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 Servirá como test para extenderlo a más establecimientos

Así funciona la tienda de comidas para llevar de Mercadona

La cadena ofrece paella, pasta y otros 38 platos en uno de los centros que la cadena tiene en la localidad valenciana de Burjassot

1/09/2018 - 

VALÈNCIA. Primero fue la venta de zumo de naranja recién exprimido con máquinas de Zumex, después llegaron las bandejas de sushi fresco y por último las bolsas de papel o cajas de cartón para llevarse la compra. Cuando parecía que Mercadona tenía solo la mente puesta en probar el wifi gratuito en siete supermercados, llega ahora la novedad de la cadena que cambiará la forma de comprar tu comida.

La cadena de supermercados avanza hacia un nuevo modelo de negocio entre los fogones y las recetas. El grupo de Juan Roig apuesta por el sector de la restauración y por ahora solo implantará el proyecto en la única tienda de Burjassot (València), donde ha abierto este viernes el primer mostrador de pruebas de comida recién hecha, tal y como avanzó Valencia Plaza. Mercadona se atreve así a seguir el camino de Carrefour o El Corte Inglés, que ya venden comidas preparadas en sus centros. 

El supermercado de Burjassot será el primero, según confirma Mercadona, pero a corto plazo también implantará este servicio en otros de sus puntos de venta. Tanto es así que en varios de los reformados recientemente para la implantación de su modelo 'frescos total' la compañía valenciana ya realizó las obras teniendo en cuenta la instalación de los sistemas de extracción para las futuras cocinas.

"Listo para comer", ubicado en la plaza Francisco Navarro 8, nace a raíz de una idea que surgió en los propios supermercados. En la línea de cajas había muchos clientes que cuando pasaban con los tuppers que acababan de adquirir comentaban la idea de comprar comida recién hecha. "Hay días que no tengo tiempo"; "Siempre acabo comiendo algo sencillo"; "Me gustaría un arroz al horno"; "Este fin de semana no me apetecía cocinar". De estas repetidas quejas surgió hace un año el proyecto, que se ha desarrollado en cuatro fases.

"Hemos ido observando, preguntando o bien porque te lo decían los clientes. De este modo los trabajadores detectamos que existía una necesidad que no estábamos cubriendo. Nos estaban pidiendo comidas con productos frescos, recién cocinadas y caseras", ha explicado Mariló Gómez, la responsable del equipo. 

"Estamos aprendiendo y probando cada día", ha afirmado Mariló, y ha detallado que se trata de un proyecto formado por un equipo de nueve personas, que proceden del personal de la cadena y que han estado formándose en cocina a lo largo de este tiempo. Estas nueve personas han dedicado estos meses a estudiar hacia dónde va la comida preparada en ocho países. Entre los nueve, cinco estarán en la cocina y mostrador, y el resto se encargará de seguir estudiando el mercado. "Seleccionamos internamente un equipo de especialistas responsable de captar las tendencias y con un vínculo común: su pasión y vocación por la cocina", ha asegurado la coordinadora. 

La empresa ha invertido un millón de euros en formación, maquinaria e instalaciones y ha tenido en cuenta la opinión de 800 clientes para diseñar el menú. "No nos vamos a convertir en un restaurante", ha matizado el grupo, que dispone de un laboratorio culinario para diseñar las recetas, determinar los métodos de elaboración y elegir la maquinaria adecuada, así como el diseño del espacio en los establecimientos.

La responsable del equipo explica que los platos han ido partiendo de sugerencias de los consumidores. Los propios clientes han aconsejado cómo cocinar unas lentejas, una paella o unas buenas albóndigas. "Hemos fabricado de cero un surtido inicial que cuenta con un total de 40 platos distintos que al poder personalizarse en algunos casos, como el de las ensaladas, pizzas o pastas, prácticamente se duplica", ha destacado Gómez.

Entre el menú destaca la crema de calabacín, ensaladilla rusa, albóndigas, fabada, lentejas, magro con pisto, paella, arroz al horno, fideuá, pollo asado medio y entero, costillas barbacoa, berenjena rellena, alitas de pollo, patatas, bocadillos, hamburguesas, sandwiches, croquetas y tortillas de patata. La comida se elige por unidad y se pueden combinar. ¿Cuál es la gran novedad? Los tres tipos de comida personalizables que tiene la tienda: ensalada, pasta y pizza.

El cliente podrá elegir el tipo de tamaño de pizza, qué ingredientes prefiere y con qué salsa. Lo mismo ocurre con la pasta: lisa o rellena. El consumidor podrá prepararse la ensalada a su gusto y escoger el aliño que prefiera. Una novedad que ha triunfado en su primer día de inauguración.

"El precio se ha definido por unidad y no por peso; las raciones son enteras y existen dos tamaños de pizzas, que se venden enteras igualmente y no por porciones. Además combinamos dentro de la sección un mostrador de autoservicio para aquellos clientes que quieren agilizar su proceso de compra con otro de atención personalizada", ha añadido Yolanda, una de las componentes del equipo de cocina.

Un proceso en el que la cadena ha necesitado contactar con unos 80 proveedores, algunos de ellos nuevas incorporaciones. Estos proveedores especialistas han permitido conformar un surtido especializado que se adapta al mercado que demandan los clientes. La compañía ha destacado que los precipientes de los platos están fabricados con materiales naturales, como el cartón, el papel y la caña de azúcar, que es compostable.

La cadena está en espera de obtener conocimiento sobre cuáles son las recetas preferidas por los consumidores y los horarios en los que la venta crece. De esta forma el grupo estudiará durante el 2019 dotar a sus superficies con este nuevo servicio teniendo en cuenta los resultados en Burjassot. "Con lo que aprendamos tomaremos la decisión de ir implantando 'Listo para Comer' en todos los supermercados", afirman fuentes de Mercadona. Habrá que esperar hasta 2019.

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