VALÈNCIA. La fundamental brecha ideológica existente a la hora de enfrentarse a la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus es si centrar los esfuerzos en bajar los impuestos o dedicar este dinero a implementar ayudas directas a los sectores afectados. Aquí, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, María José Català (València, 1981), lo tiene claro: las ayudas están bien, pero si no van acompañadas de una bajada de impuestos, son "pan para hoy y hambre para mañana". Su plan A, como ha venido repitiendo, es una rebaja fiscal para pymes y autónomos, así como la congelación de la subida de impuestos general aprobada por el consistorio para este año.
Para la popular, el gobierno municipal ha reaccionado "tarde y de manera insuficiente", tanto en las medidas económicas como en la adquisición de material. "Desde luego, otras capitales españolas se han adelantado en todo", explica, tanto Madrid en bajar impuestos como Barcelona en la implementación de medidas por valor de 25 millones. Aquí, explica, son de 11,5 millones de euros. ¿De dónde sacar el dinero para aumentar esta cifra? Del superávit de 57 millones de euros cuya disposición ha de permitir el Gobierno central, de la partida de inversiones de la que se ha gastado un 5%, del fondo de contingencia o incluso pidiendo un crédito.
Sobre la EMT, Català sostiene que los trabajadores no tienen que pagar "una mala gestión del equipo directivo". La estafa de cuatro millones de euros sucedida hace ya más de medio año "abunda" sobre las pérdidas ocasionadas por el frenazo de la actividad, por lo que se debería "dar ejemplo y sacar de su puesto de trabajo al equipo directivo que perdió los cuatro millones" antes que rebajar las condiciones laborales de los trabajadores. La peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento y las obras de Colón se hacen, a ojos de la popular, "con confinamiento y alevosía", y se trata de actuaciones "improductivas", motivo por el cual este "no es el momento" para llevarlas a cabo.
¿Se precipitó el alcalde, Joan Ribó, al anunciar la posibilidad de unas Fallas en julio? "No acuso tanto al alcalde de precipitarse en aquel momento", sino de no haber afrontado "con gallardía la verdad" sobre el futuro de la fiesta con los falleros. Una verdad que, según Català, seguramente conoce porque "está en permanente contacto con el Gobierno".
Para responder sobre estas y otras cuestiones, Català accede vía telefónica a una entrevista con Valencia Plaza vía telefónica.