El éxito de la serie de Netflix, 'Stranger things' - 'Cosas extrañas'- ambientada en los años 80s, ha vuelto a poner de moda el estilo de esa década influyendo en las últimas tendencias. A su protagonista, Millie Bobby Brown, de tan solo 13 años la visten firmas de lujo y protagoniza portadas de revistas de moda
VALÈNCIA. Stranger Things es una serie dirigida por los hermanos Matt y Ross Duffer ambientada en los años 80 en un pequeño pueblo de Indiana, Estados Unidos. Adaptar el estilo de esa década al día a día de un lugar tranquilo y rural supuso un reto para los encargados de vestuario ya que con los excesos de esos años era fácil caer en el disfraz. El argumento, la localización y el tono misterioso de la historia no podían permitir un error así. Para complicar aún más la selección de vestuario, los protagonistas principales son un grupo de niños de entre 11 y 13 años que investigan la desaparición de su mejor amigo. Unos cuantos adolescentes implicados también en la trama dejan algo más de lugar para arriesgar con la ropa.
Kimberly Adams en su primera temporada y Kim Wilcox en la segunda, han sido las encargadas de elegir el vestuario de los personajes de Stranger Things. El crecimiento de los niños durante el rodaje y el constante cambio de tallas les ha dado más de un quebradero de cabeza. La mayoría de la ropa que aparece es original de esa época aunque también algunas prendas se han confeccionado a propósito para la serie recreando la moda de esos años a partir de fotografías y anuarios escolares como referencia. También el vestuario de películas de los 80s como Los Gremlins, Cazafantasmas, Indiana Jones o Los Goonies han servido como inspiración.
Además de la perfecta recreación por parte del equipo de vestuario, la clave del éxito que ha logrado que rescatemos algunas de las piezas de los 80s que aparecen en la serie se debe a que la mayoría de sus espectadores vivieron más o menos directamente esa década y recuerdan con nostalgia muchas de esas prendas. Aquel polo de franela de cuando éramos pequeños, los jerséis de rombos que aunque calentitos acabamos odiando, los pantalones de pana con las rodillas destrozadas, las zapatillas tenis blancas o nuestros primeros jeans marca Lee. La moda de aquellos maravillosos -y extraños- años forma parte del recuerdo de nuestra infancia y/o adolescencia. Ahora, gracias al gran éxito de la serie de Netflix, la moda de esos 80s que vivimos vuelve a ser tendencia.
El estilo de los años 80s es quizás uno de los referentes más recurrentes en la historia reciente de la moda. También es uno de los referentes más peligrosos porque fueron años duros para el llamado buen gusto debido a esa celebración continua del exceso en colores, brillos y proporciones que marcó una época. Después, el retorno de las tendencias de los 80s siempre ha llegado a la moda actual mezclado en pequeñas dosis y suavizado. Es por eso que el vestuario de Stranger Things es un buen ejercicio de adaptación de las tendencias de aquella época y, si nos fijamos en las propuestas actuales de las grandes cadenas de moda y de marcas conocidas, no dista demasiado de ellas.
Entre las prendas claves de los años 80 que aparecen en la serie destacan los pantalones vaqueros de cintura alta y rectos combinados sin miedo con chaqueta también vaquera si es con forro de borreguito mejor, las camisas de cuadros tipo leñador, la franela y la pana como tejidos estrella, los petos y los monos a mitad camino entre mecánico y cazafantasma, la cazadora Harrington como la de Dustin, los calcetines de baloncesto altos, las zapatillas blancas, los jerséis de lana con motivos geométricos como el que luce Mike y del que ha tomado nota esta temporada Loewe para versionarlo, la gorra de rejilla, los leotardos blancos y los tonos pastel y las minifaldas con botones para ellas. Son estos los 80s que han vuelto porque en realidad nunca se fueron del todo, tal vez ocurre con ellos como en la serie, han permanecido siempre con nosotros pero en una realidad paralela. Ahora Stanger Things ha abierto la puerta para alcanzarlos.
Era cuestión de tiempo que el fenómeno Stranger Things saltara de las pantallas a las pasarelas convirtiendo el vestuario de la serie en inspiración para las grandes firmas y a sus jóvenes protagonistas en los nuevos referentes de estilo.
Millie Bobby Brown, Eleven en la serie, con solo 13 años ya es imagen de la línea de Calvin Klein by Appointment, ha ocupado la primera fila en los desfiles más importantes de la última Semana de la Moda de Nueva York y este
La influencia de Millie Bobby Brown como nuevo icono de estilo de la “Generación Z” no se detiene aquí. Sobre la alfombra roja firmas como Gucci, Louis Vuitton o Miu Miu se han rendido ante Millie convirtiéndola en la adolescente mejor vestida del mundo. Sin olvidar que hasta hace pocos días era una niña -con poderes sobrenaturales, pero niña- su estilo conserva desenfado e inocencia pero con el sello Hollywood: cazadoras de cuero, camisetas, deportivas y vestidos de princesa en los estrenos. Además de su talento para la interpretación, sus facciones dulces, personalidad y su corte de pelo por exigencias del guión nos hacen ver en Millie a una nueva Emma Watson o a Natalie Portman en sus inicios. Veremos si la carrera de Millie Bobby Brown continúa más allá de Netflix y de la moda.
Es curioso como un personaje con solamente unas cuantas escenas puede llegar
La poderosa firma de lujo Louis Vuitton sorprendió, durante su último desfile en Paris, subiendo a la pasarela una camiseta dedicada a Stranger Things con la imagen de sus protagonistas perteneciente a la colección diseñada por Ghesquière para la primavera-verano de 2018.
Cosas -extrañas- de la vida, hace casi una década, Winona Ryder, una de las protagonistas de la serie de Netflix, era sorprendida robando en el centro comercial Saks Fith Avenue de Beverly Hills prendas de Marc Jacobs que por aquel entonces además de su amigo era el director creativo de Louis Vuitton. El círculo de la moda se cierra sin que esto sea cosa de ciencia ficción.
A finales de los 90, una comedia británica servía de resumen del legado que había sido esa década. Adultos "infantiliados", artistas fracasados, carreras de humanidades que valen para acabar en restaurantes y, sobre todo, un problema extremo de vivienda. Spaced trataba sobre un grupo de jóvenes que compartían habitaciones en la vivienda de una divorciada alcohólica, introducía en cada capítulo un homenaje al cine de ciencia ficción, terror, fantasía y acción, y era un verdadero desparrame
Netflix ya parece una charcutería-carnicería de galería de alimentación de barrio de los 80 con la cantidad de contenidos que tiene dedicados a sucesos, pero si lo ponen es porque lo demanda en público. Y en ocasiones merece la pena. La segunda entrega de los monstruos de Ryan Murphy muestra las diferentes versiones que hay sobre lo sucedido en una narrativa original, aunque va perdiendo el interés en los últimos capítulos