VALÈNCIA. El edificio de la familia Santos en el vértice de la plaza del Ayuntamiento de València ha acabado en el juzgado de instrucción número 8 de València tras una querella presentada por un colectivo de personas afectadas por la intención de la propiedad de convertir este inmueble en un hotel.
Nordeste Properties (socimi dueña de los edificios que opera Hoteles Santos) compró este edificio a principios de 2017 con la intención de convertirlo en un hotel. En dicho momento, la firma comunicó a sus inquilinos que no renovaría los contratos de alquiler y planteaba un proyecto de reconversión que se podría alargar más de cuatro años.
No obstante, tal y como contó Valencia Plaza el pasado mes de marzo, la nueva propietaria se encontró con dos principales piedras en el camino: el cambio de uso del edificio y la negativa de algunos residentes a abandonar las viviendas amparados por un contrato vitalicio (de renta antigua).