In Tempo. Foto: PEPE OLIVARES.BENIDORM. Los pequeños acreedores de In Tempo de Benidorm continúan la batalla en los juzgados contra el gigante del edificio, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). El varapalo judicial conocido este martes por parte del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante, que daba la razón a la Sareb, no va a dejar con los brazos cruzados a los condenados, es decir, Kono Estructuras, Pérez Guerras e Ingenieros y Arquitectos Asociados e Isidro Bononat. A los que hay que sumar dos propietarias que están vinculadas a las demandas.
Así lo han hecho saber fuentes de Kono Estructuras a Alicante Plaza, quienes indicaron que volverán a unirse estas tres partes para recurrir la sentencia, dictada en primera instancia. Como se recuerda, el fallo condenaba a costas a los demandantes, y resolvía que tanto la Sareb como Abanca no habían actuado como administradores de hecho. A esto se acogían todas las acusaciones para defender que era por tanto un acreedor subordinado, y no privilegiado, como así ha sentenciado el juez.
Con ello, los pequeños acreedores querían estar por delante de la Sareb para el cobro de la deuda, ya que afirman que de lo contrario, se quedarían sin ver un euro de lo que la empresa en concurso, Olga Urbana, dejó a deber al resto de acreedores.
"Sabíamos que iba a pasar", esa fue la reflexión que compartieron estas mismas fuentes con este diario. No obstante, señalaron que acatan la sentencia pero no pararán hasta que eviten la adjudicación.
Cabe señalar que la sentencia abre las puertas para que la Sareb se quede con el edificio, para más tarde gestionarlo o venderlo. Pero fuentes de Kono quisieron dejar claro que en ningún caso se trata de "dar vía libre a que esto suceda, puesto que todavía estamos en primera instancia y vamos a recurrir", reseñaron. Asimismo, indicaron que de seguir el proceso, irán más preparados, ya que por ejemplo, afirman que uno de los testigos de Suasor habría mentido durante el juicio, asegurando que se habían pagado todas las facturas relativas a acero y hormigón. Mientras que fuentes de Kono defienden que esto no es así, asegurando tener pruebas.
Según quisieron probar en el juicio, Suasor habría sido supuestamente una empresa pantalla con la que la Sareb habrían actuado de administradores de hecho en la empresa ahora en concurso de acreedores, Olga Urbana, que a la vez era la promotora del edificio.
Lo que sí ha quedado acreditado es que la deuda con Kono Estructuras asciende a más de un millón de euros, que podrían quedarse sin cobrar. Mientras que el juez no reconoce ninguna contraída por parte de Pérez Guerras e Ingenieros y Arquitectos Asociados e Isidro Bononat.
