VALÈNCIA (EP). La anticipación positiva a los niños de lo que va a ser el primer día de colegio, no actuar con inseguridad, estructurar los horarios los días anteriores, no introducir cambios importantes esos días o no alargar las despedidas son algunos de los consejos de las neuropsicólogas y logopedas Hospital de Manises (Valencia) ante la entrada de los niños en la escuela infantil.
En un comunicado, han advertido que la entrada a la escuela supone un cambio importante para los menores porque implica la salida del mundo familiar, un entorno conocido en el que se le proporciona seguridad y protección y donde el niño ocupa un papel principal. Por ello, esa transición hacia un espacio desconocido, a ritmos y rutinas nuevas y a nuevos compañeros y adultos "ha de ser abordada por los padres de una manera tranquila y confiada, ya que de ello depende el éxito de este proceso".
"La forma cómo se resuelve este periodo tiene trascendencia en el futuro proceso de socialización y aprendizaje del niño, por lo que es de vital importancia prestarle una atención cuidadosa", han alertado.
Los padres han de saber enfrentarse a las "rupturas" que supone la incorporación de su hijo al centro educativo y por ello, desde el Hospital de Manises se han elaborado una serie de indicaciones dirigidas a padres y madres de menores de 1 a 3 años en el que se les dan consejos y recomendaciones para asimilar tanto las ventajas como los inconvenientes de este proceso.
"La separación del ámbito familiar permite al menor adquirir y afianzar su autonomía personal y grado de socialización, pilares básicos para la estructuración de su personalidad y esto es una gran ventaja, aunque haya papás y mamás a los que les cueste separarse de sus hijos", ha apuntado María Motos, neuropsicóloga en la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil.
Las principales manifestaciones de los pequeños contrarios a acudir a la escuela infantil se presentan en forma de llanto, desesperación o resignación. En este caso son niños que participan en las actividades del aula pero no se integran por lo que en casa además se comportan de forma agresiva. También en ocasiones se alteran los ritmos del sueño o el pequeño deja de comer.
Los padres deben saber con antelación que estas reacciones "son normales y que con el tiempo pasarán, por lo que deben estar preparados para este proceso de transición que también les afectará a ellos". Temores, expectativas, ansiedad e inseguridad son comunes en los progenitores y deben evitar transmitírselas a sus hijos, ha advertido. Confiar en el centro educativo y en el personal es clave para afrontar este periodo con garantías.
Por ejemplo, es importante la anticipación positiva, por lo que los especialistas recomiendan que los niños conozcan el centro escolar antes del primer día de cole, o que se les cuente los nuevos amigos que van a hacer o que los padres entreguen y recojan a sus hijos con actitud positiva. También aconsejan que se estructuren los horarios los días anteriores a su entrada para adaptarlos al escolar
En líneas generales recomiendan no actuar con inseguridad, duda o culpabilidad; no introducir cambios en la vida del menor, como cambiarle de habitación, empezar a dormir solo o quitarle el pañal en este tiempo, no alargar las despedidas y, en la medida de lo posible, que sea el padre o la madre quien recoja al niño en la escuela.
Los especialistas del Departamento de Salud de Manises también aconsejan a los padres que eviten que los educadores tengan que "quitarles" a los niños o compensarlos con regalos.