Un colectivo heterogéneo con edades comprendidas de 28 a 35 años y miembros de provincias valencianas, pero también de Murcia y Albacete, lleva desde 2005 reivindicando nuevos contenidos de la serie doblados en valenciano. Con la apertura de àpunt a la vista, intensifican su activismo y recuerdan la historia del anime de Akira Toriyama con la televisión valenciana
VALÈNCIA. La historia de los seguidores de Dragon Ball en valenciano es una de las más apasionantes en torno a la extinta Canal 9. Gracias a internet, un grupo de desconocidos de las provincias valencianas, pero también de Murcia, Albacete y Tarragona, empezó a conectarse en 2005 para reivindicarse y descubrir cómo la censura se impuso a una sociedad que a inicios de los 90 abría su virginal sensibilidad a unos contenidos audiovisuales normalizados en el resto del mundo. La ‘explosión’ de canales en las televisiones de los hogares españoles hizo generar un revuelo y atención sobre el medio sin precedentes. Autonómicas y privadas exploraron los límites de la retina moral a través de sucesos como la Guerra del Golfo, el Crimen de Alcàsser, los reportajes en torno a la Ruta del Bakalao y, entre muchos otros nuevos estímulos, los dibujos animados para adultos.
Bola de Dragón es un shonen de Akira Toriyama. Este tipo de anime se enfoca a un público adolescente y masculino. Publicado originalmente en la revista Weekly Shonen Jump en 1984, su éxito inmediato hizo que Toei Animation y Fuji TV se aliaran para producir el manga de mayor éxito de la historia: emitido en más de 70 países desde 1986 y en activo todavía con nuevas e inéditas historias. La potencia de su emisión también llegó a España pero la propuesta infantil de Televisión Española estaba en las antípodas de semejantes riesgos. Fue la Forta quien decidió comprar los derechos para las autonómicas y Canal Sur la tele que se adelantaría al resto emitiendo en marzo de 1989 una primera tanda de 18 capítulos. La serie no cosechó éxito durante aquel año y fue retirada de la franja. Sin embargo, cuando las televisiones gallega (TVG), vasca (EiTB) y catalana (TV3) decidieron iniciar sus emisiones en febrero de 1990, el éxito fue instantáneo.
Un año después, Canal Sur recuperó la serie y Canal 9 inició las emisiones de todo lo emitido hasta la fecha por TV3 con un doblaje propio. “Era un valenciano, el de los primeros años de Radiotelevisió Valenciana, que ya empezaba a generar cierta polémica; para algunos catalanizado y para otros todo lo contrario”, asegura Antonio Mas, impulsor de una petición popular en Change.org para que Bola de Dragón esté en la futura àpunt doblando todo el material inédito y recuperando películas y episodios antiguos. Petición realizada a la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, Generalitat Valenciana, Àpuntmedia, Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte y los partidos políticos PSPV y Compromís.
Lo cierto es que el caso valenciano es peculiar con respecto a la censura con la que han contado los seguidores de la serie en España. De partida, como en el resto de territorios, la distribuidora francesa ya cercenaba escenas para la ‘versión europea’ por motivos comerciales; para hacerla más accesible. Ese era el primer corte censor, pero el segundo lo imponía la opinión pública. La prensa y los partidos políticos de distinto signo iniciaron sus campañas en la prensa, como recoge este artículo. Sucedió en todos los territorios y a nivel estatal.
Sin embargo, como avanzábamos, el caso valenciano fue mucho más allá: Canal 9 fue la única del Estado que no cedió los audios sobre la animación para las ediciones primero en VHS y más tarde en DVD y Blue-Ray. Mientras que los seguidores de la serie en el resto de lenguas han tenido acceso a la serie durante todos estos años, los valencianos han tenido que recuperar grabaciones y compilar un material que se distribuye de manera sumergida. Capítulos que el colectivo sabe que se usa en centros educativos de manera regular. Capítulos que circulan de manera clandestina por internet y a través de dispositivos de almacenamiento digital y no solo entre alicantinos, castellonenses o valencianos: también entre seguidores de provincias limítrofes donde llegaba la edición: “el administrador del propio grupo de Facebook, Álvaro Martínez, es murciano. Hay mucha gente de Albacete… la verdad es que la mayoría de los administradores del grupo son castellanoparlantes, pero aprendieron valenciano y lo entiende por la serie”, comenta Mas a Valencia Plaza.
El grupo de seguidores de la versión valenciana se activó en 2005 e hizo servir una web para ir congregando todo tipo de material. Poco a poco la comunidad creció, pero con la llegada de las redes sociales la interacción explotó. Esta posibilidad ha servido para recopilar material, pero también para que la nostalgia se convierta en activismo. En la campaña de las Elecciones Autonómicas de 2015, lograron que el ahora president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se comprometiera a que la nueva televisión pública valenciana pasaría a contar con capítulos en valenciano de Dragon Ball. Así lo hizo en este vídeo dirigido a la comunidad de fans.
Lo cierto es que la historia de esta serie reivindicada -entre otras- en la penúltima semana del mes de agosto de 2015 por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha tenido una huella profunda en una generación pese al estrecho margen de tiempo en el que se emitió en Canal 9. De hecho, entre 1992 y 1994 se alcanzó el cenit de interés por parte de la cadena y de los valencianos sobre la serie. La audiencia era tal, con un pico del 53%, emitiendo capítulos el mismísimo 9 d’Octubre a las 15 horas y siendo la primera televisión a la hora de traducir los capítulos en el Estado durante un tiempo, que la legión de seguidores llegó a intensificarse. Las referencias en Babalà Club (el del carné de socio) y el fenómeno dio tanto de sí que en esos años RTVV llegó a hacer publicidad exterior con la llegada de nuevos capítulos.
Un movimiento que en 2015 logró un auténtico hito: de manera independiente, impulsó un crowdfunding y logró que los actores de doblaje originales participaran desinteresadamente en el doblaje de Bola de Drac: la batalla dels déus. La película se convirtió en el primer contenido inédito doblado al valenciano y por las voces originales en 20 años, fue estrenado en salas de Alboraia y Godella y congregó a más de 400 personas en sendas proyecciones. Su activismo en pro de la serie les llevó a reunir a esos actores –con los que mantienen una relación de admiración y reivindicación– en los días previos al mismo cierre de Canal 9, coincidiendo con un salón del manga en Feria Valencia. Esos son solo algunos de los logros alcanzados por un colectivo heterogéneo cuyas edades oscilan entre los 28 y los 35 años. Ahora reclama que Bola de Dragón vuelva con la nueva televisión de la que restan por doblar 78 capítulos de Dragon Ball Z, todos los de Dragon Ball GT (64) y las más recientes etapas de KAI i SUPER, además de más de una docena de películas.