ALICANTE. Ni un mes ha hecho falta que transcurra para tener la certeza de que en el Hércules todo sigue igual, pese a la llegada de Quique Hernández.
La falta de sensibilidad de la que ha hecho gala el consejo de administración convocando una Junta de Accionistas para el Día de Santa Faz es la decisión más llamativa, pero no la única. Después de vender que la iniciativa de regalar invitaciones a los abonados de cara al partido ante el Villarreal iba a tener continuidad en los encuentros siguientes, a las primeras de cambio se ha descartado y el domingo, ante el Formentera, los abonados ya no disfrutarán de esa compensación a la que desde el club, empezando por Quique Hernández, se referían como "lo mínimo" que los sufridos aficionados se merecen.
No existe ninguna norma mercantil que impida la celebración de la Junta del día 12 pese a tratarse de un festivo, pero con la convocatoria se ha puesto de manifiesto nuevamente una falta de tacto mayúscula.
A diferencia de otros clubes, en el Hércules los accionistas minoritarios no solo son pocos y representan un porcentaje ridículo del capital social (2.700 accionistas, que tienen en su poder apenas el 1,09% de los títulos), también destacan por no ser especialmente bulliciosos, pero eso no justifica el proceder del club que no es nuevo ni en este tema ni en otros.