VALÈNCIA. Al Banco Popular (POP) le volvieron ayer a dar de lo lindo en bolsa (-17,90%) y, por segundo día consecutivo, moviendo otro descomunal volumen de acciones si bien es cierto que no tanto como en la víspera cuando batió su récord histórico al intercambiar de manos casi 385 millones de títulos. Ayer fueron 'solo' cera de 239 millones pero suficientes para más quedarse a un paso de quintuplicar su media diaria anual situada en los 51,76 millones de acciones, según los datos de Infobolsa.
El 'Popu' vivió ayer un auténtico 'jueves negro' lastrado por la incertidumbre sobre su posible venta y las noticias sobre que la entidad no habría superado los umbrales marcados por el FMI en las pruebas del Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF o FSAP por su sigla en inglés). Todo ello después de anunciar por la mañana la desinversión en Targobank, por un montante de 65 millones de euros.
El banco presidido por Emilio Saracho fue el "indiscutible protagonista" de la sesión bursátil de ayer en opinión del analista de XTB Rodrigo García. "Las fuertes caídas de la primera sesión de junio señalan que el mercado aleja las posibilidades de una compra por parte de otra entidad", apuntó.
Desde Renta 4, Nuria Álvarez calificó como una "sesión de fuerte castigo a Popular", achacando también el desplome a los rumores de la falta de interés por parte de un comprador, así como a un potencial rescate por parte de Europa. "Consideramos que no hay nada nuevo ni peor sobre la complicada situación del banco que haya llevado al mercado a reaccionar de esta manera", señaló Álvarez, en cuya opinión el problema de Popular sigue siendo de valoración de activos.
En cuanto al futuro del banco, el analista de XTB baraja tres posibles escenarios para Popular: la venta a otra entidad, una ampliación de capital o su rescate por parte de las autoridades. Respecto a la primera de las opciones, el experto explicó a Europa Press que, aunque se daba por hecho hasta hace unos días, la "tardanza en aparecer una propuesta en firme hace que las posibilidades de venta disminuyan día a día".
Entre los candidatos a la compr están Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia, ya que, a pesar de los rumores, no existen "razones de peso para pensar que alguno de ellos tenga más posibilidades que cualquiera de los otros para hacerse con el banco". Asimismo añadió que "este es el escenario 'preferido' por los accionistas de Popular, ya que la compra por parte de otra entidad se haría presumiblemente con una importante prima para todos los accionistas que quieran acudir".
Por su parte, el analista de Self Bank Felipe López recalcó como punto fuerte del banco de cara a su venta su liderazgo en el segmento de pymes, con una cuota de mercado del 17,7%. Sin embargo, destacó que la dificultad para valorar con exactitud el balance del banco, la posibilidad de que las emisiones de 'CoCos' de la entidad deriven en su conversión en acciones y los posibles gastos futuros por litigios derivados de la ampliación de capital acometida en 2016 son aspectos que pueden "reportar sorpresas negativas al supuesto comprador".
En cuanto a una eventual ampliación de capital, el analista de XTB afirmó que "será difícil que una presumible ampliación sea inferior a los 4.000 millones de euros". A su juicio, "en este escenario, los más perjudicados serían los accionistas actuales del Popular, puesto que el efecto dilución de la ampliación de capital reduciría el valor de las acciones". El experto incidió en el rescate como "escenario menos probable" y "menos deseado", ya que requiere el fracaso de las dos opciones anteriores. "El margen de desapalancamiento con el que cuenta el banco hace que el potencial rescate sea por un importe bastante menor que el volumen de activos tóxicos con el que cuenta el balance del banco".
El analista de Self Bank incluyó como posible escenario para el futuro de Popular la continuación de las desinversiones de activos, después de anunciar la venta de su 48,98% en Targobank a Credit Mutuel por 65 millones de euros. Para el experto, aunque Popular ya ha llevado a cabo algunas desinversiones, "la desesperación del banco le coloca en una posición muy debilitada a la hora de negociar". En cualquier caso, López apuntó que no se puede esperar que el banco que adquiera Popular abone una "prima importante" sobre su precio actual, por lo que "hay muchos inversores minoristas tratando de especular con este valor".