El director de intermediación bursátil de Orey Financial en España recuerda que "los accionistas del Banco Popular no pueden recuperar su dinero"
MADRID. En los próximos días conoceremos más detalles de la ampliación de capital por valor de 7.000 millones de quero que va a llevar a cabo el Banco Santander, pero ya sabemos que será con derecho de suscripción preferente para los accionistas existentes. Esto es una buena noticia para el accionariado, que podrá decidir si acude y no va a sufrir una dilución tan importante como si el Santander hubiera decidido hacer la ampliación de forma acelerada, como en 2015, cuando amplió capital en 7.500 millones de euros solo entre institucionales. Según nuestras estimaciones, Santander podría lanzar la ampliación a 5,50 euros por acción, lo que supondría un descuento del entorno del 5% sobre el precio de cierre de la sesión de antes de ayer (5,80 euros).
Desde nuestro punto de vista, la ampliación de capital que va a realizar Santander por valor de 7.000 millones de euros tendría que ser suficiente para absorber los activos malos del Banco Popular. Hay que tener en cuenta, que Santander es un banco que opera a escala global y estos 7.000 millones no suponen más del 10% de su actual capitalización.
Santander se va hacer cargo del Popular a un precio simbólico para proteger la viabilidad de la entidad (principalmente de sus depositantes). La historia nos dice que la integración con Santander será total (como Banesto en su momento) y el Popular no volverá a cotizar en bolsa. Por tanto, a día de hoy no hay posibilidad de que los accionistas de Banco Popular recuperen su dinero, aunque es muy probable que, como hemos visto durante estos años, esta posibilidad sea reclamada judicialmente por los accionistas del Popular.
En cambio, los clientes de depósitos de Banco Popular no tienen que preocuparse, pues sí están protegidos. Este ha sido el principal argumento que el MUR (Mecanismo Único de Resolución) ha expuesto a la hora de tomar esta decisión.
La conclusión principal que sacamos es que, de nuevo, han vuelto a fallar los mecanismos supervisores. No hay que olvidar que hace relativamente poco se realizaron pruebas de stress a los bancos europeos. A nivel global no pensamos que esté en riesgo la salud de la banca española, pero sí que es cierto, que estas decisiones no ayudan a la industria ni a los inversores.
Borja Rubio es el responsable de intermediación bursátil de Orey Financial en España