Hoy es 24 de noviembre

movistar artsy en València

Ausias Pérez, el artista gráfico detrás de Rosalía, Nathy Peluso o theBasement

El diseñador gráfico, que acaba de volver en su València natal, confiesa qué le inspira de la ciudad

14/11/2018 - 

VALÈNCIA. Ausias Pérez ha vuelto a la ciudad tras varios años viviendo en Barcelona. Su obra, sin embargo, ha estado siempre muy ligada a la escena cultural de su València natal. En el imaginario del lector resultará fácil identificar marcas como la de theBasement, Nathy Peluso, Rosalía, Arenal Sound, Wax, Cookin' Soul o Dano. Y estos son solo algunos de todos los artistas que han colaborado con Pérez, en una carrera claramente ligada a la cultura urbana en general y a la música en particular. Empezó en el graffiti y ahora es uno de los grandes nombres del diseño de tipografías a nivel nacional; todo esto, sin haber perdido una esencia que brota de la calle y de las referencias hip-hop más genuinas. La plataforma Movistar Artsy, que este jueves celebrará en Convent Carme su segundo showcase, contará con su voz, junto a otros artistas como Maria Gea, Fran Bassi o César Sebastián.

- Para poder diseñar esa diversidad de marcas y encargos que te hacen tiene que mezclar una cantidad ingente de referentes muy marcados, ¿de dónde salen y cómo funciona ese proceso de mezclarlos?
- Precisamente uno de los artistas con los que más trabajo, Dano (Ziontifik), siempre me dice que el estilo que yo tengo de diseñar es el mismo que él tiene de producir, que es el del hip-hop: samplear, coger cachos de instrumentos de soul o de funk y reversionarlos para hacer algo más actual. Las referencias me vienen dadas porque el propio artista me enseña las suyas propias, o sino acuden a mí personas que conocen mi obra y creen que compartimos influencias, como mi último trabajo con Cookin' Soul, que tiene como punto de encuentro nuestra filia por Ralph Lauren. 

- ¿Y hay referentes recurrentes?
- La publicidad de los 70 y los 80, la psicodelia y también bebo mucho de artistas como John Alcorn, Peter Max, Ettore Sottssas, Milton Glaser, Paul Rand, Daniel Torres, Joan Verdú, Miquel Calatayud, Magritte...

- Trabaja habitualmente con marcas comerciales, ¿cuáles son los pros y los contras de esto?
- Los pros son la oportunidad de manejar presupuestos grandes, la visibilidad y gestionar un equipo de trabajo que te ayuda mucho. La contras es, sobre todo, la cadena y la jerarquía de decisiones: desde que tienes una idea hasta que la aprueban, hay una serie de procesos en el que tienes que defenderla (o incluso que la defiendan por ti) y muchas veces se escapan propuestas que pueden molar mucho.

- Viniendo del mundo de la música, tendrá en cuenta esta revalorización que tiene actualmente algo "hecho desde el underground". ¿Crees que eso choca con el trabajo con estas marcas?
- Todo lo contrario, creo que se retroalimentan muy bien. El haber venido desde abajo, desde el graffiti incluso, y haber trabajado con muchas artistas con los que he sido responsable de todo el proceso me ha dado un bagaje que las marcas valoran mucho. Por otra parte, cuando trabajas con grandes empresas, adquieres un trabajo procesal que te hace mucho más eficiente; además, hacer muchos contactos en esos equipos de trabajo te puede echar una mano luego en tus obras más personales.

- La ciudad de València, ¿le inspira o todo lo contrario?
- Me inspiran muchos lugares de València y he hecho muchas cosas pro bono sobre la ciudad, homenajes por simple amor al arte.

- Espai Verd es uno de esos lugares, ¿qué es lo inspirador de este edificio?
- Yo estoy muy contacto con la arquitectura, y Espai Verd representa una de las estéticas que más me gustan: es Japón, es anime, es brutalismo fuera de su tiempo, está aislada de la ciudad y girada 45º de la planta habitual en su barrio... Tiene algo que hace no cansarme nunca de ir. 

- Hay un debate constante en la escena cultural local que se pregunta si València trata bien a sus artistas, ¿qué dice su propia experiencia?
- Tengo que estar muy agradecido porque siempre he trabajado mucho con varias marcas y proyectos de aquí. Además, ahora estoy empezando a producir también para instituciones. Mi base de trabajo empezó aquí y nunca he dejado de recibir muchos encargos. Hay gente que puede decir que no es profeta en su tierra, pero no es mi caso.

- No se puede desligar su trabajo de la música urbana, ¿puede ser que en tiempos de la viralidad, el público no haya llegado a asimilar la profundidad que merece esa cultura de la calle?
- Yo creo que pensar eso es menospreciar al público. La música urbana es radicalmente popular y aquí se ha mantenido al margen porque los medios no han contribuido a que llegue a todo el mundo como sí se ha hecho en Francia o en Estados Unidos desde hace 30 años. Mi disciplina original es el graffiti y ha pasado de ser algo casi inaccesible a normalizarse en todos los barrios. Me parece muy positivo que los artistas underground puedan acceder, gracias un internet democratizador, a la industria. Ser popular mueve pasta, y hace que gente con talento tenga dinero para hacer cosas, y que ese dinero llegue a los creativos que estamos alrededor de estos artistas... Y no es solo cuestión de dinero, es cuestión también de que se nos tome en serio. Y quien quiera mantenerse en el underground, puede hacerlo sin problema alguno.

- ¿Que significa estar, en el momento actual de su carrera, en la plataforma de Movistar Artsy?
- Siempre es positivo poner las cosas en orden y hablar de tu trabajo para aportar algo a la escena, dentro de tus posibilidades. Y también tener la responsabilidad de poder alentar a los artistas a que desarrollen su trabajo a partir de tu propia experiencia.

- ¿Cómo se puede traducir esa cultura tan de de la calle, tan analógica, a unos códigos digitales, viniendo el público mayoritariamente de internet?
- Es que internet es la calle, los street son la gente más actualizada y más al tanto de lo que pasa en la red. También internet es la calle, en la medida en la que democratiza y difunde las ideas más populares. Los dos conceptos están claramente ligados y yuxtapuestos. 

- Su obra mezcla procesos de trabajo manuales y digitales, ¿con qué se sientes más cómodo?
- El tipo de trabajo que hago yo normalmente tiene un acabado digital pero co un proceso manual, y también viceversa. Me siento cómodo de las dos formas porque siempre van de la mano, aunque solo sea bocetear algo antes de hacerlo en el ordenador.

- ¿Crees que los artistas actuales, al tener más herramientas y una cultura visual más amplia, pueden ser potencialmente mejor que los de hace unas décadas? 
- Lo más viejo siempre es mejor. Me considero un nostálgico y me gustan más las cosas de antes, el esfuerzo que costaba sacar las cosas adelante, por ejemplo. Ahora, con la inmediatez y la rapidez de producción y absorción de imágenes, todo eso ha perdido valor.  Me gusta mucho la tendencia de hibridar lo humano con la tecnología, pero no creo que sean potencialmente mejores. 

- ¿Y en su propia carrera?
- Mi imaginario pertenece al pasado, pero mi manera de contarlo es actual.

Noticias relacionadas

next
x