Temor a que la suspensión del pago a la Comisión se vincule al depósito de una fianza millonaria

Foto: Comisión Europea
22/03/2017 - 

ALICANTE. El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) sigue sin pronunciarse sobre la solicitud de suspensión cautelar de las obligaciones de pago millonarias que pesan sobre Valencia, Hércules y Elche.

La Comisión Europea le reclama 23,4 millones de euros al primero, 6,9 al segundo y 4,1 al tercero, después de declarar que los avales otorgados por el Instituto Valenciano de Finanzas a sus respectivas fundaciones en los años 2009 (a la del Valencia), 2010 (a la del Hércules) y 2011 (a la del Elche) distorsionaron la competencia en el mercado común.

Los tres clubes recurrieron ante el TGUE solicitando la nulidad de la decisión de recuperación dictada el 4 de julio, al tiempo que iniciaban un procedimiento de medidas cautelares buscando que se suspenda la obligación de pagar (la Comisión exige que se haga de manera "inmediata y efectiva") hasta que el citado organismo jurisdiccional no se pronuncie sobre sus respectivos recursos de nulidad, algo que no se espera que se produzca antes de dos años a diferencia de la paralización cautelar sobre la que el TGUE sigue deliberando, tal y como apuntaban ayer desde el mismo a Alicante Plaza.

Antes de navidad se daba por seguro que a estas alturas ya habría una decisión al respecto: se hablaba de un plazo aproximado de unos dos meses, si bien hace ya cinco que el Valencia inició su procedimiento, cuatro el Hércules y tres el Elche y el auto por el que se estima o no la solicitud de suspensión formulada por cada club sigue sin dictarse (por cierto, aunque el procedimiento tiene el carácter de confidencial, desde el TGUE puntualizan que los autos se publicarán, no dejando en manos de las partes la decisión de dar a conocer la resolución o no).

Junto a la incertidumbre que rodea la posibilidad de que el TGUE no acceda a su petición (desde el IVF se apuntaba meses atrás que rara vez se concede la suspensión cautelar en casos de decisiones de recuperación), también preocupa en el seno de los clubes cuya economía no es precisamente boyante (por causas distintas eso sí), el que recaiga un auto que sí estime su solicitud de suspensión cautelar pero que la condicione al depósito de una suma de igual importe al que la Comisión les reclama porque sería igual de letal para ellos que la propia decisión de recuperación cuyo efecto se congela.

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