MADRID (EP). El vicepresidente de Popular Roberto Higuera ha avanzado este lunes que la entidad está dispuesta a tomar "las medidas necesarias" para recuperar el valor del banco en beneficio de los accionistas. Durante su intervención en la junta extraordinaria de accionistas, el directivo ha comunicado que en el consejo de administración previo a la convocatoria Ángel Ron ha sido cesado como presidente de Popular y ha dimitido como consejero.
"Debemos agradecer a Ron su gesto de generosidad, dedicación y entrega al banco en un entorno muy difícil en estos años, en los que ha trabajado incansablemente y con gran sobriedad personal por la recuperación de los resultados y el reforzamiento de la solidez del balance", ha destacado.
En referencia a la crisis financiera, Higuera ha señalado que "cuando se reaccionó restringiendo el crédito era tarde" y, en el caso concreto de Popular, "algunas de sus virtudes agudizaron, paradójicamente, sus problemas". Se referiere así a la capacidad de generación de negocio del banco, su "elevada competitividad" y su "enfoque prioritario" en empresas pequeñas y medianas, que "acentuaron en un banco doméstico como este la carga en su balance de créditos a promotores y empresas relacionadas con ellos, que pertenecían en su mayoría al segmento de pymes".
"La realidad es que toda la banca europea en general y la española en particular ha tenido pérdidas muy fuertes de capitalización en bolsa y ha sido sometida a una gran volatilidad", ha señalado Higuera durante su intervención en la junta, que ha presidido por ser el vicepresidente más antiguo de la entidad.
En su opinión, la banca europea "cotiza claramente por debajo de su valor en libros" y esta "baja valoración" del sector es "consecuencia de decisiones de crecimiento en los años que precedieron al estallido de la crisis adoptadas en momento", unas "circunstancias y condiciones muy diferentes de las actuales, imprevisibles en aquel momento".
El vicepresidente de la entidad ha señalado que "no ayuda a la recuperación de la imagen de la banca" la desconfianza generada por "sonadas quiebras" en muchos países y las "persistentes dudas sobre importantes bancos alemanes, italianos, portugueses, irlandeses y otros", así como "la presunta corrupción de algunos grandes bancos internacionales" y "la inseguridad jurídica o las sentencias sobre contratos y productos bancarios aplicadas con carácter retroactivo".
"La persistencia de esta situación es fruto también de la debilidad de los ingresos de la banca en muchos países. La inacabable sucesión de requerimientos a la banca europea por parte de los reguladores, autoridades y jueces no cesa de aumentar los gastos, de limitar los resultados de la gestión comercial y elevar necesidades de capital", ha destacado Higuera.
El vicepresidente ha concluido que todos estos factores, junto con un entorno de tipos de interés "poco propicio" no permiten prever "una pronta y enérgica recuperación de bajos retornos para el capital en la banca".
Higuera ha puesto en valor que el que será el nuevo presidente del banco, Emilio Saracho, además de poseer conocimientos de los mercados financieros por su etapa como banquero de inversión, "tiene valores fundamentales para Popular".
En concreto, se refiere a su experiencia "en cargos de gran responsabilidad de gestión en JP Morgan", una "larga trayectoria asesorando a instituciones financieras", un conocimiento "de primera mano" sobre los criterios de valoración de inversores y mercados y un "gran prestigio internacional".
La junta extraordinaria votará el nombramiento de Emilio Saracho -que ha estado presente en la reunión- como consejero ejecutivo y, posteriormente, el consejo de administración lo nombrará presidente de la entidad.
Por otra parte, el vicepresidente ha querido destacar el "meritorio esfuerzo" de toda la plantilla del banco en gestionar este proceso bajo la dirección del equipo saliente, así como ofrecer un "reconocimiento especial" a los accionistas "por su contribución a esta tarea de reforzamiento del balance". "Debemos también estar reconocidos a los clientes por su lealtad", ha añadido.
En general, ha manifestado el agradecimiento del consejo de administración del banco a "todos los empleados, accionistas, inversores y clientes" que durante la crisis económica "han apoyado al banco y le han ayudado a sortearla".
Mientras tanto, accionistas de Popular han cargado este lunes contra el antiguo equipo gestor del banco, al afirmar que "ha manejado el banco como su huerto particular" y lo ha dejado con pérdidas históricas, reclamando la ejecución de una auditoría interna para analizar la etapa en la que Ángel Ron ha ocupado la presidencia de la entidad.
Los accionistas también han reclamado responsabilidad patrimonial al antiguo equipo gestor, así como que le retiren al expresidente la pensión de cerca de 8 millones de jubilación que le queda al abandonar la entidad.
"Si no se hubiera ido a la última ampliación de capital, el banco estaría 'tipo Bankia'", ha señalado uno de los intervinientes en la junta extraordinaria que se celebra este lunes en Madrid, donde ha insistido en la necesidad de hacer "una purga real" en la entidad. "Se ha perdido el honor por todas las esquinas", ha manifestado otro.
La mayoría de los accionistas que han tomado la palabra ha arremetido contra Ron por no hacer autocrítica y han censurado que se despidiera "con orgullo y la cabeza bien alta" cuando el banco ha presentado pérdidas por un importe cercano a 3.500 millones de euros.
"¿Me podrían decir cuál es el deber que tenía Ron en el banco? ¿Era llevarlo a la bancarrota? Tiempo ha tenido para girar en sentido contrario", se ha quejado un asistente. Otro de los accionistas ha señalado que en el pasado Popular era ejemplo de "mesura, de prudencia y de seriedad", hasta que Ron compró Pastor y entró en el sector inmobiliario "en los últimos años de la burbuja" para cerrar el ejercicio 2016 "con pérdidas históricas".
"El Banco de España tenía que haber intervenido y haber cesado a Ron. No se puede ir con toda su caradura de rositas", se ha quejado otro de los accionistas, que ha recordado que los títulos de la entidad se han depreciado un 90% en los últimos años.