discrepancias con la candidatura de bascuñana

Bonig enfada a Génova con el debate sobre Orihuela y colma la paciencia de Casado

29/01/2019 - 

VALÈNCIA. La paciencia de la dirección nacional del PP liderada por Pablo Casado con la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, está cada vez más próxima del agotamiento. Esto no significa que la candidatura a la Generalitat de la líder del PPCV ya proclamada corra peligro, pero sí puede tener algunas consecuencias a corto y medio plazo. 

El último motivo de conflicto se sitúa en Orihuela. Tal y como ha informado este diario, Génova tiene decidida su preferencia por que el actual alcalde del municipio, Emilio Bascuñana, repita como cabeza de lista mientras que la cúpula del PPCV liderada por Bonig es partidaria de apostar por otro candidato o candidata. Una cúpula en la que, cabe recordar, figura como 'número dos' la oriolana Eva Ortiz, mano derecha además del presidente provincial del PP de Alicante, José Císcar.

Así pues, parece evidente que estas dos direcciones -regional y provincial- pretenden impedir por todos los medios la continuidad de Bascuñana. Al margen de las cuestiones estratégicas -la sintonía entre el alcalde y Eva Ortiz es nula-, las razones que esgrimen son las supuestas anomalías respecto a su etapa como asesor de la dirección territorial de Sanidad, entre 2008 y 2014. Un asunto sobre el que la conselleria ha abierto expediente ante las dudas de que acudiera a trabajar en ese periodo de tiempo.

Unos argumentos que no son suficientes para que Génova piense en dejar caer a un alcalde que, cabe recordar, respaldó primero a María Dolores de Cospedal y luego a Pablo Casado en unas primarias que en la capital de La Vega Baja se vivieron con especial intensidad por el apoyo de Eva Ortiz y los suyos a la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría. Un respaldo que también, implícitamente, impulsó la propia Bonig.

De esta manera, se produce otra discusión entre Bonig y la dirección del PP, que ya tuvieron discrepancias sobre la candidatura a la Alcaldía de València o cuando Casado sitúo en la Ejecutiva a Vicente Betoret, lo que provocó un fuerte malestar en la presidenta regional que transmitió personalmente al líder nacional, pese a no haberle apoyado en el proceso de primarias.

Con estos antecedentes, a más de un dirigente popular le ha sorprendido que Bonig siga planteando pulsos a la dirección nacional. De hecho, en los pasillos de Génova todavía resuenan las declaraciones públicas de la líder regional sobre la candidatura de Orihuela: "Es una decisión que adopta la dirección regional porque recuerdo que es una competencia tenemos desde la dirección regional. Hay algunos que están intentando que se vea como un conflicto. No sé que ganas tienen de un conflicto. Es una competencia de la regional y la dirección regional elegirá la persona que sea más adecuada", sentenció. En esta línea, fuentes del partido aseguraron que desde Génova vienen instando a Bonig a moderar sus posiciones e incluso algunos abogan por animarle a "mirar la puerta de salida" si no está conforme.

Por lo pronto, las citadas fuentes apuntan a dos consecuencias a corto y medio plazo si Bonig no asume las directrices que llegan desde Madrid. La primera, su influencia en las listas autonómicas podría reducirse, dado que las candidaturas pasan por Génova para su aprobación y pueden modificarse, algo que ya ha ocurrido en las pasadas elecciones andaluzas. En cuanto a la segunda, si continúan estas tensiones, todo apunta a que la líder regional tendrá menos margen de supervivencia tras las elecciones si no consigue recuperar la Generalitat para el PP.

 

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