VALÈNCIA. Mañana se cumplen tres meses desde que Acciona (ANA) perdiera la cota psicológica de los 100 euros. Fue el pasado 25 de julio y desde ahí corrigió un 10,45% al cerrar en los 89,55 euros el 12 de agosto, es decir, mínimos del 28 de febrero de este año. Pese a todo presenta un avance anual del 29,15%, lo que se traduce en una capitalización de 5.052 millones de euros y, además, una rentabilidad por dividendo de casi el 4%.
Todo ello mientras ANA sigue apostando por los fotovoltaicos y ayer anunciaba la compra a Tenaska de una cartera de veinte proyectos fotovoltaicos para desarrollar en Estados Unidos, repartidos en siete Estados del país y que suman una potencia total de 3.000 megavarios (MW). De este modo, el grupo español refuerza su negocio de renovables en Norteamérica y potencia su internacionalización.
Asimismo Acciona imprime un nuevo impulso a su inversión en renovables, tal como precisamente avanzó la pasada semana -cuando anunció su decisión de finalmente no competir por entrar en transporte de viajeros en tren en España-, y lo hace además apostando por la fotovoltaica.
Estados Unidos es ya el segundo mercado internacional del negocio de 'energía verde' de Acciona, dado que cuenta en el país con 1.245 MW de instalaciones eólicas operativas y en construcción, y otros 64 MW en una planta termosolar próxima a Las Vegas. En virtud de la actual operación, el grupo sumará a estos activos los 3.000 MW que desarrollará a partir de los proyectos comprados a Tenaska, que además incluyen otros 1.000 MW de almacenamiento en baterías.
De la cartera total de potencia adquirida, el grupo prevé construir y poner en servicio alrededor del 40% en el horizonte de 2023, lo que supone unos 1.500 MW. El resto se irá desarrollando paulatinamente, en colaboración con el vendedor de los proyectos, que se reparten Pennsylvania, Ohio, Kentucky, Illinois, Kansas, Oklahoma y Missouri. Acciona considera que la adquisición de una cartera de almacenamiento de energía de 1.000 MW le permitirá explorar la posibilidad de suministrar tecnologías y servicios al mercado norteamericano.
La operación de compra de proyectos en Estados Unidos también supone un nuevo impulso al crecimiento peso que la fotovoltaica tiene en la cartera de activos renovables de la compañía. El grupo lo atribuye a su reducción de costes, su modularidad y facilidad de instalación. Al cierre de la primera mitad del año, contaba con instalaciones de este tipo de 'energía verde' que sumaban 1.207 MW, lo que supone el 11% del total de 10.000 MW activos renovables que el grupo suma en 16 países, con lo que se sitúa como segunda tecnología de la cartera del grupo por detrás de la eólica.
Se trata además de una tecnología en crecimiento en Estados Unidos, donde, según datos de la empresa, en los últimos años ha duplicado su capacidad instalada, a la que prevé sumar 120 gigavatios (GW) en el horizonte de 2030. ANA anuncia su nueva inversión en renovables tras finalmente desistir en España de posicionarse en el negocio del transporte en tren ante su próxima liberalización, y después de reforzar su compromiso con el fabricante de aerogeneradores Nordex.
El grupo avanza en Estados Unidos en plena OPA sobrevenida a esta compañía con sede en Alemania, consecuencia de inyectar 100 millones de euros a través de una ampliación de capital de la compañía con el fin de aportarle liquidez para acometer su cartera de proyectos.