Un emocionado José Enrique Garrigós recibe la Medalla de Oro y Brillantes por sus "méritos extraordinarios" durante su etapa en la institución
ALICANTE. La Cámara de Comercio de Alicante celebró este jueves la 43ª edición de la Noche de la Economía Alicantina. Hubo una época en la que ésta era una cita memorable en la que había que estar, porque era la noche en la que el presidente de la Cámara le cantaba las cuarenta al presidente de turno de la Generalitat, sentado en primera fila. Especialmente en la época del incombustible Antonio Fernández Valenzuela. Durante el mandato de José Enrique Garrigós (homenajeado anoche), la crisis y los problemas económicos de la propia entidad deslucieron un acto que llegó a celebrarse por la tarde, a pesar de llamarse 'Noche', para ahorrar.
Este año, por momentos, la Noche de la Economía recordó a las de antaño, cierto que con un presidente, Juan Riera, mucho más contenido en su intervención que Valenzuela, aunque igual de firme. El empresario dianense defendió el potencial de la provincia, apeló a la unidad empresarial y entre ciudades que nunca ha pasado de ser una declaración de intenciones, reivindicó la identidad propia de Alicante frente a intentos de dilución en la autonomía, fue crítico con el trato que dispensa a Alicante el Gobierno, otro tanto con la Generalitat (a la que lanzó varios avisos, con un Ximo Puig de sonrisa congelada a unos metros), y hasta con el papel que han jugado los empresarios alicantinos al frente de unas organizaciones que a duras penas han sobrevivido a la crisis.
"En Valencia no están nuestros enemigos, sino nuestros aliados, pero reconocer una alianza no significa decir a todo que sí: se acabó el aplaudir discursos pensando en el beneficio personal". Aviso tanto a la Administración como a la CEV, que intenta superar la división territorial en su nuevo modelo patronal. "Ya está bien de luchas de egos por ver quién es más importante", para Coepa y la CEV, cuyos dos presidentes estaban entre el público. "Padecemos una ausencia de liderazgo porque ya no nos ven como referente, hay que superar el victimismo y reivindicar desde la unión". Crítica al papel de las organizaciones empresariales de la provincia, en las que "si hubiéramos aplicado el mismo criterio que en nuestras empresas no estaríamos así".
Más, esta vez para el Gobierno central (representado por el delegado en la Comunitat y el subdelegado en Alicante, Juan Carlos Moragues y Francisco Saval). "Debemos resolver de una vez por todas el tema sangrante de la infrafinanciación, ya está bien de que no recibamos lo que en justicia nos corresponde". "Tenemos en el Congreso un peso en escaños que no rentabilizamos". Varios de los titulares de esos escaños estaban entre el público. A Puig le dedicó expresamente dos críticas: el maltrato a Alicante en los presupuestos autonómicos y las dudas sobre la ubicación de la Agencia de la Innovación ("espero que sean rumores malintencionados") que hace un año anunció en ese mismo acto. Puig replicó en su discurso que, efectivamente, la Agencia se abrirá en Alicante.
Y llegó el momento quizá más fuera de lugar en un discurso institucional. Riera, que ha anunciado su intención de presentarse a la elección a la Presidencia de la Cámara en otoño, cuando se convoque el proceso, aprovechó el discurso para defender esa candidatura. Se dijo "capacitado", esgrimió una trayectoria que "creo que me avala", se presentó como "un hombre de consenso" que también sabe ser firme en la defensa de sus posiciones frente a la Administración (recordó sus enfrentamientos con Joan Lerma y Eduardo Zaplana), y desgranó algunas de sus ideas de futuro.
El discurso de Riera, tímidamente replicado por el presidente de la Generalitat en la clausura del acto, fue de lo más comentado (como no podía ser de otro modo) durante el cóctel posterior, servido en el hall y la terraza de la EUIPO. "Ha subido a hacer el molinete", resumía gráficamente uno de los asistentes. Y eso que la identidad de las empresas premiadas anoche también daba para hablar largo y tendido: frente a lo que había pasado en ediciones anteriores, la Cámara ha premiado este año en la mayoría de categorías a empresas de primera fila, reconocibles por cualquiera (Sistel, Energy Sistem, Rolser, Zapateli, ITC Packaging...) y que sitúan a la provincia en la vanguardia de los diferentes sectores en los que operan.
La entrega de los galardones, de hecho, sirvió como punto de arranque a la gran noche de las empresas alicantinas. Julio Sánchez de Energy Sistem recogió el premio al Comercio de manos del presidente de las Cámaras valencianas, José Vicente Morata; Vicente Climent de Benidorm Palace el premio al Turismo de manos del presidente de la Diputación, César Sánchez; Cintia Alonso de Zapateli el premio a la Industria de José Antonio Campinos (EUIPO); El Molí Pan y Café el premio Emprendedor de Miguel Rosique (Fundesem); Mireia Server de Rolser el premio Exportación de Jaime Matas (Sabadell); Manuel Cazorla de Sistel el premio Servicios de manos del alcalde Gabriel Echávarri; Rafael Valls de ITC Packaging el premio Innovación de manos del conseller Rafa Climent; y los empleados con más y menos antigüedad de Ulloa Óptico (inventor de la marca Sonotone) el premio a la Empresa Familiar de manos de Francisco Gómez.
A continuación llegó uno de los momentos más emotivos de la noche. El expresidente de la Cámara José Enrique Garrigós, que tuvo que presidir la institución en el peor momento (la pérdida del recurso cameral permanente, la renuncia al Palas, alquilado al Ayuntamiento, el adelgazamiento de la estructura o el cierre de servicios que ya eran insostenibles), recibió el reconocimiento a su labor con la Medalla de Oro y Brillantes de la institución, que se otorga por "méritos extraordinarios". Garrigós, visiblemente emocionado, recordó cómo le tocó vivir los "años más duros de la Cámara" y deseó "haber sembrado la semilla de la Cámara que todos soñamos para el futuro". Tras abandonar su cargo antes de tiempo y de forma más que discreta en 2016, anoche se resarció: el presidente de Cámara España, José Luis Bonet, el de la Generalitat y el propio Riera le hicieron entrega de la Medalla, el diploma y la escultura conmemorativa. Y el aplauso fue unánime.
Sobre la capacidad de convocatoria del acto, baste señalar que varios invitados se quedaron fuera de enorme Salón Europa de la EUIPO, y tuvieron que seguir el desarrollo de la velada a través de pantallas. Y todo hace indicar que el renacido brillo de la Noche de la Economía, sea con Riera como presidente o no, se prolongará durante varios años en las instalaciones de la agencia europea. Minutos antes de comenzar, Campinos y Riera firmaron un convenio para que la noche de las empresas alicantinas se siga realizando los próximos años en el mismo escenario.