VALÈNCIA. Amper (AMP) apenas ha subido un 1,11% en bolsa desde el pasado nueve de octubre, cuando la tecnológica madrileña anunció el relevo en la presidencia. Pedro Morenés tomó el testigo de Clemente Fernández, que presentó su dimisión. Cierto es que el exministro de Defensa entre 2011 y 2016 en el Gobierno de Mariano Rajoy no tiene cargo ejecutivo, dado que el único que lo es en el consejo es César Revenga.
Basta echar un vistazo de Investing para hacerse una idea de la reacción de AMP tras el cambio presidencial, dado que los 1,180 euros de aquel día (9 de octubre) están simbólicamente por debajo de los 0,182 euros del cierre del pasado viernes. Todo ello incluyendo el 'subidón' del 7,18% del 27 de octubre para acabar en los 0,179 euros. Una respuesta al contrato adjudicado por Gptech EKS, filial norteamericana de Green Power Technologies, valorado en 47,5 millones de euros sin impuestos.
AMP, que no tiene bajistas con nombre y apellidos en su capital -o de tenerlos con una posición inferior al 0,50% cuando hay que desvelar el DNI al mercado, se deja en lo que va de ejercicio un 35,60%, tomando el cierre de la semana pasada. Una pérdida de valor que traduce en una capitalización bursátil de 195,27 millones de euros.
Una Amper que informaba al término de la jornada del viernes 13 de noviembre haber entrado en pérdidas en los nueve primeros meses del presente ejercicio. Concretamente con unos 'números rojos' de 1,75 millones de euros frente a los 18,12 millones cosechados en el mismo periodo de 2019. La compañía informó al mercado -por el pertinente hecho relevante remitido a la CNMV-, que sigue acusando el impacto de la crisis pandémica. Sin embargo, la cotizada reconoce que registró una recuperación "paulatina" de la actividad y una reanudación en la ejecución de proyectos a lo largo del tercer trimestre.
La cifra neta de negocios de la compañía ascendió a 135,3 millones de euros en el periodo comprendido entre enero y septiembre, lo que representa un incremento del 1,9% en comparación con los 132,8 millones de euros que ingresó en los nueve primeros meses de 2019. Asimismo, AMP señala que, aunque los ingresos aumentaron en el tercer trimestre un 15% respecto al mismo periodo del año anterior y un 50% en comparación con el segundo trimestre de 2020, la paulatina recuperación de la actividad -intensa sólo en el mes de septiembre"-, todavía no se ha trasladado a la línea de ingresos.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) alcanzó 6,06 millones de euros, lo que supone un descenso del 69% respecto a los 19,55 millones de euros que obtuvo en 2019. De esta manera, el margen de Ebitda ha descendido desde el 15% registrado hace un año al 4% en 2020. A este respecto, la empresa madrileña apunta que la reactivación de los proyectos suspendidos en el trimestre anterior ha supuesto al cierre del tercero un esfuerzo en costes operativos, así como costes de reestructuración asociados al impacto de la covid-19, que han lastrado negativamente la cifra de Ebitda.
Asimismo, AMP añade que la consolidación de nuevas compañías en el perímetro, fundamentalmente Nervión Energy -adquirida en julio-, ha implicado la incorporación de nuevos costes operativos al cierre del trimestre que concluyó en septiembre. En esta línea, informa de que las pérdidas consolidadas incluyen también la amortización de 6,6 millones de euros, principalmente de proyectos de I+D capitalizados en los ejercicios precedentes y a los que el grupo no les estima recorrido comercial de acuerdo con las líneas de actuación que se van a desarrollar en el marco del Plan Estratégico 2021-2024 que presentará en breve.
Por último, Amper señala que la cartera de proyectos supera los 300 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2020, lo que dobla la cifra de cartera del mismo periodo del año anterior (153 millones de euros al tercer trimestre de 2019). A fecha de emisión del informe de resultados, la cartera de proyectos supera los 350 millones de euros.