MADRID (EP). La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha advertido de que, a medio plazo, la "prolongación" de la crisis de Cataluña puede "tener consecuencias notables sobre los mercados y la actividad económica". Concretamente, señala en su última Nota de Estabilidad Financiera que en los mercados se puede producir un "endurecimiento" de las condiciones de financiación de los agentes y una "pérdida de confianza" que den lugar a descensos de las cotizaciones y a "rebrotes puntuales" de la volatilidad.
La CNMV ha publicado este lunes el indicador del nivel de estrés de los mercados financieros correspondiente al tercer trimestre y octubre, cuando se mantuvo en niveles bajos, a pesar de que en el décimo mes del año ha experimentado un leve repunte, "probablemente relacionado con la crisis política en Cataluña". Así, el nivel de estrés se situó a principios de octubre en el 0,15%, mientras que al cierre del segundo trimestre del ejercicio este índice se encontraba en el 0,19%. El leve repunte experimentado por el índice en octubre está, "probablemente", relacionado con la crisis política en Cataluña, según analiza el supervisor, que matiza que "no fue de gran magnitud", pues "los descensos de las cotizaciones y el incremento de la volatilidad no fueron tan severos como en periodos de crisis anteriores".
La CNMV ofrece este indicador de forma mensual, si bien elabora un análisis de los riesgos de mercado con carácter trimestral. En el último informe, el supervisor cita como "fuentes de incertidumbre política", entre otras, a la crisis institucional en Cataluña, que por el momento ha tenido "un impacto limitado en los mercados financieros", aunque "su rumbo ha empezado a divergir de la tendencia observada en otros mercados europeos de referencia".
El organismo presidido por Sebastián Albella señala que el impacto de esta crisis sobre la actividad económica "es difícil de cuantificar en este momento", aunque existen indicadores que ya muestran revisiones a la baja en los beneficios por acción esperados de varias cotizadas durante el próximo año. "En este escenario, es posible que algunos proyectos de inversión puedan verse retrasados o, incluso, suspendidos", advierte el supervisor.
Por otra parte, la CNMV también considera "fuentes de incertidumbre política" al alcance de la política fiscal expansiva anunciada por la Administración estadounidense, al Brexit o a algunas tensiones geopolíticas entre diferentes potencias, junto con la posibilidad de que se produzcan atentados terroristas.
De momento, el nivel de estrés más elevado se mantiene en el segmento de renta fija, debido tanto al incremento de la volatilidad como al empeoramiento de la liquidez, y se observa un ligero aumento en el segmento de renta variable, según este informe de la CNMV. Durante los meses de verano, el estrés se ubicó en niveles mínimos, "pues los mercados mostraron una elevada estabilidad" y no se vieron alterados por "el todavía reciente proceso de resolución de Banco Popular o los atentados terroristas de Barcelona", de acuerdo con la Nota.
El índice de estrés de los mercados financieros proporciona una medida en tiempo real del riesgo sistémico en el sistema financiero español. El dato oscila entre 0 y 1 y se obtiene mediante agregación ponderada de los niveles de estrés estimados en renta variable, renta fija, intermediarios financieros, mercados monetario, derivados y mercado de cambios. Si el indicador se sitúa entre 0 y 0,27, el nivel de estrés de los mercados es bajo, mientras que entre 0,27 y 0,49 es medio. A partir de 0,49 el riesgo sistémico del sistema financiero español es elevado. El supervisor ofrece este indicador de forma mensual, si bien elabora un análisis de los riesgos de mercado con carácter trimestral.
Por otra parte, el supervisor señala que el desarrollo del negocio bancario en España sigue lastrado por el entorno de bajos tipos de interés y la consolidación de "otras fuerzas competitivas aún en ciernes", como las fintech o las compañías de 'shadow banking'. En el caso de España, el entorno es "más favorable" por la consolidación del crecimiento económico, que ha llevado a una disminución de la tasa de morosidad hasta el 8,4%, aunque "el sector no está exento de riesgos", como lo demuestran el proceso de resolución de Popular de principios de junio o la decisión de las entidades más importantes radicadas en Cataluña de trasladar su domicilio social a otras regiones debido a la incertidumbre.
Por otra parte, el supervisor considera que el crédito bancario da síntomas de recuperación de forma localizada, pero el saldo total aún sigue condicionado por el proceso de desapalancamiento de numerosos agentes.