El analista recuerda que tanto los fondos indexados como los ETFs nacen con el objetivo de replicar las rentabilidades del mercado
VALÈNCIA. Continúa vigente el debate a la hora de decidir por una nueva inversión, si canalizarla a través de ETFs (Exchange Trade Funds) o fondos de inversión indexados. Respecto de las similitudes, tanto los fondos indexados como los ETFs nacen con el objetivo de replicar las rentabilidades del mercado. A esto se le conoce como gestión pasiva que nació en contraposición a la gestión activa que busca batir a los índices.
Para replicar al mercado, estos productos compran todas las acciones del índice, o al menos las que adquieran un determinado grado de representatividad. En cuanto a las diferencias, encontramos principalmente tres como son la liquidez, la traspasabilidad y accesibilidad a inversiones.
Liquidez
Los ETFs se dividen en participaciones que cotizan como si de acciones se trataran y es por ello que se pueden comprar y vender en el momento siempre que el mercado esté abierto. Se puede realizar varias operaciones al día, determinar precios de compraventa, etc. Por su parte, los fondos indexados se compran a valor liquidativo, el cual se fija al finalizar la sesión y una vez al día. Esta diferencia es irrelevante en inversiones a largo plazo, pero hay que tenerla en cuenta por posibles necesidades de liquidez inmediatas.
Traspasabilidad
Los fondos de inversión tienen una ventaja fiscal que los ETFs no han conseguido (todavía) y es que puedes conseguir un diferimiento en el pago de tributos a través del traspaso de fondos. En el caso de los ETFs, al funcionar como acciones, cada vez que produces un movimiento de venta se genera un hecho imponible. Esta ventaja de los fondos es importante para aquellos inversores que rebalancean su cartera, por ejemplo.
Accesibilidad a inversiones
En primer lugar, hay que destacar que los ETFs son accesibles desde prácticamente cualquier bróker, mientras que los fondos indexados tienen un acceso más difícil. En ocasiones no queda otra opción que estudiar que entidades disponen de su venta para poder acceder por lo que puede resultar incómodo tener que abrir cuenta en diversas compañías.
Además, los fondos indexados presentan una gama de inversiones más reducida que los ETF ya que se centran en la renta variable. Sin embargo, los ETF dan acceso a una amplia diversidad de posibilidades empezando por inversiones tan sencillas como índices de renta fija. También ofrecen otras alternativas como ETF por sectores, materias primas, etc.
Cada inversor debe analizar detenidamente las ventajas e inconvenientes y ver que le compensa más. Debido a que en comisiones apenas hay diferencias (algo menores en ETFs), los tres puntos de arriba son la clave para una buena decisión.
Agustín Galbis es analista financiero