prevé que continúe creciendo a un ritmo sólido

BBVA contempla que la economía valenciana complete seis años creciendo a una media del 2,8%

3/10/2018 - 

VALÈNCIA. BBVA Research prevé que la economía valenciana continúe creciendo a un ritmo sólido del 2,7% en 2018 para desacelerarse progresivamente hasta el 2,3% el año que viene, según el último informe 'Situación Comunitay Valenciana' presentado este miércoles por Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Resarch; David Conde, director de la Territorial Este de BBVA; y Carlos Rodríguez Escudero, director Regional Este de Banca de Empresas y Corporaciones de BBVA. De cumplirse estas previsiones, según dicho informe, podrían crearse unos 110.000 nuevos puestos de trabajo en la Comunitat Valenciana entre finales de 2017 y 2019; mientras la tasa de paro se reduciría hasta el 12,6%.

La economía de la Comunitat Valenciana mostró un elevado dinamismo durante la primera parte del año donde el PIB podría haber crecido a un ritmo medio del 0,7% trimestral, lo que equivale a una tasa proyectada del 2,8% anual. De cara al tercer trimestre del año, los indicadores más recientes apuntan hacia un repunte del 0,5%, lo que a juicio de los expertos de BBVA augura un incremento de la economía valenciana para este año del 2,7%.  Según BBVA Research, dicho comportamiento se explica por el buen tono de la inversión y pese al menor crecimiento del consumo privado y del turismo. Así, la inversión en equipo y no residencial se ha acelerado en lo que va de año y la construcción residencial también mantiene su dinamismo, aunque este comportamiento no se ha trasladado aún a un aumento de los precios de la vivienda.

También el sector público ha aprovechado la recuperación económica para impulsar tanto el gasto como la inversión. Por el contrario, el consumo privado ha empezado a mostrar síntomas de desaceleración por el progresivo agotamiento de los factores que empujaron la demanda doméstica en los últimos años. Además, el sector turístico está experimentando crecimientos menores que el año pasado. A esto se añade el freno en las exportaciones no energéticas por la caída en el sector automotriz, en particular hacia Reino Unido. Aunque el mercado laboral se está desacelerando levemente, se mantiene muy dinámico, con una tasa de crecimiento internanual de la afiliación a la Seguridad Social del 3,4% en el mes de septiembre.


Todo ello apunta a que el crecimiento del PIB regional podría alcanzar el 2,7% en 2018, para desacelerarse levemente hasta el 2,3% en 2019. Diversos factores contribuirán a esta evolución. En este sentido, a pesar de los síntomas de desaceleración, continúa la recuperación global que debería impulsar las exportaciones y contribuir a mantener la mejora de la inversión productiva. Junto a ello, la política monetaria seguirá siendo expansiva también durante este bienio, y es de prever un proceso de normalización lento y que los tipos de interés del BCE no empiecen a aumentar hasta la segunda mitad de 2019. Este tono expansivo de la política monetaria seguirá impulsando la construcción residencial. 

En el ámbito de la política fiscal, los Presupuestos Generales del Estado de 2018 son expansivos, de manera que la política fiscal es procíclica, por lo que las perspectivas sobre la evolución de la demanda interna son positivas para el segundo semestre del año. 

Una "demanda embalsada"

Sin embargo, el incremento de la demanda interna podría ser menor que en años anteriores. Esto se debería, en primer lugar, al agotamiento del empuje ligado a la “demanda embalsada” durante la crisis, así como la pérdida de tracción de los vientos de cola que venían impulsando la actividad, lo que tiende a desacelerar el consumo de los hogares. En segundo lugar, distintos factores, como el incremento de precios y la mejora de la seguridad en destinos competidores, podrían continuar ralentizando la recuperación en el sector turístico. Finalmente, aunque parece atenuarse la tensión política en Cataluña, algunos indicadores, como la afiliación, sugieren que el efecto negativo perdura, lo que podría afectar a la economía valenciana en mayor medida. 

BBVA Research prevé que, si se cumple el escenario planteado para la economía valenciana, la región podría completar seis años con un crecimiento anual promedio del 2,8%, cinco décimas por encima del crecimiento promedio desde 1981. En este contexto, entre el final de 2017 y el de 2019 se espera que se puedan crear unos 110 mil puestos de trabajo, y reducir la tasa de paro hasta el 12,6%, 3 p.p. por encima del nivel precrisis. 


Sin embargo, la recuperación del empleo no se está produciendo por igual en todas las zonas de la región: se observa un mayor dinamismo en las áreas urbanas y el sur de la Comunitat, mientras que el norte se encuentra aún lejos de los niveles de afiliación precrisis. Aunque al final del bienio se vaya a recuperar el nivel de PIB absoluto y per cápita previo a la crisis, el empleo se encontrará todavía unos 6 p.p por debajo del máximo alcanzado en la anterior época expansiva. 

En un escenario con sólidas perspectivas de crecimiento para la Comunitat, BBVA Research ha observado señales de desaceleración que suponen exigentes retos a medio plazo para la economía valenciana. En este sentido, BBVA Research apunta que es necesario seguir incidiendo en políticas que ayuden a reducir más rápidamente la tasa de desempleo y la temporalidad, y a incrementar la productividad del factor trabajo. Así, es necesario aprovechar las oportunidades de la revolución digital, con políticas que suavicen la transición, amortigüen los costes y potencien los beneficios. Para ello, es preciso continuar impulsando la mejorara del capital humano, la atracción de talento, la rápida adopción de nuevas tecnologías en el sector privado y público, y el incremento del tamaño medio de las empresas.

Incertidumbre política 

El entorno político y económico presenta riesgos y la probabilidad de algunos de ellos se ha incrementado en los últimos meses. Así, aunque la incertidumbre de política económica en España parece reducirse, persisten las dificultades sobre el tono de la política fiscal hacia 2019. Adicionalmente, la composición que se prevé del crecimiento para España es menos “virtuosa”, con un mayor protagonismo del consumo, tanto público como privado, y de la inversión en construcción, pero con un menor crecimiento de las exportaciones e inversión en maquinaria y equipo. 

Fuera de España, un aumento adicional del precio del petróleo, el desenlace del proceso de negociación del Brexit, el incremento de la prima de riesgo en Italia, el aumento de las tarifas arancelarias o un menor crecimiento en la UEM podrían inducir una desaceleración del crecimiento del PIB regional. Frente a esto, BBVA Research estima que la política monetaria podría permitir unos tipos de interés bajos durante más tiempo del previsto y un euro más depreciado que apoye las exportaciones. 

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