VALÈNCIA (EFE). La Comisión Europea (CE) revisó al alza este miércoles sus previsiones de crecimiento económico para la Unión Europea (UE) y la eurozona durante 2021 y pronosticó que el producto interior bruto (PIB) en ambas áreas avanzará un 4,8 %.
Bruselas también mejoró sus estimaciones para 2022, año en el que espera que el PIB aumente un 4,5 % tanto en los diecinueve países que comparten la moneda única como en los Veintisiete.
Así, las previsiones macroeconómicas de verano de la CE publicadas hoy contrastan con las de mayo, cuando se estimó que el PIB crecería un 4,3 % en la eurozona y un 4,2 % en la UE durante 2021 y un 4,4 % en ambos espacios durante 2022.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, aseguró en una rueda de prensa que el incremento de seis décimas porcentuales en la proyección de crecimiento de la UE para 2021 es "el más alto en más de diez años".
El Ejecutivo comunitario confía en que el PIB recupere los niveles previos a la pandemia en el último trimestre de este año en el área del euro y en la Unión Europea.
Gentiloni afirmó que todos los Estados miembros de la UE habrán recuperado o superado el nivel de PIB previo a la crisis en el tercer trimestre de 2022 "como muy tarde" y "la mayoría" para finales de 2021.
La Comisión espera un mayor crecimiento después de que la actividad en los primeros tres meses de 2021 "superara las expectativas".
Precisó en un comunicado que una estrategia de contención del virus "efectiva" y el avance en la vacunación "provocaron una disminución en el número de nuevas infecciones y hospitalizaciones, lo que a su vez permitió a los Estados miembros de la UE reabrir sus economías" en el segundo trimestre.
Bruselas especificó que esa reapertura "benefició, en particular, al sector de los servicios", y agregó que las encuestas entre consumidores y empresas, así como los datos sobre movilidad, "sugieren que un fuerte repunte en el consumo privado ya está en marcha".
Señaló, igualmente, que hay "pruebas" de una recuperación de la actividad turística dentro del club comunitario, "que debería beneficiarse más" tras la entrada en vigor del certificado digital covid europeo el 1 de julio.
El Ejecutivo comunitario dijo esperar que el consumo y las inversiones privadas sean los "principales impulsores" del crecimiento, respaldados por el empleo.
Agregó que un "fuerte crecimiento" en los principales socios comerciales de la UE "debería beneficiar las exportaciones de bienes de la UE", mientras que las exportaciones de servicios "se verán afectadas por las limitaciones que siguen existiendo para el turismo internacional".
La CE destacó que el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, la piedra angular del fondo de recuperación, generará una riqueza equivalente a "aproximadamente el 1,2 % del PIB real de la UE de 2019" entre 2021 y 2022.
Bruselas admitió que la incertidumbre que rodea a las previsiones es "elevada".
"Los riesgos planteados por la aparición y expansión de variantes del coronavirus recalcan la importancia de acelerar aún más el ritmo de las campañas de vacunación", avisó.
Pese a la expansión de la variante delta en Europa y el aumento de contagios en algunos países, Gentiloni dijo no creer que se vayan a imponer nuevas restricciones, si bien reconoció que "nadie tiene certeza alguna" al respecto. También recordó que las vacunas protegen frente a las variantes.
La CE añadió que los riesgos económicos también se relacionan, en particular, con la respuesta de los hogares y las empresas a los cambios en las restricciones.
Entre las principales economías de la eurozona, liderará el crecimiento España (6,2 % en 2021 y 6,3 % en 2022), seguida de Francia (6 % y 4,2 %), Italia (5 % y 4,2 %) y Alemania (3,6 % y 4,6 %).
En cuanto a la inflación, Bruselas espera que alcance el 1,9 % en 2021 y el 1,4 % en 2022 en la eurozona. En la UE se situará en el 2,2 % y el 1,6 % respectivamente.
Esos porcentajes se revisaron hoy al alza frente a mayo.
El Ejecutivo comunitario apuntó que los precios crecientes de la energía y las materias primas, los atascos en la producción debidos a las limitaciones de capacidad y la escasez de algunos insumos, así como una fuerte demanda, tanto interna como externa, "deberían ejercer presiones al alza sobre los precios de consumo este año".
No obstante, la CE confía en que esas presiones se moderen de manera progresiva a medida que se levanten las limitaciones de producción y converjan la oferta y la demanda.
En cualquier caso, la Comisión asumió que la inflación podría ser mayor de lo previsto si las limitaciones de la oferta son más persistentes y las presiones sobre los precios repercuten en mayor medida sobre los precios de consumo.