MADRID, (EP). Cada año se diagnostican 1.800 nuevos casos de esclerosis múltiple en España de los que un 70 por ciento corresponden a personas en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Estas cifras convierten a la esclerosis múltiple en una de las enfermedades neurológicas más comunes entre los jóvenes, aunque existen casos más precoces y también tardíos de la enfermedad. Los datos de la SEN muestran que la enfermedad afecta a un total de 47.000 personas en España, 700.000 en Europa y a 2,5 millones de personas en todo el mundo.
Este domingo se celebra el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, una enfermedad que en las dos últimas décadas se ha duplicado no sólo debido a que los medios diagnósticos sean mejores y se diagnostique más tempranamente la enfermedad, sino que parece haber factores ambientales que favorecen la aparición de la enfermedad, como el tabaquismo, el déficit de la vitamina D, las radiaciones ultravioletas, el cambio de dieta u otros factores que no han sido determinados.
"Aún se desconoce cuál es el origen de la enfermedad, por lo tanto resulta complicado explicar el motivo exacto de este incremento. No obstante, las últimas investigaciones han identificado ciertos factores medioambientales que podrían condicionar la enfermedad y muestran una mayor susceptibilidad de las mujeres hacia éstos", ha señalado la coordinadora del grupo de estudio de enfermedades desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la doctora Ester Moral Torres.
Además, a medida que se incrementan los casos de esclerosis múltiple, también parece aumentar la proporción de mujeres que la padecen, la probabilidad de que una mujer llegue a padecer la enfermedad ha pasado del 1,4 de los primeros estudios, al 3,2 actual.
En los últimos años, la investigación sobre esclerosis múltiple ha avanzado notablemente por lo que el diagnóstico es más precoz y el tratamiento es cada vez más individualizado. En la última década también se han producido grandes avances en el tratamiento de la enfermedad, con la aparición de fármacos más eficaces, más fáciles de administrar y con menos efectos adversos.
Aún no se ha descubierto la cura, pero un gran número de pacientes lleva conviviendo más de 15 años con la enfermedad sin presentar discapacidad importante, por lo que se puede llegar a llevar una vida normal. A pesar de esto, la esclerosis múltiple sigue siendo una enfermedad grave ya que es la causa más importante de discapacidad no traumática en el adulto joven y también una enfermedad capaz de reducir significativamente la esperanza de vida si es deja a su evolución natural.
El diagnóstico de los pacientes, la utilización temprana y adecuada de los recursos terapéuticos disponibles es un factor esencial para mejorar ya que, según estima la SEN, la media de retraso en el diagnóstico y tratamiento es de entre uno y dos años.
"El control de la fase inflamatoria de la enfermedad es cada vez más eficaz y por lo tanto resulta muy importante tratar al paciente desde el inicio de la enfermedad, ya que esto se asocia a una mejor evolución a largo plazo y menos discapacidad. En todo caso, los tratamientos disponibles tienen distintos grados de eficacia, mecanismos de acción, efectos secundarios y modos y frecuencias de administración. Por tanto es de sumo interés tanto realizar un diagnóstico temprano como realizar un seguimiento adecuado de la evolución de la enfermedad de cada paciente, con el fin de realizar una terapia personalizada", ha destacado la doctora Moral.
"No obstante, y a pesar de los avances realizados, después de 15-20 años de evolución de la enfermedad habrá pacientes que tendrán una discapacidad importante que les limitará su calidad de vida, por lo que resulta imprescindible continuar investigando para conseguir frenar el avance de la discapacidad y recuperar capacidades perdidas, es decir, proteger y neuroregenerar", ha puntualizado.
Los síntomas más comunes que presenta esta enfermedad son en el 45 por ciento la alteración de la sensibilidad, en el 40 por ciento la alteración motora y en el 20 por ciento los trastornos visuales, aunque estos difieren de unos pacientes a otros, así como su severidad y su orden de aparición.
A pesar de que la repercusión social y laboral de los síntomas que presenta la enfermedad es diferente de unos pacientes a otros, lo cierto es que, un 75 por ciento de los afectados por esclerosis múltiple cuenta con certificado de minusvalía, un 50 por ciento necesita de apoyo para deambular y un 23 por ciento necesita silla de ruedas.
La especialista ha recordado que la esclerosis múltiple es una enfermedad crónica que afecta a gente joven y como tal tiene unas necesidades de atención diferentes, la planificación y la atención de una enfermedad neurológica crónica como esta debe orientarse tanto a pacientes como a cuidadores y al núcleo familiar.
"Desde el punto de vista de la atención del paciente, teniendo en cuenta el aumento de la prevalencia, de que es una enfermedad que precisa de seguimiento periódico a largo plazo y tratamiento personalizado, y dada la complejidad del manejo diagnóstico y terapéutico, el II Plan Estratégico Nacional para el Tratamiento Integral de las Enfermedades Neurológicas (PENTIEN II) de la SEN recomienda que la atención asistencial de la esclerosis múltiple tenga lugar en consultas monográficas o unidades de EM siempre que esto sea posible dependiendo de los recursos disponibles en cada área sanitaria o comunidad autónoma", ha concluido la doctora Moral.