VALÈNCIA. "Bankia se tiene que privatizar, pero en función de las circunstancias específicas del mercado y a un precio adecuado porque vale mucho". Así lo reconocía este pasado lunes Luis de Guindos, ministro de Economía, en una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press. Sin embargo, la segunda desinversión del FROB, que tuvo lugar hace tres semanas, se realizó a un precio muy inferior al de la primera venta parcial y, además, en pleno ataque de los bajistas de turno sobre el capital del banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri hasta alcanzar máximos históricos.
Cierto es que las posiciones cortas sobre la entidad domiciliada en València -de ahí que celebre aquí sus juntas de accionistas- se han reducido prácticamente en un 45% en las últimas dos semanas, según la última actualización de la CNMV fechada el pasado 22 de diciembre que situaba los 'cortos' en el 2,49% respecto al 4,51% del 8 de diciembre.
Pero no menos cierto es que en el accionariado de Bankia (BKIA) sigue estando un bajista con nombre y apellidos, por aquello de igualar o superar el mínimo legal del 0,50% a partir del cual tiene que desvelar la identidad. Un hueso duro de roer que bien conoce casi la mitad de los integrantes del Ibex 35: Applied Quantitative Research (AQR) Capital Management.
"Una firma global de gestión de inversiones construida en la intersección de la teoría financiera y la aplicación práctica". Así se presenta en su web corporativa este 'hedge fund' o fondo de alto riesgo estadounidense, cuyo nombre completo Applied Quantitative Research se traduce como investigación cuantitativa aplicada. Tiene su sede en Greenwich (Connecticut), oficinas en Boston, Chicago, Los Ángeles, Londres, Hong Kong y Sydney y cuenta con cerca de un millar de empleados. La compañía, que fue fundada en 1998 por cuatro ex Goldman Sachs (Clifford S. Asness, David G. Kabiller, Robert J. Krail y John M. Liew), gestiona actualmente unos 150.000 millones de euros en activos.
AQR Capital Management fue uno de los primeros gestores de fondos de cobertura en registrarse voluntariamente en sus inicios ante la SEC estadounidense -Securities and Exchange Commission-, es decir, la CNMV norteamericana como se recoge en su site. "Si bien el primer producto AQR fue un fondo de cobertura, el objetivo siempre fue expandirse a la administración tradicional de carteras, que se logró en 2000. En 2009, AQR se convirtió en uno de los primeros administradores de inversiones en ofrecer estrategias alternativas en un formato de fondos mutuos. En la actualidad, AQR es una firma global de gestión de inversiones que ha mantenido su foco original de investigación rigurosa y el desarrollo de estrategias de inversión prácticas e innovadoras" se lee en su portal.
Pero lo que no dice es que es uno de los bajistas más temidos de toda la bolsa española. Hasta 14 cotizadas del Ibex 35 han tenido -en cuatro de ellas sigue estando- 'cortos' de AQR en su capital, tal y como lo constató ayer por la tarde Valencia Plaza de la base de datos pública del organismo supervisor. A saber: Abertis, Acerinox, Banco Popular, Banco Sabadell, BBVA, CaixaBank, Ferrovial, Grifols, Mediaset y Telefónica. Que no tenga más del 0,50% no significa que no esté presente porque hay que recordar que es el umbral a partir del cual hay que desvelar el nombre.
Es el caso de Bankia donde se mantiene con el 1,60% del capital desde el pasado 3 de noviembre echándole un pulso al propio De Guindos. Como también figura en el accionariado de Cellnex Telecom, con el 3,48% del capital a fecha 29 de diciembre de 2017; o en Enagás donde sus 'cortos' siguen en el 0,59% desde el pasado 20 de octubre; o en Técnicas Reunidas, con el 1,07% declarado el 22 de diciembre. Son las cuatro posiciones abiertas por encima del 0,5% en valores del Ibex 35.
Mientras tanto, las acciones de BKIA se anotaron ayer -en la primera sesión del nuevo año- un avance del 1,35% para cerrar en los 4,041 euros pero todavía por debajo de los 4,073 euros a los que despidieron la jornada bursátil del pasado 12 de diciembre, cuando el FROB comunicó su segunda desinversión del 7% a 4,06 euros por título, tal y como se aprecia en el gráfico superior.
Conviene recordar que la toma de posiciones cortas es una operativa bursátil que utilizan los inversores cuando prevén que el mercado va a bajar o está sujeto a mucha volatilidad. En líneas generales, consiste en pedir prestadas acciones de una entidad a cambio de un alquiler con la intención de venderlas y posteriormente recomprarlas más baratas. En agosto de 2011, en el marco de la crisis financiera, la CNMV prohibió la toma de posiciones cortas sobre valores del sector financiero con objeto de atajar la extrema volatilidad que atravesaban los mercados. Este veto se extendió hasta febrero de 2012.