VALÈNCIA. Este jueves 8 de marzo de 2018 se celebra por primera vez una Huelga General feminista. Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, más de 160 países se suman a esta movilización en una acción sin precedentes y a la que oficialmente están incorporados 41 países. En el caso de España, además, es la primera vez que se convoca una Huelga General de carácter feminista, motivo por el cual la Comisión del 8-M (su principal impulsora) ha reclamado desde hace semanas que los hombres no participen de la misma en la calle. De esta manera tratan de visibilizar el impacto en la ausencia de la mujer en todas aquellas labores remuneradas o no de la vida privada y pública. Uno de sus lemas es: “Si nosotras paramos el mundo se para”.
El paro tiene sus singularidades. Por ejemplo, no solo están llamadas las mujeres en edad activa, sino estudiantes y jubiladas. Tampoco está exclusivamente reducido a un grupo de profesionales. Así, funcionarias, políticas, gestoras institucionales o profesionales del ámbito privado participan de un momento a todas luces histórico. Una de las principales reivindicaciones es la brecha salarial existente por cuestión de género, no obstante, no es la única. El acoso, el techo de cristal o la violencia machista son otras de las denuncias que ocuparán espacio en la calle en las manifiestaciones del 8M. En el caso de València, la manifestación arrancará desde el Parterre a las 18 horas. En el de Alicante el punto de salida serán las escaleras del Mercado Central, a las 19 horas.
En Cultur Plaza hemos sondeado a decenas de artistas y gestoras culturales valencianas para conocer sus razones para secundar el paro del 8M, pero sobre todo para conocer sus razones e ideas para revertir sin demora la situación de desigualdad establecida por el sistema en su sector.
La cineasta y ahora gestora cultural Pilar Pérez Solano apoya el paro “como feminista”. Asegura que es “un momento muy interesante en el que mujeres de todo el mundo están perdiendo el miedo a hablar y están diciendo: ‘basta ya de violencia’”. La idea concreta para el cambio a partir del 9M que aporta Pérez Solano es “un cambio de modelo hacia el sueco, que en solo tres años ha conseguido que el número de directoras haya pasado del 26 al 50% [2012-2015]. En España la participación de las mujeres en este sector está en el 16% y además de aumentar las jefas de equipo del cine necesitamos más mujeres directoras y guionistas que transmitan el punto de vista de las mujeres, que cuenten nuestro relato, nuestra”.
La guionista y realizadora valenciana Ana Ramón Rubio detiene por completo su actividad creadora, porque su lugar hoy es el de secundar la huelga. “Para mí uno de los cambios más imperiosos es el de dar voz a las mujeres creadoras. Hace falta una mayor conciencia para entender que nosotras somos la mitad de las voces y que así mismo debería ser en el cine y la televisión.” El problema para Ramón Rubio está en que este mismo entendimiento no parece ser compartido por quienes “deciden qué historias se cuentan y cuáles no”.
Por su parte, la editora Núria Sendra apoya una huelga que, a su parecer, es "muy acertada y conveniente por la gran cantidad de indicadores que alertan sobre la situación de discriminación de la mitad de la sociedad en múltiples ámbitos". Partiendo de la base de un éxito ya conseguido, Sendra, responsable de Edicions del Bullent, empieza por sí misma a proponer cambios: "en la composición de jurados literarios, intento (y suelo conseguirlo con facilidad) que sean equilibrados por lo que al género se refiere. Y en los libros que publicamos, sobre todo en aquellos infantiles y juveniles, tenemos en cuenta que sean respetuosos con los derechos de las personas. Creo que cada cual debería aplicar esto a su ámbito de influencia. La poca visibilidad de las mujeres en la literatura y demás disciplinas artísticas es uno de los objetivos a conseguir. Queda mucho por hacer".
También la concejala delegada del área de Cultura en València, Glòria Tello, hace huelga este 8M “para apoyar la idea de que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y los derechos de éstas para vivir en libertad y sin violencias de todo tipo”. Para la también presidenta del Palau de la Música, “es urgente este cambio en una sociedad que se autodenomina democrática". Propone un cambio de “acción positiva para conseguir que el talento de las creadoras se pueda valorar y visibilizar como el de los creadores”.
"Las mujeres tenemos que unirnos para reivindicar nuestros derechos en cualquier ámbito de la vida a nivel mundial”, refleja la dj valenciana Mónica X. La también productora cree que “sería justo obligar desde los ayuntamientos a los festivales de este país para que tuvieran un 50% artistas femeninas, tanto DJs como vocalistas, sobre toda nacionales. Sería una manera de igualar las oportunidades a las mujeres en este sector”.
En este mismo sentido, la directora adjunta de l'Institut Valencià de Cultura, Marga Landete, asegura que la medida inmediata pasaría por "favorecer la presencia de las mujeres sobre los escenarios". La máxima responsable del área de Música de la Generalitat también aboga por una medida más transversal: "haría que la baja maternal fuera igual de larga tanto para mujeres como para sus parejas; que ambos puedan disfrutar del mismo tiempo. Seguramente ella primero por el tiempo de recuperación y él después o a la vez, pero de tal forma que también la criatura tenga un tiempo mínimo garantizado de cuidados y que se evite contratar a mujeres para ocupar esta responsabilidad".
La concejala de Acció Cultural María Oliver alude diversas razones para sumarse a la huelga: “visibilizar que ocurriría si las mujeres dejáramos de hacer todas las cosas que asumimos remuneradas o no; contribuir al reconocimiento del movimiento feminista; por todas las mujeres que no pueden hacerla”, son solo algunas de sus motivaciones. En lo que se refiere a las medidas concretas para aplicar tras el paro internacional, Oliver propone “exigir la paridad real en los órganos de decisión donde se programa, gestiona y premia la cultural. Porque son las mujeres las que introducimos otra mirada”. No obstante, añade una puntualización “No solo necesitamos mujeres en los órganos de decisión, sino personas feministas. Mujeres y hombres feministas”. Para ello advierte la necesidad de que el cambio parta de la educación y sea global.
La directora responsable del Espai Rambleta, Lorena Palau, hará huelga “por solidaridad con todas las mujeres que por el simple hecho de serlo sufren discriminación e injusticias”. La responsable del espacio cultural del barrio de San Marcelino apuesta por aplicar “el mismo modelo de Rambleta, donde existe paridad en todos los puestos de trabajo, incluidos los directivos, y donde no existe diferencia salarial entre géneros”.
La artista y escritora Anna Moner también apuesta por "la equiparación salarial efectiva. Si hubiera voluntad política, la brecha que existe en muchos ámbitos laborales entre lo que perciben las mujeres y lo que perciben los hombres por el mismo trabajo hace mucho tiempo que habría desaparecido". Ella se suma a la huelga "porque mientras no haya una igualdad plena, es necesario que las mujeres ejerzamos todas las formas de presión que tenemos a nuestro alcance".
La escritora y traductora Encarna Sant-Celoni colgará un delantal en su balcón “por todas aquellas mujeres que no pueden hacer la huelga”. Se sumará a ella y propone “cobrar lo mismo que los hombres por el mismo trabajo, para romper todos los techos de cristal y porque ser madre sea una opción”.
A este respecto, la galerista alicantina Begoña Martínez Deltell pide cambios ya para que sus hijas puedan tener un futuro distinto. Empezando por el propio lenguaje, “que, sin darnos cuenta, discrimina”. Con ello desea que el comportamiento cambie para que se deje de infravalorar o discriminar a las mujeres. “Deben ponerse en valor y que ellas sean el vehículo del cambio a través de mi propio ejemplo como madre y, por supuesto, el de su padre”, expresa. Su ideal sería que hubiera más mujeres “en puestos de dirección no sólo en las empresas sino en la política”. Y no solamente “como floreros sino porque son buenas políticas, que las ha habido y nunca llegaron sus merecidos puestos y reconocimiento”. Para lograrlo es importante la huelga pero también “visibilizar con la denuncia de esta situación día a día”.
La bailarina y coreógrafa Andrea Torres apoya la huelga, aunque admite que trabajará ensayando. "Desgraciadamente. Serán ensayos con un horario reducido, eso sí”. Propone “cambios drásticos contra la brecha salarial”. Para ello, aporta que sería fundamental “otorgar más derechos laborales y compatibilidades a la hora de ser madre y trabajadora; no solo la reducción de jornada”.
La directora del Festival Internacional de Mediometrajes La Cabina, Sara Mansanet, secundará la huelga a todos los efectos: "voy a parar en mi horario laboral y a hacer también huelga de cuidados y de consumo. Me parece fundamental que mis hijos sean conscientes de la realidad total del trabajo que desempeñamos las mujeres y las madres". La también productora audiovisual apunta al propio sector cultural como foco del cambio inmediato: "tenemos una precariedad altísima, tanto para mujeres como para hombres, y la continuidad laboral viene marcada mayoritariamente por contratos temporales y falsos autónomos. Estamos muy mal organizados en este sector y es casi imposible conocer en qué horquilla de salarios nos movemos".
Mansanet cree que el cambio ha de ser legislativo a partir de "las leyes que realmente apoyen la maternidad y la paternidad, de manera que no suponga un desbarajuste económico y laboral la crianza de los hijos. El bienestar de las ciudadanas en este sentido tendría que ser la prioridad de cualquier gobierno inteligente y se debe legislar ya a este respecto. Estoy segura que con una buena estructura social se romperían todos los techos de cristal. Tenemos todo el potencial en nosotras".
La periodista Maite Sebastià no secundará la huelga del 8M. Además de encontrarse de viaje a Milán por motivos laborales, cree que la reivindicación “no es cuestión de un día, sino una lucha diaria que debe empezar en las familias educando; también en la pareja, pues siguen existiendo roles asumidos. Sobre todo en los hombres mayores de 30 años”. La también editora propone “abrir un debate sobre la identidad masculina en el siglo XXI. Quizá, preguntarnos todos, hombres y mujeres, qué nos sugiere o porqué nos incomoda el feminismo”.
Si una mujer trabaja únicamente en las labores de casa, “se debe respetar y ayudar a poner en valor lo que hace”. Y si lo que quiere son ocupar otros cargos, hay que tratar de ayudar a que su perfil profesional sea “tan digno como el del hombre”. Así se expresa la ilustradora Virgínia Mínguez, para quien la huelga de este jueves es “fundamental” para lograr visibilizar “unas desventajas que, a día de hoy, aún estamos sufriendo”. “Se debe promulgar un cambio para erradicar ciertas discriminaciones que están establecidas en la sociedad. Las mujeres somos parte del sistema económico, hay que dignificar nuestra labor tanto en el ámbito laboral como en el del hogar. Por eso, hay que trabajar desde abajo, a partir de la cotidianidad, dejando atrás roles y actitudes que llevan a un machismo incrustado. Por ejemplo, hay que fomentar la representación femenina en un cargos que hasta ahora están asumidos mayoritariamente por hombres. Lo hemos de conseguir por todas, la igualdad”.
Hoy el taller de la ceramista Ana Illueca permanecerá cerrado, un espacio que recientemente inauguró y que comparte con la también ceramista Susana Gutiérrez, impulsora del proyecto Humana. El cuerpo fuera del cuerpo, que nació para empoderar a la mujer a partiendo de los complejos. La creadora incide en la necesidad de profundizar en el aspecto educativo para afianzar un cambio real en la sociedad. “Los niños no deben ser siempre héroes y las niñas siempre princesas. El valor para emprender, para anteponer tus necesidades o la ausencia de complejos se cultivan en edad temprana. Hasta que las nuevas generaciones lleguen con esta mentalidad, nosotros, que hemos crecido con ese lastre, debemos acelerar el cambio de hábitos”, expresa Illueca.
Y es en este espacio que se hace necesaria la exigencia de la visibilización de la mujer en cada uno de los sectores, una demanda que justo coincide en su caso con la inauguración ayer mismo de la exposición Ceràmica en mans de dona, en La Nau. “Que no haya regalos, pero sí que haya búsqueda”. También la ilustradora Laura Pérez incide en la necesidad de promover la igualdad de género desde la educación infantil, una igualdad impulsada “como derecho y obligación” en todos los campos. “La diferencia por sexos es algo que debería quedar en los libros de historia como para del pasado”.
La arquitecta Silvana Andrés participará de la huelga. Su razón: "la sociedad no avanzará sin la conquista de la igualdad de derechos. Los peores muros son los que se construyen sin ladrillos, son los más difíciles de derribar, así que haré huelga por respeto al dolor de todas las mujeres, por el derecho a ser libre de mi hija y también por el deseo de que mi hijo lo sea". Para Andrés "la educación es la mejor herramienta de transformación. No hay una inversión más barata y más rentable a corto plazo. Es nescesaria una introducción real de la educación en valores en todas las materias del currículo. Y una mejor formación del profesorado. Confío en la infancia, los adultos somos víctimas de graves carencias educativas. Quien no se declara feminista hoy es porque no ha entendido nada".
Por su parte, la actriz Cristina Perales hace huelga “porque quiero un mundo mejor para nuestras hijas e hijos”. El cambio práctico que propone –y del que asegura es partícipe– parte “del voto con el que se impulsan grandes cambios. A nivel personal llevo a mi hijo a un colegio donde la igualdad de género y la educación en ese sentido es una actitud diaria. Y mi marido y yo, en familia, queremos ser ejemplo. Ese es mi cambio y mi pequeña revolución y mi pequeña revolución. Es un trabajo de conciencia personal”.
La librera Inma Pérez Burches no participará de la huelga “porque en estos momentos no puedo permitirme un día sin ingresos, por pírricos que sean. Además, tengo a una persona a mi cargo”. Pérez Burches se suma al profundo cambio en educación, “desde la base, para tener ya una generación que nos respete, nos valore y que entienda que somos todos quienes debemos construir una sociedad en la que vivir”. No obstante, añade una idea inmediata: “empezaría por visibilizar el trabajo que ha hacemos; soy quien está al frente de mi propio negocio y sigue habiendo gente, hombres y mujeres, que dan por supuesto que tengo un jefe”.
Las bailarinas y coreógrafas Mertixell Barberá e Inma García apoyan la huelga, que vivirán en un viaje de vuelta desde la Feria de San Sebastián donde actuaron este miércoles. “Apoyamos cualquier acto de movilización para conseguir la igualdad de las mujeres en todos los ámbitos. Para visibilizar la brecha laboral de género y otras muchas cuestiones que quedan por resolver en cuestión de discriminación por género”. Su propuesta inmediata es “no callar. A nivel legislativo queda mucho por hacer, pero es necesario que nosotras perdamos todos los miedos en denunciar públicamente. Que seamos muchas y no callemos nada, que se convierta en clamor. Para que los problemas se resuelvan hay que mostrarlos sin miedo a nada”.
La bailarina María José Mora participará de la huelga “porque basta ya, basta de tanta violencia machista, de tanta desigualdad por motivos de género. Basta de que las mujeres interpretemos los roles opresivos que se construyeron para nosotras”. La también gestora cultural propone cambios en lo referente a puestos de dirección institucionales, en lo público y en lo privado, pero incide especialmente en “no tolerar determinados comportamientos en el ámbito laboral, responsabilizarse de los cuidados domésticos por igual, buscar el equilibrio de género en los proyectos que se realicen… creo mucho en los cambios que cada ciudadano hace, hombre o mujer, desde su campo de acción”.
En el caso de la cantante y compositora May Ibáñez, irá a la huelga porque, a su parecer, “una de las claves para romper con esta desigualdad existente es dar visibilidad a la mujer, a todas las mujeres, en todos los ámbitos. Hay que salir a la calle todas juntas, construir de una manera física el hueco que dejamos cuando no estamos en el sitio que el sistema patriarcal pretende que ocupemos tranquilamente, calladas e ignorando las diferencias que tenemos frente a los hombres”. Entre otras propuestas, Ibáñez apunta a la idea de la representatividad igualitaria en las universidades: “el otro día pasaba por una sala de la Universidad en la que colgaban retratos de sus máximos representantes durante su historia. ¿Y si dejásemos en la pared solo a las mujeres? Habitación vacía. Desde hace muy poco, una. La Universitat de València tiene por primera vez una mujer al frente del rectorado… ¡en 500 años de historia! Ya iba siendo hora”. Esta idea la extendería a una paridad general en las contrataciones, incluyendo las empresas.
Cumplir con la Ley
La periodista Mariola Cubells, también encargada de las relaciones públicas y comunicativas de Espai Rambleta, secunda la huelga porque se siente “una afortunada y me lo puedo permitir, así que lo hago por todas las que no lo son y no se lo pueden permitir. Porque no se puede NO ser feminista y por todas las generaciones que se truncaron y por las pioneras que pelearon para que yo me encontrara con mis derechos ya conseguidos”. Para ella el cambio real inmediato pasa por “la igualdad salarial, que es un principio constitucional. Su incumplimiento y es sancionable. Bastaría con eso. Con cumplir la ley”. Además, cree que es “fundamental superar la división sexual del trabajo”.
La artista y fotógrafa Lola Barcia comenta a Cultur Plaza que el dúo del que forma parte, Fotolateras, hará huelga "porque es necesaria y nos hace fuertes ante la injusticia". Cree que lo más inmediato sería cumplir con la legislación vigente: "solo insistiríamos en que se cumpliese la Ley de Igualdad de 2007 empoderando a la mujer para que sepa que puede y debe". Barcia se suma a la petición generalizada de apostar esfuerzos a la educación: "mucha educación de base a niños y niñas". La actriz Olga Alamán también aboga por el cumplimiento de la Ley de Igualdad, además de apuntar al derecho constitucional a la igualdad salarial y de paridad. También secundará la Huelga General feminista del 8M.
La fotógrafa Paula G. Furió no hará una huelga total porque es "autónoma, pero obviamente iré a la manifestación". Como editora de la revista digital Desfici Magazine sí que no habrá publicaciones durante la jornada del 8M. La también editora cree que "el cambio no lo tenemos que impulsar las personas que sabemos que todos somos iguales, sin condición de edad, procedencia, género ni orientación sexual. Para que sea efectivo, el cambio se tiene que impulsar desde los organismos estatales y el poder legislativo. Lo único que podemos hacer es seguir exigiendo una sociedad más justa".
Laura Pitarch es ilustradora y suele dibujar murales en las escuelas. Unas pintadas con las que siempre busca transgredir los roles de género . Así, su posición ante la huelga es de respaldarla “porque creo que hace falta visibilizar la desigualdad de género que aún impera en la sociedad patriarcal en la que vivimos y porque mi género afecta negativamente a mi situación y a la de mis relaciones laborales. Pienso que no es justo.” Para la artista lo más urgente sería “crear un observatorio con expertos y expertas” que regularan las relaciones laborales y los salarios entre mujeres y hombres, dando a su vez “soporte a las personas para poder denunciar las desigualdades en el ámbito laboral”.
La gestora cultural Maite Ibáñez señala en este día la necesidad de activar de una manera real un Pacto de Estado contra la violencia machista que requiere “los recursos y medios necesarios”. No son pocos los agentes en todo el país que han señalado la cuestión de la financiación para su desarrollo, siendo al menos 943 mujeres y niños asesinados en España en crímenes de violencia de género desde que comenzaron a recogerse estadísticas oficiales en el año 2003 (2013 en el caso de los menores). “Parar nos tiene que hacer pensar”, refleja Ibáñez. Con el objetivo de “visibilizar a las mujeres invisibles y poner en valor tanto trabajo silenciado”, la huelga del 8M es también momento de señalar una necesaria revisión de salarios y ruptura de un techo de cristal que dificulta la conciliación y el acceso a puestos de poder en empresas y centros. A este respecto, Ibáñez cita una frase de Remedios Zafra: "Los hombres trabajan y las mujeres cuidan, y si tienen que abandonar sus sueños, los abandonan".
La ilustradora Carla Fuentes hará huelga “porque es un derecho y porque las mujeres tenemos muchos motivos por los que protestar”. Enumera un buen número de cambios a realizar de inmediato (“cambio legislativo en la concepción de las bajas de paternidad, porque en materia de maternidad hay muchas desigualdades; educación de corresponsabilidad desde las familias hasta los colegios; valoración de las mujeres autónomas por la sociedad…”), y apuesta por impulsar “leyes estrictas contra las agresiones y los abusos”.
Por su parte, la también ilustradora Ana Cardo se suma a la huelga “porque estoy harta de tener que pedirle a algún amigo que me acompañe por la noche porque me da mal rollo ir sola por la calle, de tener que aguantar comentarios por la calle que juzguen mi cuerpo y, sobre todo, de escuchar todavía declaraciones de celebrities juzgando al feminismo porque desconocen su significado y no saben que lo que se busca es la igualdad”.
La periodista y creadora gandiense propone un cambio tangible y real de inmediato: “una de las cosas que tendría que cambiar es la censura en redes sociales de cuerpos exclusivamente de mujeres, como por ejemplo con los pezones”. Desde el verano de 2015 se puede seguir la evolución de la campaña Free the Nipple que ha congregado a numerosos artistas plásticos y fotógrafos cuyas cuentas han sido bloqueadas por plataformas como Facebook como Instagram.
El papel de los medios también es un aspecto que preocupa a la Premio Nacional de Literatura Dramática Lola Blasco. “Cómo nos representan en televisión, todo lo que tiene que ver en representación de la mujer y educación son razones para participar en esta huelga”, afirma. Ella la hará “de todo: en el trabajo y de cuidados infantiles y ya aviso de que no hago meriendas ni cenas”. De hecho, mientras contesta la encuesta su hija se acerca para interrumpirla, es un ejemplo de que “todos los días compaginamos nuestras labores profesionales con los cuidados familiares”.
Por eso cree que “la igualdad dista mucho de ser real. Me parece necesario este movimiento y lucha porque yo sí hablo de lucha”. Una petición que tiene clara es la necesidad de educar en conceptos porque “hay mucha ignorancia en lo que significa la palabra feminismo y no nos damos cuenta de que hay un gran sector que ni siquiera lo sabe, que no es equivalente al machismo que persigue la igualdad y que todos deberíamos ser feministas radicales para que para que haya una sociedad justa”.
“Tenemos por encima un techo de cristal y suelo muy pegajoso”. Así se expresa la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, hará un paro de dos horas como alto cargo, una acción que ayuda a la visibilización de la necesidad de girar el timón de la sociedad. “¿A cuántos hombres se les pregunta si piensan tener hijos en una entrevista de trabajo, o de cuántos hombres conocemos el nombre del diseñador de su ropa? Vivimos en un mundo masculinizado, y hay que luchar contra eso con el lenguaje, con el respeto, con la educación y con la visibilización”, expresa la escritora.
Si la educación es clave, Amoraga también apela a la responsabilidad de los medios de comunicación a la hora de informar y ser coherentes con su discurso. “Está a la orden del día que un medio critique que en un ayuntamiento se organicen cursos de maquillaje y que la siguiente noticia haga referencia al ranking de las mejor vestidas de no sé qué acto”, expresa.
Sororidad entre las propias mujeres
“Hoy es un día para homenajear a todas las mujeres que comenzaron esta lucha hace muchos años, para que sepan que seguimos aquí, peleando por la igualdad”. La actriz Paula Usero respalda la huelga harta de las “desigualdades de género y salariales”. Una realidad laboral en la que ellas deben “trabajar casi tres horas más” para que se las remunere de la misma manera “que a nuestros compañeros hombres”. Lo que establece “una brecha de un 21%.” El cambio necesita además un “ impulso a la sororidad”, en una sociedad donde “lamentablemente muchas mujeres siguen siendo machistas.” Para la intérprete el 8M tiene sentido con “la unión y fuerza de todas para vencer a este monstruo llamado ‘Desigualdad’”.
La subdirectora del instituto Juan Gil-Albert, Susana Guerrero, subraya la idea de la igualdad. “Quiero los mismos derechos para todas las personas”, explica, creo que esta huelga, entre muchas cosas, servirá para que entendamos mejor lo que es ser feminista. El cambio, una educación en igualdad”.
La periodista y gestora cultural Silvia Sarasúa se suma a la Huelga General feminista, “en parte para asistir a la manifestación. Creo que la única forma de acabar con las diferencias de género es visibilizándolas y demostrar la unión de las mujeres, no solo para rememorar todo lo que se ha logrado hasta ahora sino para exigir cambios reales en políticas atrasadas de una sociedad tradicionalmente machista”.
Por su parte, a la hora de proponer un cambio específico e inmediato, apunta a que, aunque aparentemente resulte paradójico, “el sector de la cultura, que debería ser libre, abierto y plural, se dan muchas situaciones de desigualdad de género. Es urgente impulsar y mejorar la conciliación entre la vida privada y laboral, y sobre todo, educar para desterrar la idea de que el entorno doméstico es patrimonio de la mujer, para que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades en nuestra trayectoria laboral”.
Rosa Castells, la responsable del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, también subraya la necesidad de más mujeres con capacidad decisoria. “Es hora de que las grandes decisiones se tomen por mujeres pero desde el poder”, comenta, “a ver si podemos y nos dejan romper el famoso techo de cristal que parece de hormigón armado. La cultura se hace por mujeres, se gestiona por mujeres y se consume mayoritariamente por mujeres”.
Castells se declara “feminista convencida de toda la vida, no es una cosa que me venga de ahora”, por eso siente que debe hacerse la huelga de 24 horas “porque me parece anecdótico el paro de dos horas. Realmente se tiene que visibilizar que el mundo se para si paramos las mujeres y creo que se va a conseguir visibilizar eso”.
La periodista Irene Rodrigo no participará de la huelga; “primero porque no creo en la queja como método para mejorar las cosas. Segundo, pienso que en las huelgas y manifestaciones tendemos a proyectar afuera lo que llevamos dentro, así que, si en este caso estoy exigiendo a los demás que me respeten como profesional porque siento que no lo hacen, prefiero dedicar esta jornada a reflexionar sobre en qué partes de mi vida todavía no me respeto a mí misma”.
A partir de esta idea, la propuesta de la presentadora del programa ‘Una habitació pròpia’ de À Punt Ràdio es que “si te valoras personal y profesionalmente; de entrada no aceptas ningún tipo de desigualdad laboral. Así que, de nuevo, animaría a las personas a que cada cual se mirase a sí misma. Y si se preguntase si ya se valora como merece. Puede que no sea una propuesta muy atractiva, porque no trae cambios inmediatos y porque hacer autoanálisis siempre es más incómodo que apuntar a los de más con el dedo, pero siento que es la que mejores resultados positivos tendría a largo plazo”.
La coordinadora artística del Teatre el Musical, Olga Álvarez, hará huelga: “de hecho, el TEM permanecerá cerrado durante toda la jornada del 8M porque somos mayoría de mujeres las que trabajamos en este teatro”. Para ella una solución accesible e inmediata pasaría por “penalizar duramente a las empresas que ejerzan la brecha salarial como una manifestación más de una discriminación de género que se remonta al principio de los tiempos”. Una idea en la que coincide plenamente la arquitecta Sonia Rayos: "que una empresa pague más a sus trabajadores hombres u ofrezca un trato discriminatorio hacia la mujer debería penalizarse con multas elevadísimas. Auditorías desde la Administración, control y denuncia".
Además, aboga por aplicar “mejores medidas de conciliación familiar ampliada tanto de maternidad como de paternidad semejante a las de los países vecinos: Suecia o Finlandia, por ejemplo. España está muy lejos de la media europea”. Exige paridad “en todas las comisiones que tengan poder decisorio” y “desarrollar campañas sobre la educación en la igualdad de los cuidados desde poderes políticos, públicos, centros de educación, etc”.
Rayos secundará la huelga: "es ya absolutamente imprescindible que se reivindique la igualdad. Las mujeres seguimos estando muy expuestas a la violencia machista, y no somos libres". Además de la penalización de la brecha salarial, cree que "la maternidad debería ponerse en valor como un asunto de todos. Es un derecho que tenemos como mujeres, y también un privilegio, que no podemos dejar de defender con uñas y dientes, si así lo decidimos, solo para que no se nos impida la reincorporación tras la baja maternal. Creo que reivindicar la intransferibilidad de los permisos de maternidad/parternidad no nos ayuda para nada. Somos nosotras las que parimos, pero el beneficio es para la sociedad en su conjunto. Hasta que no se entienda esto, no conseguiremos obtener lo que es justo".
María Pradera y Lorena Sayavera (estudio Yinsen) tienen claro que el cambio real pasa por “obligar por ley a igualar los sueldos de hombres y mujeres del mismo rango laboral”. Las diseñadoras destacan el caso de Islandia, el primer país en exigir la igualdad salarial. Fue en 1975 cuando el 90% de las ciudadanas hicieron huelga parando todo el país, una lucha continuada que ha derivado en la prohibición expresa de la brecha salarial por razón de género mediante una ley. Su participación en un programa de radio nacional sobre la mujer y las Fallas les impedirá ir a la manifestación, un debate al que se enfrentan como una excepción en su campo. “Para nuestra sorpresa somos las terceras mujeres que han diseñado el cartel desde sus inicios a principios del siglo XX”.
“El único cambio posible es equiparar sueldos, puestos de responsabilidad y calidad del trabajo, lo demás son pequeños parches para acallar voces críticas”. En estos términos se expresa la ilustradora Ada Diez, una de las impulsoras del proyecto Hits with tits, un proyecto que busca dar visibilidad real a la mujer dentro del panorama musical, del cómic y de la ilustración. “El trabajo es un derecho y debe ser digno, la brecha laboral se visibiliza día a día, minuto a minuto, cada vez que comparas un sueldo, un puesto de responsabilidad o compruebas las diferencias a la hora de tomar en serio propuestas dependiendo si provienen de un genero o otro. Las mujeres deben demostrar constantemente su valía, un desgaste extra que perjudica la calidad laboral”, indica la creadora valenciana. Diez releja que la huelga puede ser una “isla” en la que no todos los colectivos estén representados, un ejemplo de una lucha que es continuada. “Es un inicio y apoyar inicios, apoyarnos entre nosotras de forma coherente y entendiendo que existen muchas formas de hacer y luchar, es imprescindible”.
En similares términos se expresa la galerista Cristina Chumillas, quien dirige junto a Lucía Vilar Pepita Lumier. ¿Cuál es la urgencia?: “La igualdad salarial en todos los ámbitos y sectores laborales y la conciliación familiar”. De esta forma, Chumillas demanda que, “de una manera real”, aumente la presencia de mujeres en cargos de responsabilidad. “Si empezamos a tratarnos como personas sin distinción de sexo, si conseguimos que a las mujeres se nos vea y se nos reconozca por fin que tenemos las mismas capacidades, se acabarán las brechas”, explica. Aunque reconoce que pertenecen a un colectivo, el de las galerías de arte, en el que “nunca hemos sufrido discriminación” y con mayoría de mujeres (actualmente la presidencia de la asociación de galerías valencianas la ostenta Rosa Santos, quien tomó el relevo a Olga Adelantado en 2017), hoy la galería permanece cerrada. “La galería Pepita Lumier se suma a la huelga para visibilizar la desigualdad de cualquier mujer en su entorno laboral y personal. Trabajamos todos los días para que se reconozca la labor de artistas, tanto de mujeres como de hombres, de igual manera porque es la única forma en que sabemos trabajar; en nuestra cabeza no cabe la distinción”.
La actriz Belén Riquelme también secunda el paro total “porque, lamentablemente, solo mediante la presión económica funciona este sistema”. Para ella el cambio inmediato partiría de “instaurar una paridad real para generar verdadera igualdad y oportunidades. Hay que desenmascarar los techos de cristal porque ahí reside una parte fundamental de la brecha salarial”.