VALÈNCIA. Juan Roig está dispuesto revolucionar la venta de alimentación por internet con Mercadona. A pesar de sus diecisiete años de presencia online, nunca hasta ahora había apostado por este canal al no haber dado con la clave para rentabilizarlo, pero todo cambió hace poco más de un año cuando la cadena decidió por fin volcarse en la puesta en su supermercado virtual y destinar recursos para ello.
Y el empresario valenciano está convencido de que está en disposición de replicar en internet la trayectoria que le ha permitido convertir a Mercadona en la primera cadena de distribución del país. "Somos los que mejor preparados estamos para la venta online. Tenemos todos los mimbres para hacerla bien", afirmó el pasado martes en la presentación de los resultados de la copañía.
En el proyecto online Mercadona Tech, integrado por 150 personas y liderado por su hija Juana Roig, la compañía ha invertido hasta el momento 20 millones de euros. Es apenas el equivalente al 10% de las ventas que la compañía ya logra por internet, donde es líder en España con una cuota de mercado del 45%. En 2017 facturó 198 millones en ventas online, un 9% más.
De esos 20 millones de inversión, 12 han ido destinados al almacén propio de 13.000 metros cuadrados –o 'colmena', según la terminología que utiliza la empresa– situado en el polígono Vara de Quart de València y desde el que realizará las entregas a la capital, el área elegida para arrancar en pruebas con el nuevo modelo de venta.
Según explicó Juan Roig en la presentación de los resultados de 2017, Mercadona contará con vehículos de tres temperaturas especialmente diseñados para ella. La empresa mantiene abierto el proceso para seleccionar a los 50 repartidores con los que arrancará esta prueba con una cadena de suministro propia.
Esta misma semana ha comenzado a seleccionar al personal de atención al cliente online: siete puestos a jornada completa de 40 horas y cuatro de media jornada con salarios de entrada de 1.312 y 656 euros brutos al mes.
Las entregas en periodo de "laboratorio" y en València capital arrancarán en el segundo semestre de 2018. Frente a las limitaciones que ofrece su tienda online actual, definida por el propio Juan Roig como "una mierda", el nuevo Mercadona Tech arrancará con una web renovada y una aplicación móvil.
A partir de ahí, se centrará en "probar y aprender" para cambiar si es necesario. Juan Roig sí tiene claros los errores que no repetirá en el futuro, como el de preparar y repartir desde las tiendas físicas los pedidos que llegaban por internet: "Desde los supermercados no vamos a repartir porque perdemos pasta a punta pala", afirmó. Pero también es consciente de que habrá que ir modulando el proyecto a medida que se desarrolle.
"Se hace camino al andar... Si sabes a dónde vas. Nosotros sabemos a dónde vamos, pero luego cambiaremos o no; no lo sabemos. En las grandes ciudades vamos a tener servicio online y 'colmena', pero en las pequeñas ciudades puede que sirvamos desde la tienda, pero no lo sabemos", explicó Juan Roig el pasado martes.
Aunque aún tiene algunas dudas sobre cómo hacerla rentable, Juan Roig le auguró "mucho futuro" a la venta por internet si los operadores dan con la clave para conseguirlo.
En este sentido, el responsable del Relaciones Externas de Consum, Javier Quiles, destacaba recientemente en una conferencia pronunciada en el marco de Forinvest que el éxito consistirá en hallar la "piedra filosofal" que consiga hacer rentable las entregas en la última milla.
"Si todo el mundo comprase online, Consum cerraría la persiana", sostuvo el directivo. Para explicarlo, recordó que solo el coste del transporte a casa del cliente –al que habría que sumar el de la confección de la compra en tienda– oscila entre 5 y 7 euros, el triple de la rentabilidad que su empresa obtiene con una cesta tipo de 100 euros. Por ello, opinó que la viabilidad de la venta de alimentación por internet depende de una adecuada combinación entre el canal online y las tiendas físicas.