VALÈNCIA. Las primarias provinciales del PSPV se saldaron con un balance agridulce para el presidente de la Generalitat y líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig: su respaldo al alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, permitió una victoria clara en Valencia sobre Mercedes Caballero, afín al exministro José Luis Ábalos; su apuesta por el joven alcalde de l'Alcora, Samuel Falomir, también triunfó en Castellón frente al actual líder Ernest Blanch, pero su elegido para Alicante, Toni Francés, no pudo derrotar al exalcalde de Elche Alejandro Soler, quien había preparado el proceso meticulosamente.
De esta manera, Puig no logró hacer pleno en los compromisos provinciales. Su oposición interna no desaparece, se transforma. Hasta ahora, la familia 'abalista' había sido la más contestataria frente al liderazgo del presidente de la Generalitat, pero ahora esas funciones se trasladan a Alicante, donde Soler logró un valioso triunfo frente al aparato del partido que le permitirá consolidarse como voz autorizada -y quizá en ocasiones discrepante- ante al Palau.