VALÈNCIA. Las elecciones autonómicas de 2023 se celebrarán, probablemente, el 28 de mayo. Las distintas formaciones políticas ya se encuentran dando los pasos previos a la elaboración de las listas a Les Corts, unas candidaturas que tendrán muchas caras nuevas en los partidos que conforman el Botànic: PSPV, Compromís y Unides Podem, que son las fuerzas políticas que parecen más avanzadas en la selección de aspirantes.
En este tiempo, se ha puesto en evidencia que ostentar un acta de diputado no es un puesto tan atractivo para los partidos de gobierno como podría parecer. Es más, desde que se inició la legislatura: uno de cada tres parlamentarios del Botànic ya dijo adiós al acta o ha manifestado que no repetirá. No es una cuestión sólo de cantidad, la bancada progresista ha perdido -o perderá- además a importantes referentes en cuanto a calidad oratoria, experiencia organizativa en el hemiciclo o capacidad para no dejar indiferente al hemiciclo.
Así, dos de las bajas más importantes en la formación socialista fueron la de su síndic, Manolo Mata, quien abandonó para regresar a la abogacía -incluida la defensa en el caso Azud- y la del histórico Vicent Soler, quien abandonó el acta en septiembre de 2019 y su puesto de conseller de Hacienda en la crisis de gobierno acometida por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el pasado mes de mayo. Sin duda, al PSPV no le será fácil sustituir la oratoria de Mata y el saber estar de Soler en la cámara.
No obstante, la formación socialista es la que ha sufrido menos fugas. Sólo dejaron el acta para incorporarse al Consell como secretarios autonómicos Alfred Boix y Concha Andrés al inicio de la legislatura y Toñi Serna el pasado año. El resto del equipo se ha mantenido en líneas generales, aunque recientemente se ha confirmado que la actual portavoz del PSPV en Les Corts, Ana Barceló, será la candidata a la Alcaldía de Alicante, con lo que no seguirá en el Parlamento valenciano la próxima legislatura. Otra baja importante para Puig y los suyos.