BENIDORM. Lo que se preveía como un pleno largo, terminó siendo una realidad. El debate de 29 puntos sentó en la silla del salón del Ayuntamiento a los concejales durante más de 11 horas (desde las 9.00 h hasta las 20.13h). Entre todos los acuerdos que tomaron los grupos, el más destacable fue el referente al contrato del servicio de playas, que caduca este miércoles, 30 de noviembre. En un principio el orden del día incluía la propuesta de prorrogar el actual convenio con la adjudicataria R.A. por un año. Esto se hacía después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) no haya dado respuesta aún a los seis recursos interpuestos contra el pliego de condiciones para la nueva licitación.
El debate de este punto estuvo lleno de interrogantes desde el principio. La importancia de lo que se estaba acordando se demostraba con el número de decisiones que se tomaban por minuto, que contó además con tres recesos en menos de una hora. La finalidad era reunirse entre todos los concejales y llegar a un acuerdo, mientras el edil no adscrito, Leopoldo Bernabeu, leía un diario deportivo en su asiento.
Ante la desconfianza de la oposición, la edil de Contratación, Lourdes Caselles, propuso una enmienda a su propia moción para cambiar el sentido de la misma. De esta forma, proponía que se prorrogara hasta el 31 de diciembre. En el caso de que el tribunal no se hubiera pronunciado en ese tiempo, se daba por un año más. Pero esto tampoco ponía en sintonía a todos los grupos.
Caselles propuso una enmienda a su propia moción para prorrogar el contrato hasta el 31 de diciembre
El secretario tuvo que intervenir para aclarar que había llamado en uno de los recesos al TACRC para preguntar si se resolverían los recursos en estos días. Pero la respuesta que obtuvieron no aclaraba nada: hasta el martes no confirmarían si entraba en el orden del día del viernes. Demasiado tarde para poder tomar la decisión.
Entre las preguntas que sobrevolaban estaba la situación en la que se quedaba el servicio en diciembre, a lo que el secretario no pudo decir más que: "en el limbo". En caso de que se llevara a cabo la enmienda de la concejal de Contratación, si se desestimaban los recursos contra los pliegos a finales de diciembre, cómo estaría el servicio en enero ya que sería el mes en el que se tendría que adjudicar, o no. Si se aprobaba el año de prórroga y se resolvían los recursos antes de finalizar ese año... Al final, Caselles retiró la revisión a su moción.
Un sinfín de dudas que culminaba con una enmienda de Liberales, partido liderado por Gema Amor. Ésta proponía que se prorrogara durante seis meses, a la espera del dictamen del TACRC. A lo que el portavoz de Compromís-Los Verdes, Josep Bigorra, incluyó que después del medio año fuera mes a mes. Todo esto bajo la responsabilidad de que la empresa tome una decisión al respecto y acepte estas condiciones. Cabe recordar que el informe técnico rechazaba prorratear el contrato porque no veían forma de calcularlo por meses porque no se puede comparar lo que se genera en enero con agosto.
Todo este mar de dudas terminó en un nuevo receso pedido por el PSOE, a través de su portavoz Rubén Martínez, para que se llegara a un acuerdo común. A lo que el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, cedió recordando que sólo hacía falta una mayoría simple "pero es mejor un acuerdo", terminó apuntando.
De nuevo, se volvían a reunir en corrillos los concejales para consensuar el futuro del contrato, salvo Bernabeu, que seguía leyendo el diario deportivo sentando en su silla del pleno. Finalmente, acordaron que se iría renovando mes a mes hasta que hubiera una resolución. Para lo cual, ahora los técnicos tendrán que calcular el dinero que supone cada uno de esos meses y esperar a que la empresa se posicione. Esta propuesta fue la que salió adelante con el voto a favor de todos los grupos, menos el del concejal no adscrito que se abstuvo.
Otro contrato que va a prórroga es el de la gestión del agua potable y alcantarillado en Benidorm a la mercantil Hidraqua. El gobierno local llevó una nueva interpretación del acuerdo aprobado en verano, y que venía a ratificar la continuidad del contrato. Además, desestimó los recursos presentados, tanto por parte de la oposición como por parte de la empresa Aguas de Valencia.
Momento en el que la oposición, salvo el PSOE, sacó toda la artillería contra los partidos mayoritarios. En el que se volvió a recordar la propuesta de crear una entidad mixta, en la que a priori la mayoría estaría de acuerdo, tanto PSOE como C's, por ejemplo, pero no así en las formas de llevarla a cabo.
Cabe recordar que este paso no se puede dar hasta 2019 puesto que el plan de ajuste lo prohíbe hasta ese año. Por lo que la prórroga contempla esta opción en 2022, mientras que C's explicó que no aceptaron porque se les planteó la opción 30 minutos antes de la votación. Además, el edil Balastegui (C's) indicó que habrían estado a favor de denunciar el contrato y estudiar el nuevo durante un año para hacer el mejor contrato para la ciudad.
Antes de esto, el portavoz del PSOE admitió que en el pleno tuvo que buscar el apoyo de los populares para que su propuesta sobre el agua se aprobara.
el portavoz del PSOE admitió que tuvo que buscar el apoyo de los populares para que su propuesta sobre el agua se aprobara
Amor manifestó que su intención era que se convocara un concurso público para saber cuál era la mejor opción, mientras que el portavoz de Ciudadanos por Benidorm, Arturo Cabrillo, reprochó que se aprobara la interpretación puesto que la prórroga en sí mismo era un "acto de ilegalidad" ya que se había hecho sin el informe de intervención. Por su parte, la edil Caselles repitió en varias ocasiones que este documento existía y recogía que "era de interés público" y que había informe de ingeniería favorable para la creación de una empresa mixta.
Además de estos dos contratos importantes para la ciudad, también se aprobaron otras tantas mociones, entre las que estaba el acuerdo sobre la propuesta de Compromís a nivel provincial con el Plan Objetiva. Una medida a priori de puro trámite pero que terminó siendo un despropósito.
La propuesta a grandes rasgos pedía que la Diputación de Alicante destinara los recursos de forma "objetiva" y eliminara el "clientelismo". Ciudadanos espetó a la coalición valenciana que votarían a favor si incluían la petición para la Generalitat. A lo que el PSOE se rió diciendo que ellos proponían que se incluyera "el Gobierno de España". Esto desencadenó la risa de los populares que dijo, a micro cerrado, que se ampliara a la Unión Europea. Lo que empezó como una broma, no por parte de Ciudadanos, terminó sometiéndose a votación. Con lo que al final, la propuesta definitiva incluía la reclamación para la Diputación de Alicante, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España. Propuesta que terminó aprobada por unanimidad.