COCENTAINA. La empresa 9 Oliveres destaca por un proyecto ecosostenible que sacan adelante tres ingenieros, Blai Agulló, Javier Agulló y Joan Francés, que rentabiliza campos de olivos en Cocentaina mediante nuevas tecnologías y valores como la ecología y la sostenibilidad. Así, producen su propio aceite y lo comercializan en una tienda online donde también ofrecen otros productos gourmet de la zona.
El motivo del nombre de este proyecto son los nueve olivos milenarios que forman parte de uno de los bancales que asumieron los hermanos Agulló tras la muerte de su padre, en las estribaciones de la alquería de Benifloret. Después, decidieron ampliar el proyecto y adquirieron más terrenos alrededor que estaban abandonados. Tras plantar más de mil olivos más, sumaron a las plantaciones placas solares para abastecerse de electricidad o automatizaron el sistema de riego. Además, a través de su marketplace canalizan las ventas del aceite en el país y a otros países, sobre todo de Europa.
En la finca de 9 Oliveres han plantado dos tipos de olivos: la variedad Alfafarenca y la variedad Changot Real. Esta última cobra especial interés ya que se trata de una variedad de olivo casi extinta y que es originaria de la provincia de Alicante.
Desde l’Alcoià y El Comtat, su mancomunidad tiene un servicio de promoción económica, que ayuda y acompaña cualquier proyecto a través de la Agència Impuls en los catorce municipios que conforman el ente supracomarcal. Así, fruto del convenio que tiene con el CEEI, el organismo premia cada año los mejores proyectos empresariales y 9 Oliveres fue premiada en el año 2021.
Otro proyecto alicantino que destaca en la sostenibilidad en la agricultura y en la producción de aceite es la firma Rontonar Aceites, que nació en Benifallim con un proyecto para mantener los olivos de la familia y para recuperar terrenos abandonados. Su creador, Miguel Ángel García, cultiva variedades autóctonas en l'Alcoià y la provincia de Alicante: blanqueta, alfafarenca y mançanella. Así, trabaja en una agricultura regenerativa que trata de regenerar el suelo y aumentar la biodiversidad en busca de un suelo vivo. Además del trabajo diario, García realiza con colaboraciones con otras entidades para desarrollar su proyecto.
En su labor, realizan en su labor diaria el cultivo y la mejora del olivo. En concreto, se realiza en pequeñas parcelas abancaladas, fomentando la fauna y flora, a la vez que se conserva la fertilidad de la tierra y respecto al medio ambiente. Así, trabajan una agricultura que nace del carácter sistémico de la vida y de la necesidad de regenerar la tierra. En esta labor no utilizan productos químicos de síntesis o el riego artificial y sus olivas son todas naturales y de secano.