OBITUARIO

Augusto Castellote: in memoriam

6/06/2017 - 

VALÈNCIA. Con mucha emoción y sentimiento escribo estas letras dedicadas a mi padre, Augusto Castellote, hombre especial y personal para quienes le conocieron y un espejo en el que me he sentido identificado durante toda mi vida. Si hay dos cosas que me apasionan son el cine (del que hago crítica, producción y veo cuanto puedo; en el que hago crítica, producción y veo todo lo que puedo; desde bien pequeño recuerdo mis tardes de tres películas en el cine Savoy y los estrenos en el Rialto) y mi afición por el Levante UD, apasionado por verlo jugar contra el Paiporta, el Monóvar o mas recientemente contra el Valencia CF.

De él puedo decir que no inculcaba en mí esas pasiones: al ir con cinco años a las oficinas de Mercurio Films, la distribuidora, me hacía mis propias películas viendo aquellos carteles de Le llamaban Trinidad (Enzo Barboni, 1970), Los girasoles (Vittorio De Sica, 1970), No profanar el sueño de los muertos (Jorge Grau, 1974) y tantas otras.

Mi padre llegó a Mercurio Films en torno a los años 50. Escaló desde su trabajo como botones hasta la gerencia de la empresa, a finales de los 60, tras pasar como responsable de su programación. Fue una distribuidora con películas en su haber como Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941; que siempre me dijo que nadie quería estrenar), La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968), El furor del Dragón (Bruce Lee, 1972), Rififi (Jess Franco, 1963), entre muchas. 

Él disfrutaba mucho con su foto sacada a las tres de la tarde un sábado de verano con una cola hasta la bandera en el Rialto en la semana número 44 del estreno de Le llamaban Trinidad. ¡Qué tiempos! También enseñaba las fotos dedicadas de Agata Lys en 1976 por el estreno de La nueva Marilyn (José Antonio de la Loma), en el cine Tyris. Era la época de la apertura a la democracia y del cine del destape. Se encargaba de la programación de los ya citados cines Savoy y Rialto, pero también el Castella o el Leones, entre otros.

El cierre de Mercurio Films en 1979 fue una convulsión, pero continuó peleando con otra distribuidora, esta vez regional, como no me consta que haya existido en nuestra ciudad: R.R.Films. Trajo títulos como la reposición de La Guerra de los Mundos, La orgía, El autobús atómico y otras cintas de la época como Bacanales Romanas con Ajita Wilson y El hombre del pito mágico, para ir finalizando su carrera como distribuidor de Opalo Films con películas como la reposición de Bilbao y Lola de Bigas Luna, Pan de Ángel, El Pico y El Pico 2, estos últimos, buenos éxitos de taquilla. 

Más tarde colaboraría con la empresa de su amigo Vicente Gil hasta el cierre de las salas que poseía este último. Recuerdo, también, que poca gente del sector, cuando se inauguraron los cines Albatros, confiaba en un tipo de cine en versión original y alejado del centro de la ciudad. Él comentaba: "(Antonio) Llorens y estos saben muy bien lo que se hacen. Yo no entiendo tampoco de esto, pero seguro que sale bien"... y ya se sabe lo que duraron.

Aquí, en este Pico 2, entre de meritorio de dirección y a la vez seguí hasta aprobar mi oposición de funcionario. En aquel joven y loco momento quería seguir en lo que consideraba 'lo mío', el cine, pero como sabio y gran hombre que fue, mi padre casi me obligó a aceptar esa oposición. Ahora, cuánto te lo agradezco, porque a pesar de todo, el cine sigue y seguirá hasta el final de mi vida y el Levante UD también. Gracias por conocer a gente tan estupenda como Vicente Gil, Octavio Morella, Ernesto Sebastián y todos los exhibidores valencianos que me aprecian y ante los que he sido avalado por ti.

Descansa en Paz. Hasta siempre. El Llevant en primera!

In memoriam de Segio Castellote a Augusto Castellote