VALÈNCIA. No es el primer enfrentamiento que protagonizan, pero tal vez sí el primero que se expone en público sin reservas. La tensión entre PSPV y Compromís, con las conselleras Gabriela Bravo y Mónica Oltra como protagonistas, se disparó la tarde de este miércoles. La presentación de un nuevo proyecto en materia de violencia de género impulsado entre la Generalitat y el Gobierno central que preside Pedro Sánchez fue el detonante de la polémica.
La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, anunció a media mañana junto a la Secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, que la Ciudad de la Justicia de València será la primera sede judicial del país que contará con una comisaría de Policía especializada en violencia de género. Un proyecto piloto y "pionero" que verá la luz en los próximos meses -no supieron poner fecha en el calendario-. Esta comisaría, subrayaron, funcionará como un centro de recepción y tramitación de denuncias donde las víctimas tendrán acceso desde el primer momento a la atención psicológica, social y asistencia legal, de modo que recibirán un apoyo integral inicial.
El anuncio no agradó, sin embargo, a la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra (Compromís), quien tiene atribuidas las competencias en esta materia. Ni por la forma, ni por el fondo. Y así lo hizo saber. A última hora de la tarde, la también vicepresidenta del Consell publicó en su perfil de Twitter que le parecía "incomprensible" y se le escapaban las razones por las cuales la Consellera de Justicia parecía no conocer "sus competencias ni las ajenas" y se saltaba "a la torera el Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y Machista". "No tengo palabras, o me sobran y me las callo", expuso la número dos del Ejecutivo valenciano. El tono de indignación envolvía cada una de las palabras.
Pero las palabras y el tono de las mismas no lo fueron todo. Para 'recordarle' a Bravo -con subrayados incluidos-, su socia en el Ejecutivo valenciano, a quién pertenecen las facultades en materia de violencia de género, Oltra adjuntó una captura del artículo 11 del reglamento orgánico y funcionarial de su conselleria, el que especifica que es el secretario autonómico de Inclusión y de la Agencia Valenciana de Igualdad, Alberto Ibáñez, y no ella, a quien corresponde negociar y, en cualquier caso, desarrollar este tipo de iniciativas.
No sólo eso. También hubo pantallazo del Pacto contra la Violencia Machista y de Género al que todos los miembros del Consell se adhirieron en noviembre del año pasado. En el eje 3.6 de este acuerdo, figura que es la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas la que debe "coordinar la creación de una oficina de denuncias especializada para evitar la doble victimización".
El fondo de la cuestión y de la grieta abierta entre PSPV y Compromís, no obstante, es más profundo de lo a priori expuesto. Fuentes de la Conselleria de Igualdad aseguran que ni Ibañez ni la propia Oltra estaban informados ni del anuncio, ni del contenido de ese proyecto que pretende emprender la Generalitat.
Ahora bien, a este tirón de orejas le precedió toda una serie de tuits centrados en la disconformidad de la Conselleria de Igualdad con el propio proyecto anunciado. La vicepresidenta del Gobierno valenciano hizo una cronología de todo lo que se ha desarrollado desde su departamento a lo largo de esta legislatura para implantar un programa similar y por qué en su día se descartó y quedó bloqueado. "Llevamos 2 años trabajando para que haya una oficina de denuncias especializada en violencia de género. Para ello habilitamos en su día un espacio anexo al Centro Mujer 24 horas de València que cedíamos al gobierno de España", escribió para abrir el debate.
Sin embargo, la propuesta no prosperó. Desde la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas explican a Valencia Plaza que la Delegación de Gobierno que en su día ocupaba Juan Carlos Moragues (PP) se negaba a que esta oficina estuviera ubicada en el Centro Mujer 24 horas, sino que preferían emplazarla en la Ciudad de la Justicia, donde Bravo y Botella anunciaron que ahora se ubicará la comisaría.
La sugerencia, no obstante, no fue aceptada por el departamento de Oltra, quien ya en la primera rueda de prensa tras el pleno del Consell celebrada después del nombramiento de Juan Carlos Fulgencio pidió al nuevo Ejecutivo central que contemplaran la propuesta inicial. Así, este miércoles explicaba por qué en su día denegaron el emplazamiento ofrecido por Moragues: "Resulta angustioso para las mujeres puesto que les avanza la contienda que van a sufrir. Será el espacio donde también irá el agresor. Es un espacio de batalla judicial. Obviamente el juzgado será un lugar que habrán de transitar, pero la idea es posponer ese momento para poder acompañarlas adecuadamente por parte de las profesionales y que cuando llegue el día estén preparadas y no se echen atrás como lamentablemente ocurre muchas veces".
Oltra defendió por qué el espacio contiguo al Centro era "una solución ideal" para que la "labor de acompañamiento culmine en denuncia en una oficina especializada, donde mujeres, a ser posible sin uniformar, atiendan la denuncia de las víctimas y ellas se sientan seguras y acompañadas". De la misma manera, cuestionó por qué el Gobierno de España no había hablado con profesionales en materia de violencia de género -quienes según Oltra comparten este tipo de propuestas y no la de la comisaría en los juzgados- para poner en marcha este proyecto.
"Es incomprensible que el Gobierno de España del que tanto se espera en materia de violencia de género y que ya ha dado pasos muy significativos, no haya valorado la importancia de una oficina de denuncias como espacio seguro y amable para las mujeres dentro del espacio Mujer24h. Es incomprensible que no se haya escuchado la voz de las mujeres profesionales que cada día trabajan con las víctimas y las protegen de sus agresores. Es incomprensible que el gobierno socialista haya seguido la estela del PP en vez de apostar por las víctimas", zanjó.