ALICANTE. El PSPV de la provincia de Alicante tiene nuevo secretario general. El diputado ilicitano Alejandro Soler será el nuevo líder del partido tras ganar en una reñida votación al alcalde de Alcoy, Toni Francés, por 91 votos de diferencia. En un principio, parecía que la diferencia era más grande, de 142, como se anunció a las 21 horas. Posteriormente, la dirección del PSPV corrigió los resultados, pero la candidatura de Soler sostiene que la diferencia es de 142 por un error que hay en la agrupación de Algorfa, a la hora de conceder les votos. Pese a este baile de votos, nadie discute la victoria de Soler, y así lo hizo el propio Toni Francés y Ximo Puig que llamaron al ganador para felicitarle por la victoria. Con el análisis de los datos, y lo sucedido en determinadas agrupaciones, y lo vivido las semanas previas, las primarias dejan varias conclusiones.
1) La victoria de Soler, contra el aparato
No era fácil sobre el papel la victoria de Alejandro Soler, pese a que tenía a los suyos más movilizados y había comenzado la carrera por la secretaria general desde hace más tiempo. Y sobre todo, con lo ocurrido con la figura de José Luis Ábalos, tras su salida del Gobierno y de la dirección del PSOE. Soler, a diferencia de sus correligionarios en Valencia, supo desmarcarse y mantener un mensaje de respaldo a Puig, al tiempo que cerró alianzas estratégicas, como las de Elda (Rubén Alfaro), l'Alfàs (Vicent Arques) y Dolores (Joaquín Hernández), que le han dado victorias importantísimas en el Vinalopó, Marina Baixa y la Vega Baja. Durante las últimas, el PSPV presionó y buscó desmovilizar o pactar con algunas facciones para dividir los apoyos de Soler, pero no lo consiguió.
2) Francés, una derrota con mucha dignidad (pese a las circunstancias)
Sean 142 o 91 los votos de diferencia, hay que reconocer que Toni Francés ha sido un digno rival, pese a las circunstancias en las que fue ungida su candidatura: los hombres de Ximo en Alicante le convencieron en dos semanas para que fuera a las primarias y parara el golpe de Soler, que por entonces ya tenía trabajo hecho y unas alianzas que el ximismo pensó que pararía en el congreso del PSPV con la integración de Alfaro y Arques. El resultado obliga a Soler a una integración en la ejecutiva y a convencer a los que no le votaron que puede ser un líder útil, capaz de conseguir cosas tanto para la militancia como para las inversiones de la provincia de Alicante. Por su parte, Francés ha cumplido y con creces, y el ximismo se lo deberá agradecer en un futuro.