VALÈNCIA. Presidencia tenía un plan: abrir la nueva radiotelevisión valenciana el 9 de octubre de 2015. Recuperar el medio que el gobierno popular de Alberto Fabra cerró dos años antes, era uno de los objetivos principales de legislatura para el que se empezó a trabajar apenas unos días después de llegar al Ejecutivo.
Si el 28 de junio Ximo Puig tomó posesión como jefe del Consell, el Comisionado para la Reapertura de RTVV solicitó a la dirección general de Tecnologías de la Información que dirige Vicente Aguiló, y que a su vez depende de la Conselleria de Hacienda, un informe para analizar la situación y ponerse manos a la obra con todo lo que convenía arreglar y resolver. El texto, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, tuvo fecha de salida el 20 de agosto. Es decir, apenas 53 días después de constituirse el Govern del Botànic.
Este informe recogía, además de un estudio exhaustivo del estado de equipos, archivo e infraestructuras, una aproximación presupuestaria para llegar en tiempo y forma a emitir aquel día de la Comunitat Valenciana. Contar con un medio en valenciano justo unos meses después de que la Generalitat cambiara de color y volver a tener señal un día destacado para los valencianos como el 9 d’Octubre, no era una cuestión insignificante.
Se estimaron 500.000 euros para la puesta en marcha de sistemas –VSN (Continuidad) que se consideraba como "prioritario" para iniciar las emisiones en esa fecha; RED FORTA (Señales de vídeo "vivo"); RED TSE (Transmisión de fichero); y Software Tedial (Gestor de ficheros)–, además de la instalación de un estudio de radio.
También se contabilizó una plantilla provisional de 50 personas que cubrieran los cinco estudios del Centro de Producciones de Programas de Burjassot, el control central, la sala de continuidad y sala de aparatos. En caso de requerir más personal para "arrancar estrictamente la Continuidad" de la emisión, el informe recogía la posibilidad de ampliar en una decena el personal vía libre designación.
Sin embargo, además de estos cálculos, también se esbozó un cronograma de actuaciones. La continuación del arranque de los equipos debía haberse finalizado el 31 de agosto. Inmediatamente después, tendría que realizarse el arranque y verificación de los equipos VSN, la instalación y equipamiento de la FORTA, el diseño de grafismo y la incorporación de personal. Según los términos estimados, esta última se abordaría hasta final de año de manera paulatina. Las otras tres actuaciones, se harían la primera quincena de septiembre.
La nueva radiotelevisión valenciana comenzaría el 7 de septiembre con el inicio de pruebas de emisión y retransmisiones hasta finales de mes, y a partir del 1 de octubre, serían pruebas de emisión en el aire hasta la fecha señalada. Todo planificado para que desapareciera la carta de ajuste de las pantallas el día de los valencianos.
El diseño, no obstante, no prosperó. Se encalló. Después de realizar esta planificación, el Consell remitió la competencia para elaborar la ley de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) a Les Corts. Desde entonces, se ha elegido a un Consejo Rector, una directora general, e incluso se ha seleccionado al personal directivo y resto de plantilla. También han avanzado procesos más complejos, como la elaboración de los pliegos para el concurso de la multicontinuidad -publicado hace unos meses ya en el Boletín Oficial de la Unión Europea-, la elaboración del libro de estilo de la nueva radiotelevisión valenciana y sorteado los recursos en los tribunales por el ERE en la extinta RTVV.
Ahora bien, en la presentación de la nueva marca de À Punt, la directora general de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, Empar Marco, fue clara cuando indicó que se habían sentido "muy solos" y que habían muchas cosas todavía por hacer. A pesar de ello, se aventuró a anunciar que antes de que terminara el año, la radio comenzaría a emitir, y en el primer trimestre de 2018 lo haría la televisión.
Con estos antecedentes, este lunes está previsto que comparezca en la comisión de RTVV de Les Corts el secretario autonómico de Comunicación, José María Vidal. Una comparecencia que solicitó hace unos meses Podemos al considerar que Presidencia era responsable del retraso para la puesta en marcha de À Punt. La formación morada lo pidió tras la comparecencia de Marco en la que ésta remarcó las dificultades con las que se estaban encontrando; desde deficiencias en las infraestructuras hasta la lentitud administrativa.
El exportavoz de Podemos, Antonio Montiel, señaló entonces que en 2016 el Consell ya sabía que los edificios no estaban en condiciones de albergar los estudios de radio y que los pliegos de condiciones se podían haber redactado antes de haber nombrado a la dirección general de la CVMC. "No hacía falta esperar a una directora general para hacer las licitaciones, ha sido una pérdida deliberada de tiempo", recriminó a Presidencia.