TOKIO (EP). El Consejo de Política Monetaria del Banco de Japón (BoJ) ha decidido por una mayoría de 7 votos favorables, frente a 2 en contra mantener la tasa de depósito en el -0,1% y seguir adelante con sus compras de bonos con el objetivo de limitar la rentabilidad de la deuda japonesa con vencimiento a diez años en torno al 0%, según anunció la institución horas después de que la Reserva Federal de EEUU haya subido los tipos de interés por segunda vez en los últimos tres meses.
La economía de Japón ha continuado su expansión moderada y la entidad confía en que seguirá así respaldada por la tendencia al alza de la demanda doméstica y un moderado repunte de las exportaciones ante la mejora de la economía internacional.
En cuanto a la inflación, el Banco de Japón espera que la tasa interanual del IPC será ligeramente positiva como consecuencia de la subida de los precios de la energía y se prevé que se aproxime al 2% en el medio plazo.
Entre los riesgos para sus previsiones, la institución nipona señala la evolución de los acontecimientos en EEUU y el impacto de la política monetaria estadounidense en los mercados internacionales, así como el desarrollo de las economías emergentes exportadoras de materias primas, las consecuencias del 'Brexit' y las perspectivas sobre la deuda europea, incluyendo su sector financiero.
El BoJ sigue siendo un caso atípico entre una ola global de bancos centrales, que endurecen la política monetaria para combatir la inflación vertiginosa