CASTELLÓN. Hacía tiempo que no hablaba del petróleo. En mi último comentario de principios de junio hablaba de la importancia de la zona de los 50 dólares como zona propensa a girar a la baja para terminar de dibujar una formación de 'Hombro-Cabeza-Hombro (HCH) invertida'. Pues bien, eso es lo que ha pasado y ahora es momento de ver qué es lo que ocurre con esa figura de formación alcista.
Técnicamente hablando, hace justo un mes deberíamos haber visto una ruptura clara de dicha zona de resistencias al alza; pero eso no ha ocurrido y la cotización del petróleo volvió a retroceder posiciones. Esto le ha llevado de nuevo al soporte de los 43 dólares por barril y que coincide con la media de 200 sesiones para desde aquí orquestar un segundo intento para intentar romper la línea clavicular de la formación. Pero es importante, no adelantarse a los acontecimientos. Un error en este intento nos llevará a perder los niveles de 43 dólares y con ello la media móvil desdibujando la figura de giro y poniendo rumbo hacia la zona de los 30 dólares.
Por lo tanto, no podemos ser tan categóricos como en el titular del artículo porque de momento sólo debemos de hablar de pausa en las caídas. Habrá que esperar a que el precio del barril de petróleo salga del rango confeccionado por la media de 200 sesiones por la parte inferior y por la zona de resistencias entorno a los 50 dólares por la parte superior para determinar con contundencia que sí que ha terminado el viacrucis' para el petróleo con cierres sostenidos por encima de los 50 dólares.
Mientras que no veamos cotizaciones inferiores a los 40 euros deberíamos mantener las esperanzas de ver la confirmación del HCH invertido. El problema es que yo llevo el suficiente tiempo invirtiendo en los mercados para saber que la esperanza es lo último que se pierde después del dinero. Esté atento a las referencias de los soportes.
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Eduardo Bolinches es director de Bolsacash