MADRID (EP). Banco Popular ha culminado el cierre de 195 sucursales y ha integrado su negocio en otras oficinas, una acción que entra dentro del plan de reestructuración que está llevando a cabo la entidad y que contempla el cierre de 302 oficinas.
Según ha informado el banco, el resto de sucursales afectadas por este plan se terminarán de integrar en las próximas semanas, con el fin de que el proceso esté finalizado el 22 de diciembre.
Popular explica que la mejora de la rentabilidad y la eficiencia se encuentran detrás de esta remodelación de la estructura de su red comercial. Esto permitirá mejorar en agilidad y simplificar los procesos administrativos que actualmente se producen en las oficinas, así como mejorar el tiempo de atención comercial.
El banco insiste en que sus clientes no se verán afectados por esta reestructuración, puesto que el negocio de las sucursales que se están cerrando es integrado en otras de la misma zona. Además, una parte de las tareas de tipo administrativo se reorientarán y serán transferidas a centros especializados de 'back ofiice' para liberar el tiempo que pueda ser dedicado a la actividad comercial.
"Este nuevo modelo se extenderá a todas las sucursales de la red a lo largo de 2017, acompañado de la optimización operativa y digitalización", apunta. La integración de estas oficinas coincide con el proceso de ajuste de plantilla que ha ejecutado el banco y que ha implicado la salida, mediante adhesiones voluntarias de 2.592 empleados.