VALÈNCIA. CaixaBank presentará a finales de noviembre de este año su nuevo plan estratégico 2019-2021 mientras está a punto de culminar el plan anterior (2015-2018). La anticipación a las nuevas tendencias de digitalización, situar la rentabilidad del banco entre el 9% y el 11% y continuar diversificando hacia los segmentos más rentables -como el negocio de seguros- son las tres objetivos clave para este ejercicio.
"Una cosa que no cambiará seguro es nuestro compromiso con un modelo de banca socialmente responsable", señaló Jordi Gual, presidente de CaixaBank, ante su primera junta celebrada en València tras el trasladado de su domicilio social en octubre pasado. Precisamente la inversión socialmente responsable fue uno de los aspectos en los que incidió. "CaixaBank es una historia de éxito que se proyecta al futuro, con una manera diferente de hacer banca aportando valor y valores".
Fomentar la cultura financiera y "asegurar una interacción íntegra y transparente con clientes, empleados, accionistas y ciudadanos en general" son aspectos destacados en la política socialmente responsable de CaixaBank, según su presidente.
Gual, que durante media hora se expresó en valenciano -"pido disculpas por mi valenciano que es muy mejorable"-, recordó el histórico ejercicio 2017 vivido por CaixaBank el pasado ejercicio donde presentó sus mejores resultados de su centenaria historia. Asimismo volvió a reiterar que trasladar la sede social de la entidad a València fue "la mejor solución posible" para proteger los intereses de clientes, empleados y accionistas ante la crisis política en Cataluña".
Durante su intervención, Gual señaló que el pasado año no estuvo exento de "grandes retos" que la entidad ha sido "capaz de superar" volviendo a ampliar su liderazgo en banca minorista. "Esta fortaleza comercial combinada con indudable solvencia financiera nos ha permitido mejorar rentabilidad, con beneficios récord en 2017", subrayó.
Por su parte, Gonzalo Gortázar, que también recurrió al valenciano durante unos minutos, destacó cuatro aspectos fundamentales que están detrás de los resultados de CaixaBank como son la escala y capilaridad, una oferta integral de servicios financieros, liderazgo tecnológico y equipo humano.
Jordi Gual ha destacado este viernes la "fortaleza comercial" de la entidad, que ha obtenido en 2017 un beneficio de 1.684 millones de euros, lo que supone un incremento del 61%, la "cifra más alta de su historia". Resultados "especialmente meritorios en un año particularmente difícil por la tensiones políticas en Cataluña", ha admitido, y que demuestran que el traslado de su sede social a València "era la mejor decisión" para proteger a clientes y empleados.
Durante su intervención, Gual ha señalado que 2017 "no ha estado exento de grandes retos" que la entidad ha sido "capaz de superar" volviendo a ampliar su liderazgo en banca minorista. "Esta fortaleza comercial combinada con indudable solvencia financiera nos ha permitido mejorar rentabilidad, con beneficios récord en 2017", ha subrayado.
Entre las prioridades de la entidad, ha señalado que CaixaBank tiene un 40 % de penetración en clientes y es la principal entidad para la mayor parte de la clientela, un camino por el que quiere seguir para continuar ofreciendo "un servicio de calidad, una experiencia diferencial y una relación basada en la transparencia y la proximidad".
La cuota de mercado de las oficinas es del 18 % -lo mismo en cajeros-, ligeramente por encima de los competidores de la entidad, y la penetración digital llega al 33 %.
Según Gortázar, "tenemos los canales" para continuar estando "cercanos" a los clientes, para los que este año lanzará una nueva aplicación móvil de "línea abierta".
Entre los avances en digitalización, ha citado la movilidad que aportan las tabletas con las que se ha equipado a la plantilla, y la transformación de algunas oficinas que han sido diseñadas para dar un mejor servicio en los grandes centros urbanos.
El consejero delegado ha señalado que la entidad debe ser "suficientemente ágil" para acompañar el cambio de la digitalización y tener las capacidades para superar a sus competidores.
Gortázar ha destacado que este año será "muy importante" para seguir progresando en BPI, ayudado por la mejora de la economía portuguesa. "A través de BPI estamos muy bien posicionados para beneficiarnos de esta mejora" en el crecimiento de la economía y la reducción del paro, ha manifestado.
Entre los objetivos para BPI está situar la rentabilidad en el 10 % en 2010 y mejorar el ratio de eficiencia, y para ello 2018 "será un buen año", ha dicho.
Todas estas prioridades se enmarcan en una manera "diferente" de hacer banca, vinculada a la acción social, para la que se han presupuestado 520 millones de euros.
En el entorno europeo, el consejero delegado ha señalado que está siendo más favorable en una economía más positiva en unos años de crecimiento que "están ayudando a curar las heridas de la durísima crisis", por lo que se avanza "en la dirección correcta".
En caída del crédito, "parece que se acerca el momento de tocar fondo" y a medio plazo se verán crecimientos de crédito en el sector, según ha indicado.
En cuanto a los tipos de interés, "el viento favorable todavía sopla poquito" pero "esperamos tener algo más de soporte" para mejorar la rentabilidad de la banca en esta parte del negocio.