CASTELLÓ. El anuncio del tijeretazo de 10.000 empleos en BP Oil (el 15% de su plantilla mundial) llega a la refinería de Castelló justo cuando esta empieza a retomar las rutinas habituales previas a la crisis sanitaria del coronavirus. Después de que durante el confinamiento las tareas de mantenimiento hayan quedado reducidas a las actividades esenciales para su funcionamiento, según señalan fuentes internas, en los últimos días la planta ha comenzado a recuperar, de forma paulatina, los trabajos de obra civil, "que habían quedado paralizados", reconocen las fuentes.
Las diferentes empresas contratistas que realizan labores de mantenimiento y mejoras en la refinería del polígono del Serrallo "están volviendo desde hace una semana" a la planta, apuntan las fuentes, después de que a mediados de marzo, coincidiendo con el decreto del estado de alarma, su actividad se viese reducida al mínimo.
Y lo hacen también con la incertidumbre de cómo les puede afectar la noticia, que ya ha despertado las dudas entre el medio millar de trabajadores de la multinacional petroquímica en Castelló.