Eusebio Sempere, Francisco Sobrino, Joaquín Michavila, José María Yturralde, Jordi Teixidor y Ramón de Soto son los seis integrantes de este grupo, junto con Aguilera Cerni, cuyas obras pueden admirarse en el MACA hasta el 15 de septiembre, en una recreación similar al ambiente de las exposiciones originales de finales de la década de 1960: "Como muchas de las obras eran ópticas, con lámparas, se pretendía mostrarlas a oscuras y sobre paredes negras, donde prácticamente la forma desaparece y se aprecian todas las luces. Aquí lo que se ha hecho es disponer una moqueta negra y pintar de ese color las paredes, de manera que las piezas aparecen casi como flotando en la oscuridad", desvela Pastor. Alrededor de 45 obras que constituyen "objetos que generan en el espectador experiencias ópticas, perceptivas o estructurales", añade.
El objetivo de recuperar estas exposiciones en el año 2019 reside en "aprovechar el paso de medio siglo para presentar, de forma compacta, aquello que se nombra mucho en los libros, pero que nunca antes se había visto todas las obras juntas", resume Pastor. Considera, además, que se trata de un grupo "de actualidad, porque todos los vinculados han terminado contando con un recorrido artístico importante, aunque a algunos ya les venía de antes; porque son miembros con trayectorias muy diferentes, pero que aquellos dos años trabajaron juntos; y porque se trata de un grupo muy nombrado del que todavía no se había reunido las obras en estos 50 años", expone. Y comenta que incluso "se habían destruido algunas obras que hemos podido recuperar".
Por su parte, la conservadora del MACA, Rosa Castells, destaca la figura de Eusebio Sempere, "quien participó de una manera muy activa y donde se recoge el espíritu experimental de toda su obra y su personalidad". Y recuerda que esta exposición nace del convenio de colaboración del Museo con la Fundación General de la Universidad de Valencia, "por tratarse de un proyecto que nos parecía atractivo y porque se cumplen 50 años de una de las aventuras geométricas más interesantes de la segunda mitad del siglo XX". Un trabajo mano a mano entre dos instituciones que, según comenta Castells, "es el inicio de una colaboración que seguiremos manteniendo en el tiempo", una idea que también apoya la edil de Cultura, quien destaca "la excelente relación entre ellas que permite, medio siglo después, redescubrir a estos artista que, a pesar de su corta trayectoria como grupo, lograron captar a la perfección las inquietudes de finales de la década de los 60, dejando una importante aportación".