselleria de Cultura mantienen que “la administración debe preservar la confidencialidad del proceso en todo momento, tanto en candidaturas como en sus proyectos” e insisten que la previsión es que la comisión de valoración tenga resuelto el proceso en septiembre, lo cierto es que Enguita, tal y como ha podido confirmar este diario, es la principal candidata del proceso. Su papel de favorita, además, quedaría pues, según informó Levante-EMV, solo dos candidatos se han interesado por el concurso, siendo uno de ellos ya excluido.
De confirmarse finalmente su 'fichaje', Enguita dejaría huérfano al joven Bombas Gens, que este verano celebraba un deslucido tercer aniversario en plena pandemia y que tendría por delante la no fácil tarea de encontrar un sustituto para la hasta ahora directora. La transición del IVAM es, sin duda, una de las más traumáticas en el ámbito cultural valenciano. La no renovación de José Miguel G. Cortés ha provocado una de las mayores batallas culturales del año, un cruce de acusaciones en el que el hasta ahora director habló de una Conselleria de Cultura que busca el "control político" del museo, algo rechazado por el departamento de Vicent Marzà. Tanto es así que, desde que abriera sus puertas tras el confinamiento, no ha habido ‘reencuentro’ público entre unos y otros. Tampoco para inaugurar un jardín de las esculturas que ya ha tenido a sus primeros visitantes. Más allá del choque, lo cierto es que no hay discusión que cambie el futuro del museo. Será en septiembre, si se cumplen los plazos marcados por la administración, que el museo valenciano cuente con un nuevo director, un cambio de caras que dará por cerrada la etapa Cortés y que abrirá una nueva marcada, entre otros proyectos, por la inminente ampliación del museo, tal y como avanzó Culturplaza.
Son las bases del concurso las que dibujan este futuro, un futuro que marca la ampliación y el deseo de internacionalización de la marca IVAM. Pero tampoco el proceso de selección ha estado exento de discusión, una bases que llegaron al Consejo Rector para ser aprobadas con la sombra de la dimisión en bloque del Consejo Asesor -formado por los expertos en arte Lola Jiménez Blanco, Pedro Azara, David Pérez y Álvaro Pons-, que acusaba a conselleria de vulnerar la independencia de la institución, tal y como esgrimieron en un comunicado. Será también, pues, el Consejo Asesor el que deba ser renovado próximamente, cambios que marcarán el nuevo rumbo del museo valenciano de cara al próximo año.
No muy lejos del IVAM se ha vivido otro de los cambios más destacados de cara en la cultura valenciana. Este mes de julio, el Museu de Belles Arts de València sorprendía anunciando la marcha de Carlos Reyero por “motivos personales”, cuando apenas cumple un año desde que fuera elegido director. Con su salida, que se hará efectiva en septiembre, el museo suma un total de cuatro directores en apenas dos años. De José Ignacio Casar Pinazo, que fue destituido para convocar el concurso, a Margarita Vila, que sirvió de puente hasta la llegada de Carlos Reyero. Pero a rey muerto, rey puesto. Será Pablo González Tornel, que quedó en segundo posición en el concurso ganado por Reyero, el que ocupará la plaza de dirección a partir de septiembre, una llegada que quiere ser un bálsamo para una institución con todavía muchas cuentas pendientes. “No tengo interés en convertirme en un lastre para las personas que trabajan conmigo o por encima de mí”, defendía durante una entrevista concedida a Culturplaza, pocas horas después de anunciarse como nuevo director.
Los teatros valencianos también tendrás que dar la bienvenida a un nuevo compañero en las próximas semanas. El Teatre el Musical (TEM) se encuentra en pleno proceso para elegir a su próximo coordinador artístico, un concurso iniciado el pasado mes de diciembre, poco después de que finalizara el contrato de Olga Álvarez, pero que quedó paralizado a causa de la crisis sanitaria. Hasta ahora. Retomado el proceso de selección, y a falta de que se pongan en marcha las entrevistas, ya se perfilan algunos favoritos, pues ya ha sido publicado el documento valoración de méritos, que deja nombres como Jacobo Pallarés, codirector del Espacio Inestable junto a Maribel Bayona, como favorito, junto a otros profesionales del sector como Paula Moliner o Juanma Artigot, este último exprogramador de Rambleta y encargado de supervisar la programación del TEM durante el ‘vacío de poder’. Completa la lista de candidatos Salva Bolta, Guillermo Arazo, Irma Borges y la propia Álvarez.
El Palau de Les Arts es otro de los espacios culturales que tienen vacíos por ocupar en su arquitectura interna. Desde que el pasado año se marchara Roberto Abbado el coliseo funciona sin director musical, un vacío que su director artístico, Jesús Iglesias Noriega, no tiene prisa por cubrir. "No es sencillo […] Es importante que cuando se opte por un nombre estemos todos convencidos”, explicó durante la presentación de temporada el pasado mes de julio. Entre los candidatos podría estar algunos de los nombres que formarán parte de la programación de 2020/21, como Mikko Franck, Daniele Gatti, Gustavo Gimeno, Fabio Luisi, Juanjo Mena o Marc Mincowski. "Todos los que están pueden ser y alguno de los que no, también”, incidió Iglesias Noriega. Tocará esperar en Les Arts… y en el Palau de la Música. Su coliseo hermano tiene pendiente, aunque con más plazo, concretar el futuro del director titular de la Orquesta de València, Ramón Tebar, cuyo contrato finaliza el próximo año. Preguntados por esta cuestión, la presidenta del Palau, Glòria Tello, apuntó en junio que está “contenta y satisfecha” con el trabajo de Tebar, que evitó concretar sus deseos y se limitó a decir que "cuando se llegue el momento se hablará”.
Otra de las cuentas pendientes, vinculado también con Glòria Tello, es el proceso para contar con director del Escalante, eternizado ante el deseo de abrir el concurso a profesionales de fuera de la administración. “ A mí eso de primeras no me convencía porque delimitas mucho el campo de posibles candidatos. En un espacio como el Escalante no creo que sea bueno que sea una persona esté 20 años en el sitio. De primeras, no me hace mucha ilusión que me obliguen o me ciñan a que sea un funcionario”, explicaba la diputada a Culturplaza durante una entrevista en marzo. Tras la marcha de Josep Policarpo, fue Gabi Ochoa quien asumió de manera temporal las funciones de programador, una tarea que se espera asuma un nuevo director que no llega a un teatro que sigue sin sede.
Uno de los problemas que persigue a la administración y a los que aparentemente sí habría encontrado solución: Cinema Jove. Dos años después de que Intervención anulara el primer contrato a Carlos Madrid, que se ha vinculado al festival a través de diferentes contratos en los últimos años, Cultura parece haber encontrado la fórmula para poner freno a la inestabilidad del festival: un concurso. Se espera, tal y como publicó este diario, que en breve se publique las bases, que plantea un contrato que sería por un plazo de dos años, prorrogables a otros dos. No son los únicos festivales cuyas direcciones plantea Cultura sacara a concurso, un paquete que también incluye Sagunt a Escena o Dansa València. En el caso de Sagunt a Escena, además, se dibuja un cambio tal y como confirmó el propio Vicente Martínez Luciano a Culturplaza, preguntado por la posibilidad de presentarse el futuro concurso: "Yo soy un funcionario, profesor de la Universidad de Valencia, y quizá las propias condiciones del concurso me impidan presentarme... Suponiendo que me interesara presentarme. Cosa que dudo, dudo que me apetezca presentarme a un concurso"