VALÈNCIA. Lunes 21 de junio de 2021. El supervisor sueco recoge un hecho relevante de una cotizada llamada Inzile, que informaba al mercado sobre la intención de Enrique Bañuelos de comprarla a través de una ampliación de capital -primero- y posteriormente una OPA, tal y como contó este diario hace mes y medio. Aquel día las acciones del fabricante de vehículos eléctricos cerraron en bolsa capitalizando 89,56 millones de euros -al cambio en coronas suecas- frente a los 56,34 millones al cierre de la jornada de ayer martes. O lo que es lo mismo: se han esfumado por el camino 33,22 millones en tan corto espacio de tiempo, lo que representa una caída del 37% frente al 5% de subida en idéntico periodo del OMX Stockholm 30 Index, es decir, el principal índice del país escandinavo.
De las 22 sesiones celebradas desde aquel día, Inzile solo ha logrado acabar en positivo en seis mientras que el resto las ha saldado en negativo. De ahí que acumule unos 'números rojos' de prácticamente un 50% en lo que va de ejercicio bursátil frente al 346% que se dispararon en 2020. Cierto es que todavía triplica su valor desde que debutara en el Nasdaq First North Growth Market del Nasdaq Nordic el 28 de junio de 2019; pero no lo es menos que llegó a sextuplicarlo a primeros de este año en este mercado que vendría a ser en España el BME Growth o antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB) como se refleja en el gráfico.
De momento, Inzile sigue sin pronunciarse a la oferta del empresario saguntino, tal y como lo ha constatado Valencia Plaza, tanto del supervisor sueco como del parqué nórdico. Una operación que deberán votar en junta sus accionistas. El último hecho relevante se remonta al pasado 15 de julio, cuando Ragnar Åhgren asumió el cargo de presidente del consejo de administración -hasta entonces era consejero delegado pero ejerciendo el control societario- en sustitución de Johan Svärd.
Dos semanas antes, como publicó entonces este diario, Inzile recibía un pedido de 96 bólidos eléctricos de eFashion Championship (eFC), firma controlada por Enrique Bañuelos; pero eso sí siempre y cuando la OPA llegue a buen puerto. Todo sigue en manos de los accionistas del fabricante de vehículos eléctricos que participa -junto a QEV Technologies- en un proyecto para convertir la planta de Nissan en Barcelona en una fábrica multimarca y multiproducto de coches eléctricos. Una vez den el 'sí quiero' -como todo hace pensar-, la operación tendrá que recibir las pertinentes autorizaciones regulatorias para cerrarse.
Gráfico histórico de Inzile (Fuente: Nasdaq Nordic)
Inzile se encargará de la gestión del proyecto del pedido, que incluye el abastecimiento de la capacidad de entrega de QEV Tech, así como de otros proveedores. Los coches de carreras se producirán y entregarán dentro de los doce meses siguientes a la fecha del pedido. Pero eso sí siempre y cuando se complete la transacción para permitir que eFC adquiera el 63% de las acciones de Inzile, que le generará un margen neto de 8 millones de euros, según las previsiones de la sueca.
Como adelantó Valencia Plaza hace tres años, tras sus fracasos inmobiliarios en España y Brasil, su frustrado intento de promover el complejo BCN World en Cataluña y poco exitosa experiencia en Amper, el fundador de Astroc se embarcó en un proyecto industrial de vehículos eléctricos, mundo que conocía como promotor junto a Alejandro Agag del campeonato mundial de coches eléctricos Fórmula E. Para ello, Bañuelos puso en marcha una planta de fabricación de coches eléctricos en Montmeló, donde tenía su base el QEV Technologies, socio técnico de la escudería india Mahindra Racing, que participa en el campeonato de Formula E. En el proyecto inicial estuvo involucrado el expiloto y empresario valenciano Adrián Campos.
QEV Technologies presentó el pasado mes de abril un proyecto para desarrollar y producir en cadena -en la fábrica de Nissan que quedará sin uso a final de año- un Small Electric Vehicle (SEV), orientado al uso privado, carsharing y reparto de última milla en su versión Cargo. El plan es compartir la planta con otros fabricantes de coches eléctricos, como Inzile. El acuerdo contempla la expansión internacional de la compañía sueca fundada en 2012 por Sudamérica, Estados Unidos y Asia que incluye la apertura de una filial en Estados Unidos, donde los derechos de propiedad intelectual de QEV Tech en relación con el mercado estadounidense serán transferidos a Inzile. La dirección de la empresa hasta ahora controlada por Ragnar Åhgren permanecerá en Suecia.
Precisamente Åhgren reconocía en el hecho relevante remitido al supervisor sueco que Inzile podrá "utilizar su experiencia y red de contactos -en referencia a Bañuelos- en mercados globales, principalmente en Estados Unidos, América Latina y Asia". Por su parte, el empresario saguntino reconocía en dicho hecho relevante que Inzile es "la plataforma perfecta para consolidar empresas europeas y acometer 'joint ventures' internacionales, preferentemente en Estados Unidos y Latinoamérica. El futuro requiere diseñar soluciones de electromovilidad que el mercado y los consumidores están demandando, a través de nuevos canales comerciales, financieros y digitales".