ALICANTE. Un total de 34 empresas constructoras optan a las obras para terminar la variante de la carretera N-332 a su paso por la localidad alicantina de Benissa, en la comarca de la Marina Alta. Una de las obras públicas más esperadas (y reivindicadas) por la provincia, que debe eliminar la travesía de la carretera nacional en el casco urbano de Benissa a través de una circunvalación de 4,5 kilómetros.
La obra quedó paralizada en 2009, cuando la empresa adjudicataria del proyecto, Begas Construcciones y Contratas S.L., entró en concurso de acreedores. Aunque se siguió presupuestando en los años siguientes, en realidad nunca se volvió a adjudicar. Y luego llegaron los recortes en Fomento por la crisis. Siete años después, días antes de las elecciones generales de junio, el Ministerio de Fomento sacó el proyecto a licitación por 29,7 millones de euros más IVA (en total, 35,9 millones). Según han explicado a Alicante Plaza fuentes del Ministerio, al concurso (cuyo plazo de recepción de ofertas finalizó el pasado 12 de septiembre) se han presentado 36 aspirantes.
La oferta técnica, que otorga el 40% de la puntuación final, se ha abierto este martes. Y el 2 de noviembre se conocerán las ofertas económicas de los aspirantes, que otorgan el 60% de la baremación final. Una vez abiertas, justificadas las actuaciones e importes, y resultas las alegaciones, se calcula que a principios del próximo año se podría firmar el contrato entre el Gobierno y la empresa que resulte adjudicataria. Si todo sale según lo previsto, antes del verano los trabajos para terminar la variante podrían haberse reanudado.
De hecho, Fomento tiene fijado el mes de abril como fecha orientativa de inicio de las obras, según la documentación sobre el proyecto colgada en su página web. Según el plazo de ejecución (de 32 meses), la variante de Benissa debería estar terminada para comienzos de 2019. Eso si no surgen nuevos contratiempos.
Actualmente circulan por la N-332 a su paso por el término municipal de Benissa más de 12.000 vehículos diarios. La construcción de la variante permitirá separar los tráficos de largo y medio recorrido de los de circulación estrictamente local. La variante comenzará su trazado en el kilómetro 175,190 de la carretera N-332, para alejarse de la población de Benissa y acercarse al trazado de la AP-7. Después de 4,5 kilómetros, se vuelve a incorporar al trazado de la N-332, en el kilométro 179,650. Será una carretera convencional con carriles adicionales para vehículos lentos en ambos sentidos, según el proyecto.
Más allá de las mejoras para el tráfico en la zona que tendrá la terminación de la variante, la reanudación del proyecto tiene también su lectura política. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, que ahora ha asumido las competencias de Fomento tras el nombramiento de Ana Pastor como presidenta del Congreso, viene intentando reactivar la variante desde su etapa como secretario de Estado de Infraestructuras. A la espera de saber si se forma Gobierno o se repiten elecciones, Catalá tiene el empeño personal de ver reanudarse los trabajos (previsiblemente se celebrará un acto de puesta de primera piedra) antes de dejar su cargo, según ha podido saber Alicante Plaza (cabe recordar que veranea en Dénia).
Pero la lectura política se extiende también al plano local. El alcalde de Benissa, el popular Juan Bautista Roselló (que gobierna en minoría con el apoyo puntual de Ciudadanos), considera que la reanudación de las obras es el gran hito que le queda pendiente como primer edil de la localidad.